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La noche había llegado, Mar había accedido a quedarse a comer con ellos, y como bien le dijo Cielo, paso un buen rato agradable con todos, tanto que el tiempo se le fue volando, hasta que Sandra le marco pidiendo le que fuera a casa, sin cuestionar acepto. Con pesar y agradeciéndoles todo, Mar se despidió de todos, con la promesa de verse al día siguiente, llamo a un taxi, apenas llego salió de la casa, para ir a la casa de su mamá.

20 minutos después, el taxi estaciono en la entrada de la casa de Sandra, Mar pago, agradeció y bajo del coche, se encaminó a la entrada de la casa, saco de su bolso de mano, las llaves que Sandra le había dado y abrió topando sé con la sorpresa que toda su familia estaba reunida.

—Hasta que llegaste morcilla loca - dijo Tefi sonriéndole para después acercarse a ella y abrazarla, Mar gustosa la recibió

—¿Qué hacen aquí? Mama no me dijo nada - dice dándole una mirada a su mamá

—Era una sorpresa - dice Sandra encogiéndose de hombros

—Todo fue de imprevisto - dice Luca que también se acerca a ella y la abraza - Lo que no sabíamos era que vos estabas aquí

—Es cierto, morcilla guacha - dice Tefi dando le una mirada nada sutil

—No planeaba quedarme, todo fue de imprevisto, solo venía por dos días y ya llevo tres aquí - suspira

—¿Por qué? ¿Qué paso? - dice Tefi un poco desubicada

—Thiago... Supongo que...— Sandra no la deja terminar, pues aplaude con emoción mientras sale de la cocina

—¡Llegaron, llegaron! - todos se quedan callados mirando como Sandra abre la puerta y de ahí entran Bruno y Santino, algunos sonríen de emoción, mientras que a Mar se le va todo color de la cara y apenas Santino la mira, sabe que algo malo pasa

El pequeño, sin mirar a nadie más que a su mamá, se echa a correr hacia ella y la abraza fuerte, mientras que Mar sale del asombro, reacciona y lo abraza también

—Sorpresa mami, te extrañe mucho

—Y yo a vos mi amor - dice dando le un beso en la cabeza, se endereza y mira a Santino

—Hice mal en venir ¿Verdad? - Mar le sonríe y niega abriendo uno de sus brazos para también abrazarlo, estira el cuello y él se agacha para sellar sus labios en un casto beso

—Solo estoy asombrada - dice Mar sonriendo por fin, pero no es una sonrisa sincera

—Mi nona hizo todo lo posible que viniéramos mamá - dice Bruno con emoción, Mar mira de su hijo a Santino que le sonríe y afirma

—Mi madre hizo malabares para que pudiéramos venir

—Mari siempre tan linda - dice Mar sonriendo al recordar a su suegra que siempre la ha tratado con cariño y amabilidad, al igual que toda la demás familia de Santi

—Bruno Tobías Tallarico Reinaldi ven acá y salúdame - dice Tefi poniendo las manos en forma de jarrón, el pequeño sonríe y niega

—Ah, ah, ya no soy Tallarico Reinaldi. Ahora soy Bruno Tobías Bedoya Agüero Tallarico - el pequeño mira a su mamá - ¿Verdad mama?

Mar sonrie y asiente, feliz de ver como su hijo dice su nombre con orgullo y feliz

—Asi es corazón, ya sos un Bedoya Agüero... — suspira, al final el pequeño accede a lo que su tía le pide, lo llena de besos mientras lo abraza

—¿Estás bien? - le pregunta Santino a Mar por lo bajo, solo para que ellos dos escuchen, Mar asiente, pasa uno de sus brazos por la espalda de él y él por su cintura abrazándola, ella recarga su cabeza en el pecho de él y suspira - No estás bien.

Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora