seventeen

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—Hyung, venga aquí. —habló señalando a su lado donde se movió un poco dejando espacio para el mayor.

—Oh... no, estoy bien en el sillón. —volteando al otro lado para evitar así mal entendidos del omega.

—Hyunjin Hyung, si viene a mi lado podremos compartir este muñeco, que por casualidad lo encontré en su cuarto.

Ojitos inocentes, sonrisa satisfecha, era como un cachorro totalmente lindo y hermoso.

«Diablos, tú y tu afición a kumamon, nos acaba de hacer un favor...»

—Pero...

—Pero nada hyung, solo hágame compañía, por favor.

No tuvo más opción así que se adentró al nido con cuidado y viendo al omega para que este solo lo recibiera con una sonrisa. Cuando tomo asiento lo hizo con un poco de distancia, el lugar estaba bien hecho y además olía bien. La menta con chocolate amargo combinaba a la perfección con el algodón de azúcar.

Esto era relajante y tranquilo.

La película transcurrió con chillidos por parte del omega, pues había ciertas escenas donde los protagonistas se mostraban cariño y palabras cursis, haciendo deleitar y sonreír al omega.

Era gracioso hace solo un par de días lo había conocido y no de una forma muy buena, pero aquí se encontraba viendo una película con él en el nido de él.

«Parecen una pareja. Mi pareja.»

Totalmente ignorando al lobo solo trato de poner atención a la escena, aquellas que los protagonistas se besaban e iban a por más. Eso estaba pasando, pero no era normal que el momento se podría así de intenso y detallado.

Volvió la vista de una manera simulada al omega, este tenía las mejillas teñidas de rojo y cuando un gemido salió de la película este se cubrió los ojos dejando un espacio para ver lo que sucedía, era gracioso que Jeongin eligiera una película casi porno, solo porque dijera "la vida y el baile van de la mano" tal vez no se dio cuenta que era para mayores. O solo la quiso ver.

Cuando el momento intenso paso el omega se arrimó al brazo del alfa riendo sin razón alguna aun con las mejillas teñidas, Hyunjin dejo pasar esa risa que se asomaba por su cara y dejaba la vista de sus encías.

Esa risa no se le da a cualquiera...

—Hyung, eso... eso.

—No digas nada, tu fuiste quien la puso. —habló tratando de no reír pues había sido gracioso el comportamiento del cachorro ante eso.

Jeongin volvió a reír contagiando al mayor así que ya no había más película entre ellos solo unas miradas que hablaban por sí solas.

—Será mejor dormir mañana hay instituto.

El momento hermoso se desapareció pues esa frase dicha por el mayor hiso regresar a la realidad a Jeongin junto con eso lo que paso.

—Si... iré a dormir. Buenas noches Hyung.

Se levantó y con cuidado tomo todas las cosas que conformaba su lugarcito y se dirigió hacia la habitación de la planta de arriba entrando a la habitación de al frente. El mayor solo lo observó hasta perder de vista al menor así que agarró todo, limpio y intento apagar la tele, pero el sonido de la puerta abriéndose rápidamente paró en alto su intención de apagar el dispositivo electrónico, vio a Jeongin correr por las escaleras cosa que Hyunjin lo veía mal, podría pasar algún accidente.

El cachorro llegó a donde estaba Hyunjin y recogió al muñeco que estaba en la esquina de la mesita de estar. Hyunjin había perdido la oportunidad de recuperar a su querido kumamon.

—Lo siento hyung, olvide esto.

—Jeongin eso es mi...

—Descanse bien hyung.

Y tal como vino se fue, cerrando su habitación.

. . .

A la mañana siguiente el primero en despertar fue Hyunjin por culpa del estúpido despertador que no paraba de molestar así que el pálido solo alzó su brazo, agarró el despertador y lo estrelló en la puerta. Pero aun así el condenado no se callaba.

No teniendo más remedio que levantarse, bañarse y estar listo para el instituto.

No desayunaría sabía eso que le haría perder tiempo, abrió con sigilo la puerta donde el cachorro estaba y pudo observar como la colcha lo medio cubría y también como el pijama se había levantado un poco para dejar al descubierto una porción de piel del estómago.

Otro detalle que no dejo pasar fue que el menor estaba abrazando a su peluche favorito.

—Mocoso... Ahg, que envidia. —gruño en vos bajita.

Salió de la habitación y camino hacia la sala donde estaba de arreglar sus útiles lo más pronto posible, ya que vendrían por el como siempre.

No tardo mucho cuando una pareja se adentró a la casa, debía cambiar la clave, pero su estúpido horario no lo dejaba en paz.

—¡Buenos días Hyunjin!

—¡Baja la vos cabeza de rábano! —habló gritando en susurro.

—Por qué..? —pregunto el acompañante que por el momento relucía una hermosa marca en el cuello.

—Me contaran sobre eso. —habló señalando a Felix quien se sonrojó al instante. —Ahora vámonos o llegaremos tarde.

—Tu tampoco no te salvas gruñón.

El solo rodó los ojos y trato de empujar a la pareja fuera de la habitación antes que al cachorro se le ocurriera despertar y crear mal entendidos.

Hablando de rey de Roma y el que se asoma...

—Hyung por que tanto escándalo.

Diablos ahí estaba parado Jeongin con la camisa un poquitín levantada, abrazando a kumamon y restregándose su ojito.

—¡Hyunjin, explícame esto!

𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗺𝗲 𝗁𝗐𝖺𝗇𝗀 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗷𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora