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🧸JIWOON🧸

Con la respiración agitada y la fuerza que no sé de donde la saque me permite seguir corriendo por el bosque, la sangre que sale por mi nariz me pica en la cara por el frío, a pesar de que mi cuerpo está hirviendo puedo sentir como el frío del invierno no me afecta como debería.

A pesar de todo, mi corazón sigue latiendo con velocidad, haciéndome posible seguir adelante.

Estoy corriendo sin mirar atrás, con todo el dolor de mi corazón estoy dejando a Sunghoon atrás, pero algo dentro de mí no me deja estar en paz.

Tal vez sea el hecho de que estoy abandonando al amor de mi vida, de esta vida.

Mis pensamientos frenéticos se detienen abruptamente cuando choco contra el pecho de alguien.

Internamente, mi corazón se alegra de solo pensar que sea él, pero el aura oscura que nos rodea me hacen querer correr en dirección contraria a este individuo.

Lentamente, levanto la cabeza, temerosa de encontrarme lo peor.

Mi corazón da un vuelco al piso cuando lo veo, claramente, después de tantos años, el chico amable que antes conocí, está rodeado de esta aura oscura que no me deja respirar.

-Jaan -en un susurro ahogado, el nombre de mi antiguo amigo, el hermano mayor de mi amante Solon, resuena por todo el bosque, como si estuviéramos encerrados en una caja de cristal donde el eco nos hace conscientes de lo inevitable que es el destino.

Rápidamente, intento alejarme de él, pero Jaan me sujeta con fuerza de las muecas impidiéndome huir de él.

Un nudo en mi garganta se instala impidiéndome hablar, siento como las lágrimas se acumulan en mis ojos, inevitablemente mis lágrimas tibias me humedecen las mejillas, dejando un camino tibio que después se endurece con la gélida brisa.

Respiro con dificultad, intento deshacerme de su agarre con todas mis fuerzas, pero no lo logro.

Jaan me aprieta con fuerza las muñecas, haciéndome suspirar entrecortadamente, adolorida cuando, con toda mi fuerza, intento golpearlo.

-¿Cómo pudieron? -le reprocho, mi voz suena quebrada, a pesar de que intento hablar claramente, mi llanto incontrolable me lo impide -¿¡Cómo pueden dejar que Dardan los controle!? -grito furiosa, mis puños apenas chocan con su pecho cuando intento golpearlo -¡Ustedes son más fuertes que esto!

Me sorprendo de lo cansada y decepcionada que suena mi voz, todavía no comprendo nada, solo se una cosa, quiero que despierten de este sueño amargo, quiero que salgan de sus celdas.

Yo... Yo quiero liberarlos...

<< -Sooha -suspiro cansada cuando escucho la voz de Heli resonando en mi cabeza, está usando su poder de telepatía -Debes morderlo, todo el poder debe volver a ti...

Finalmente, soy consciente, mi garganta pica sedienta, como si no me hubiera alimentado es días, puedo sentir el latido de su corazón colándose a través de su agarre en mis muñecas.

Como si fuera mi instinto por sobrevivir, lentamente me incorporo, alejándome lo suficiente para verlo a los ojos.

Por favor, perdóname...

Internamente, me lamento mientras me acerco a su cuello, abro la boca, lo suficiente como para morderlo.

Mis dientes perforan con fuerza la piel de su cuello, al hacerlo, inmediatamente la sangre se cuela por la herida, su sangre inunda mi boca obligándome a tragar, me sorprendo cuando la sangre que antes me parecía asquerosa por su desagradable olor metálico, es sustituida por un rico sabor dulce que no puedo describir.

Respiro con pesadez sobre su cuello, si no puedo hacer que se controlen, al menos puedo detenerlos, a pesar de todas mis súplicas, a pesar de todo lo que me negué por morderlos, termine haciéndolo, tal parece que el destino no escucho mis súplicas.

Jaan suelta mis muñecas, rápido tomo su cuello afianzándome a él, succiono desesperada, ansiosa, sedienta

Bajo mi mordida puedo sentir a Jaan removiéndose inquieto, mientras lo desangro esa energía oscura que antes lo rodeaba se va desvaneciéndose, entrando en mí.

Succiono tragando su sangre hasta que su cuerpo cae desvanecido sobre la nieve.

Agitada, me arrodillo sobre la nieve, intentando recuperar el aliento, de pronto, a mi alrededor, desvanecidos sobre la nieve, yacen dos chicos más, a pesar de lo cambiados que se ven y lo aturdida que estoy logro reconocerlos, son Shion y Jino.

Puedo sentir mi cuerpo temblar, sacudo mi cabeza intentando enfocarme, me incorporo con dificultad, camino lentamente acercándome a Jino.

Me hinco sobre la nieve, repitiendo mi método, a pesar de ser personas diferentes, su sangre sabe exactamente igual, tan dulce y cálida que me hace lloriquear de solo pensar en dejar de beberla.

Finalmente, repito el proceso con Shion, succiono su sangre hasta que la oscuridad abandona su cuerpo.

Respiro con pesadez, me incorporo permitiéndome recuperar el aliento, con la manga de mi suéter me limpio las comisuras de la boca, gracias a Dios la lana roja logra camuflarse con la sangre.

-¡Jiwoon! -los gritos lejanos de Sunghoon me dan esperanza, mi corazón late con rapidez, no lo pienso dos veces, así que corro con toda mi fuerza a donde se escuchan sus lamentos.

A medida que corro, puedo sentirlo más cerca, literalmente puedo escuchar con claridad el latido de su corazón resonando con fuerza en mis oídos.

-¿¡Sunghoon!? -mi corazón se siente aliviado cuando por fin lo encuentro.

Cuando él me ve su expresión se ilumina aliviado, ambos corremos para poder encontrarnos más rápido.

Pero a medida que Sunghoon se acerca a mí, su semblante cae, su expresión casi aliviada es sustituida por una de completo dolor, antes de caer al suelo, corro con más velocidad.

A penas logro sujetarlo antes de que caiga entre mis brazos, frunzo el ceño, totalmente preocupada y alterada por su estado, trato de sujetarlo por la cintura, pero un líquido dulce y tibio me empapa las manos.

Mi respiración se corta, temerosa, observo la palma de mi mano cubierta de su sangre.

-¡Estás sangrando! -digo alerta, las lágrimas me pican los ojos, mi respiración no logra controlarse. -¡Sunghoon!

Lloriqueo cuando él no me responde, sollozo alterada ante el mal presentimiento que cruza por mi cabeza

-Estoy bien -él trata de convencerme, pero su voz suena tan débil y quebrada que no hace más que preocuparme -Sanaré rápido, no te preocupes...

Sunghoon me atrae a su cuerpo, trata de abrazarme con firmeza, pero su cuerpo tiembla, lo abrazo con fuerza, evadiendo su espalda para no lastimarlo.

Finjo que le creo mientras lo ayudo a ponerse de pie, vuelvo a abrazarlo temerosa, intento controlar mis sollozos, como un reflejo, escondo mi cara en el espacio entre su cuello y su hombro.

No lo abrazo porque quiera esconderme en él para consolarme, lo abrazo con todas mis fuerzas porque soy su único soporte, si me alejo a penas unos centímetros estoy segura de que caerá.

Respiro con profundidad, intentando calmarme, por alguna extraña razón, puedo sentir el dulce aroma de su sangre, negándome ante lo inevitable, abandono mi lugar seguro, alejo mi cara de su piel, temerosa de no poder controlarme.

-Mis hermanos... -niego con la cabeza, sujeto su rostro pálido entre mis manos temblorosas.

-Los detuve -no doy muchas explicaciones, no debe alterarse o se desangrará -¿Estamos lejos de la casa de Marge? Ella puede ayudarnos...

Con mucho cuidado nos levanto, pasando su brazo sobre mis hombros para que se apoye en mí, lentamente y a tropezones comenzamos a caminar.

El amanecer se acerca y eso me aterroriza, una sensación abrumadora no me abandona desde que puedo recordarlo todo...

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Disfruten la penúltima actualización 😪.

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Dark Blood ; Bite MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora