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RECTA FINAL 

—¿Qué pasa Mar? - dice Thiago apenas ve entrar a Mar a la habitación que comparten 

—Bruno, Bruno nos escuchó hablar con Cielo y Nico... — Thiago se levanta y camina hacia ella 

—¿Qué te dijo? ¿Paso algo malo? - Mar le da una pequeña sonrisa para que se tranquilice y niega

—No, solo que a veces me sorprende lo inteligente que es... Ocho años tiene 

—Sí, pero piensa como si fuera todo un adulto - Mar asiente, Thiago le ha robado las palabras de la boca 

—Sí... Eso es lo que me sorprende y me da miedo en partes iguales 

—No entiendo por qué te da miedo al contrario, deberías de estar orgullosa de que sea tan inteligente 

—Es que es eso precisamente lo que me da miedo, que tanta inteligencia, tanto conocimiento, le robe la inocencia, solo quiero que sea un niño, que disfrute de cada cosa, que se asombre con las cosas nuevas que descubre, no que por estar pensando en otras cosas deje de disfrutar esas pequeñas cosas que a un niño de su edad le parecen fascinantes 

—Mar, nuestro hijo disfruta a su manera, no pienses en eso, amor. Mejor dime ¿Qué fue lo que te dijo Bruno? 

—Dice que quiere realizar el examen de conocimiento, para que nos vengamos cuanto antes a Argentina, todo lo pensó, dice que vos le podrías enseñar los temas que no ha visto, para cuando el deba de realizar el examen el embarazo ya estará avanzado, asi que dice que el podría viajar solo con vos

—¿Todo eso lo pensó? - Mar asiente 

—Toda la tarde pensó en eso... Es a eso a lo que me refiero cuando te digo que no quiero que él se la viva pensando en cosas que no tiene por qué estar pensando 

—¿Has intentado hablar con él? - Mar frunce el ceño y niega 

—No... Él sabe que hay temas que me ponen tensa y decide evadirlos para no hacerme sentir mal o incomodarme - él le da una pequeña sonrisa mientras la guía hasta llegar a la cama, ambos se sientan al borde de la cama 

—Hay temas que, aunque nos incomoden, deben de hablarse, Mar. Yo sé que vos sabés que nuestro hijo es especial, él tiene una misión y vos sabes cuál es - Mar niega baja la mirada 

—Hay cosas que como madre duele aceptar Thiago, no quiero hablar de eso

—Bueno, no hablemos de eso, pero podrías intentar hablar con él, expresarle tu miedo y porque ha surgido, él sabrá explicarte las cosas a su manera, sabrá decirte que es lo que siente y verás que calmará más de uno de tus miedos 

—Tienes razón, debo de hablar con él - dice casi en un susurro Mar. 

—Es grandiosa la manera que tiene Bruno de ver las casas, no tienes por qué tener miedo. Él está viviendo su vida, a su manera, a su tiempo, y no hay por qué asustarnos por ello, recuerda que cada ser humano es un mundo. Con respecto a lo otro...  Lo que pensó Bruno, es ta perfecto, yo podría viajar con él sin ningún problema, asi como también enseñarle todo lo que aún no ha visto y si no también podríamos pedirle ayuda a Cielo, vez que ella sabe todo y bien podría ayudarle. Estoy seguro de que no se negara. Solo habría un pequeñísimo problema bueno en realidad dos 

—¿Cuáles? 

—Los trámites de la casa, quedarán dentro de un mes, eso y que aún falta la remodelación que se llevará su tiempo... 

—Además de que yo aún no he buscado lugar para mi taller - Thiago hace una mueca 

—Yo estaba pensando en eso Mar... Yo sé que amas tu trabajo y no quiero que pienses que es por un tema de machismo, sabes que te apoyo en todo lo que quieres hacer, pero... ¿Realmente crees poder con todo? Digo dentro de dos meses no vas a poder tener la movilidad que tienes ahora, eso sin contar que no vas a poder hacer mucho esfuerzo, vas a estar cansada, y después, cuando nazca la pequeña pulga, nos va a llevar un tiempo adaptarnos a su llegada...

Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora