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"¿ME CREERAS AHORA?"

🧸JIWOON🧸

Hice de todo para alargar mi día laboral, ayude a mis compañeros, hice encargos y favores de trabajo que no me pertenecía, hice de todo solo para alargar mi hora de salida.

No importo nada de lo que hice ni mi esfuerzo, el tiempo incluso fue más lento, pareciera que Sunghoon le pidió un favor al universo para detener el tiempo en el reloj.

Camino sigilosamente desde el elevador hasta la salida del edificio, analizo a mis alrededores como si fuera una espía ultrasecreta ocultándose de su enemigo.

—No hay muros en la costa —me susurro a mí misma, ese loco se cansó de esperar y se fue.

¡Qué suerte tienes Jiwoon!

—¿Ya terminaste?

—¡Hay que susto! —me sobre salto, me aferro a la correa de mi bolso. Su estúpida y tierna sonrisa me molesta más de lo que debería —¿¡Qué haces aquí!?

—Te estoy esperando —finjo una sonrisa, ¿Qué sonrisa? Esto es una mueca de completo horror.

—¿En cerio? —digo incrédula —No me di cuenta.

—Sí, no fue mucho tiempo en realidad.

—Era sarcasmo —lo analizo de manera desértica, sigue sonriendo, los más sonrientes son los más dechavetados.

—Lo sé, vámonos —extiende su mano para que la tome. Ruedo los ojos empujando su mano a un lado.

—Sueñas mucho —empiezo a caminar por delante de él, no voy a tomarlo de la mano.

—De hecho, es por acá —medio grita, riendo, para que alcance a escucharlo.

Qué vergüenza, me giro siguiéndolo ahora yo a él.

—¿Cuánto falta? —me remuevo incómoda en el asiento del copiloto.

Salimos de la ciudad hace cuarenta minutos, nos dirigimos al norte, creo, nunca fui buena, ubicándome geográficamente.

Tomamos una desviación a una carretera mucho más descuidada, llena de baches, con el asfalto desgastado, apenas notándose las líneas blancas sobre ella. Nos rodea un denso bosque, húmedo y frío, la temperatura cambio drásticamente de repente, me frotó los brazos para generar un poco de calor.

—¿Tienes frío? —Sunghoon alterna su mirada entre la carretera y mis brazos sin abrigo.

—¿Por qué? —digo medio a la defensiva.

Ignora mi actitud, estirando su brazo hasta los asientos traseros del auto. Me entrega un jersey color azul marino, parece tejido a mano.

—Póntelo, el bosque es más fresco cuando se hace tarde —voy a ponérmelo, no estoy en condiciones de enfermarme por este frío, tengo que ir a trabajar mañana.

—Debes venir muy seguido, estás muy abrigado desde la mañana, pareciera que es invierno.

Sonríe divertido, sin dejar de observar la carretera enciende la calefacción. Le agradezco internamente.

Lentamente, el asfalto se convierte en tierra, hemos llegado a una vereda en medio de la nada.

—Estamos llegando —susurra tan bajo que apenas lo escucho, se relame los labios nerviosos.

—Te estás tomando muchas molestias para desaparecerme. ¿Me quieres secuestrar? Pues debiste hacer algo más simple porque no tengo dinero y familia tampoco, así que ahórrate la gasolina y

Dark Blood ; Bite MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora