Capítulo Catorce

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—¿Por qué siempre pareces golpearte con todo? —cuestionó Wonwoo con una preocupación notoria.

Dino ríe ligeramente —Es que soy muy torpe, lo siento.

—No te disculpes conmigo, solo... Ten más cuidado, eres muy joven.

—Lo tendré en cuenta, Hyung.

Justamente Wonwoo estacionó enfrente de una farmacia.

—Muchas gracias por traerme, puede irse.

—Tengo que comprar unas cosas también. Te llevaré a casa de regreso —dicho esto abrió la puerta y salió, no dejando al menor negarse.

—Muchas gracias de verdad —Dino da una reverencia luego de bajarse del vehículo. Avergonzado y agradecido.

—Entremos —ante su palabra, el menor se adelantó y se adentró mientras Wonwoo envió un vistazo a la pancarta de arriba del negocio.

Pledis Pharmacy. Una red reconocida de farmacia con distintas sedes en todo el territorio nacional. Quien no lo conociera es porque no vive en Corea del Sur. Algo que empezó como un simple negocio hace casi cincuenta años atrás, se volvió en un conglomerado que también tiene su propia marca personal de productos y medicinas.

—¿Qué sucede, Hyung? —Chan abrió la puerta de cristal desde adentro para dirigirse al absorto mayor con confusión. Todavía no ha entrado.

—Nada, nada —simplemente negó cuando regresó a la consciencia.

Mientras caminan entre los pasillos llenos de estantes con múltiples productos, un televisor encendido al final llama su atención.

—Oh, vi que la familia Jeon ganó un reconocimiento del Ministerio de Salud esta semana —comentó el pasante a su lado mirando la pantalla que muestra la reconocida familia adinerada dueña de todo el Conglomerado Pledis.

Un padre de familia, un reconocido farmacéutico de más de cincuenta años. Su esposa elegante y refinada sonriendo por cortesía. Y su hijo mayor, quien siguió los mismos pasos de su padre volviéndose en un farmacéutico rompe corazones, uno de los solteros más codiciados del país.

—Debe ser tan lindo venir de una familia como la de ellos —arrojó con cierta añoranza el menor.

El contador experimentado lo mira con confusión —¿Por qué lo crees así?

—Digo, familias así, no sufren lo que sufren las familias cotidianas.

Sus palabras parecen estar lamentándose por algo, dejando un poco intrigado al mayor —¿Qué tiene tu familia?

Ante la pregunta, Chan se sobresaltó y negó —N-Nada, nada. Solo es un decir...

—Rico o pobre, todos sufren —le corrigió en un bajo susurro —Que sonrían así ante la cámara no significa que todo esté bien.

Ámame, al menos por un Instante - Meanie [Seventeen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora