Capítulo Ocho

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"¿Realmente le llamas a eso tener sexo?"

"Eres muy aburrido"

"Vete, no te quiero ver más"




Luego de una semana en donde parecían estar en buenos términos, la situación volvió a decaer en su hogar.

Wonwoo se esforzó por ser el hombre que ella necesitaba en todos aquellos días (por no decir todos los años de casados que llevan ya) y creyó que no volverían a decaer. Fue un tonto al pensar en algo así cuando las relaciones de parejas deben ser cuidadas constantemente para poder mantenerse toda la vida.



Hasta que la muerte nos separe.

Así había prometido delante del cura y piensa cumplirlo.

Se avergüenza mucho de si mismo al pensar en lo insatisfecha que está su esposa con las relaciones sexuales que tienen. Aún después de cuatro años casados, sigue siendo algo tímido. Puede ser debido a la forma en que fue criado.

Viene de una familia totalmente reservada con costumbres un poco antiguas. Antes todos los fines de semana visitaba la iglesia, actualmente no lo hace mucho debido al trabajo y vida personal, pero siempre que puede la visita, trata de hacerlo con regularidad ya que se siente culpable. Es muy culto con su religión y costumbres. Es muy reservado con su cuerpo y el cuerpo de las demás personas.

Debía de haber mejorado con el tiempo ya que es indispensable estar cuatro años con una persona y todavía tener vergüenza de verla, y todo es debido a la autoridad de Minji. Mantiene a Wonwoo a base de miedo y manipulación, volviéndolo tan inseguro de sí y con su entorno. Es incapaz de tocarla sin su permiso, de hacer cualquier cosa sin escuchar sus palabras. El miedo y la inseguridad es tan grande que se ha cohibido tanto a si mismo ocasionando su "deficiencia" en las noches.

Aprovechando la hora de almuerzo, Wonwoo se escabulle en el rincón más remoto y lejano de la empresa. Sentado entre escalones de las escaleras de emergencia en donde nadie transita.

Sostiene su teléfono celular con aquellas delgadas manos temblorosas mientras teclea. Sus ojos nerviosos de vez en cuando se desvían para verificar que nadie esté pasando cerca de ahí.

Buscó en Google "Como satisfacer a mi esposa en el sexo" y apareció miles y miles de resultados.

Se adentró a diferentes páginas, lee y anota lo más resaltante y útil en el apartado de notas del celular.

En un momento, leyó que es importante variar con las posiciones y que no hacerlo, podría intentificar el sentimiento de monotonía y aburrimiento en las relaciones.

Tragándose la vergüenza escribió en el buscador "Las mejores poses para tener relaciones".

Su rostro se calienta mientras sus temblorosos iris miran aquellas imágenes y antes de que se diera cuenta, una persona se apareció bajando por las escaleras.

Ámame, al menos por un Instante - Meanie [Seventeen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora