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Mar se movía de un lado al otro, dando ordenes en el taller, todo el día había tenido una sensación rara, unos escalofríos horribles, que no sabia a que se debían, deja de lado lo que estaba escribiendo cuando siente unos brazos al rededor de su cintura, despues unos tibios labios en su mejilla

-Que linda que eres amor - trata de sonreir le, aun que le sale mas como una sonrisa forzada he incomoda, con disimulo se desase de su agarre y voltea a verlo

-Santi... ¿Que haces aqui? Es temprano - Santi sonrie y asiente

-Mama nos invito a comer... No supe que decirle, asi que viene a decirte ¿Si podías? Y si querías, ir claro

-Bruno hoy sale temprano... - desde hace una semana que regresaron de Argentina, Mariana había estado insistiendo en hacer una reunión familiar, pero Mar había encontrado cientos de escusas para poder negarse a tal reunión.

Lo cierto tambien es que toda la familia de Santino le caí bien, siempre la habían tratado bien, la recibieron con los brazos abiertos desde el primer día, Mariana era una mujer encantadora, amorosa, dulce. Cálida, esa era la palabra que mejor la describe y si tanta era su insistencia en que fueran, era por que había un trasfondo y temía a que fuera el tema de la boda, pues no había pensado nada al respecto. Llevaba un tiempo conociendo la, conviviendo con ella, y sabia bien que si seguía rechazando su invitación un día de estos se plantaría ya sea en su casa o en el taller para que hablara, no tenia otra opción, asi que solo le sonrio a Santino y asintió

-Dile que si, apenas recoja a Tobi del colegio vamos para su casa - Santino le sonrio

-¿Quieres que vaya contigo a recogerlo? De ahí podemos irnos a casa de mama - ofreció

-¿No tienes que ir a trabajar? - el asiente

-Si, pero las cosas que tengo que hacer hoy no son tan importantes y puedo dejarlas para otro día, tu y Bruno son lo mas importante para mi - una punzada de culpa la invadió, haciendo que baje la mirada algo agobiada, Santino toma su mentón y hace que lo mire - ¿Que pasa Mar? Llevas dias rara, dias no, mas bien estas rara desde ese día que te quedaste sola con Thiago...

-No, no es nada solo...

-Extrañas a tu familia - dijo interrumpiendo la, Mar frunce el ceño y lo mira - ¿Es eso? Jamas te había visto ser asi como lo eres con ellos, sonríes, ríes, todo el tiempo, eres cariñosa, es muy obvio que tu lugar seguro son ellos, peque, los ojos te brillan estando allá, tu mama, tu hermana, sobrinos, papa, todo lo tienes allá.

-¿Que decís? Vos sos mi lugar seguro, vos y Bruno. - Santino le sonrie pero niega lleno de ternura

-Tal vez seamos uno te tus lugares seguros Mar, pero allá eres como aqui no lo eres con nadie. Aqui tienes amigos, pero allá tienes HERMANOS que te quieren y quieres, tu familia esta allá, eres feliz allá. Por mi no habría ningún problema con dejar todo aqui, he irnos con tal de verte siempre asi de feliz, si quieres que despues de casarnos nos vayamos a vivir a Argentina yo no tengo ningún problema, es mas si quieres que nos casemos allá. Lo hacemos no hay ningún inconveniente

Mar lo mira con la mirada llena de culpa y agobio, Santino no se merecía un amor a medias, el se merecía ser amado como el ama, por que es una buena persona, por que da todo de si, sin esperar nada a cambio. Una vez había escuchado en algún lado la frase; "quédate con la persona que te ama mas a ti, aun que tu no lo ames igual". A Mar esa frase siempre le pareció una absurda cagada, por que no es justo, por que nadie merece que lo amen menos de lo que uno ama, Mar tenia muy claro que si aceptaba el irse a vivir a Argentina jamas llegaría a amar a Santino como se lo merecía, por que había un enorme obstáculo en el camino, de lindos ojos verdes con lunares en la mejilla y una encantadora sonrisa que casualmente tambien era el padre de su hijo. Tenia claro que en Argentina estaban muchas de las personas a las que quería con el alma entera, pero no seria feliz con Santino y su matrimonio mas pronto de lo esperado fracasaría.

Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora