twenty five

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Hyunjin había convencido de alguna manera a su padre y supuesta madre, debía faltar al instituto, pero sabiendo quien estaba a cargo, podía faltar el año entero y pasaría como unos de los mejores estudiantes. Desgracia de padre.

La secretaria de su "madre" había confirmado la inasistencia a la empresa en lo que se recupera, ja, no sonaban nada preocupados.

No quería amargarse más, estaba entrando en la etapa más feliz y melosa de su vida, esta vez sí haría las cosas bien, lo protegería.

Jeongin aún cuidaba del alfa, cosa que después de esa declaración se había teñido sus mejillas una cantidad de veces, su alfa, suena lindo ¿verdad?, el omega trataba de no verlo, no quería cambiar mucho y terminar avergonzado demás; escondido en el cuello del alfa, donde sus fragancias dominaban el ambiente.

Su alfa...

—Innie... —ese apodo lo traía loco, sonaba lindo y eso hacia teñir las mejillas de el omega de manera preciosa y linda. —Amo que te sonrojes.

—H-hyung me avergüenza. —protestó.

Hyunjin mantenía una sonrisa sincera, no aquellas programadas para las juntas de la empresa donde casualmente los asociados eran unos rabos verdes.

—Hyung será mejor que coma, no ha probado bocado desde la mañana y pronto será medio día. —aclaró.

No habían comido nada después curar la herida y dar semejante giro a sus vidas el alfa solo se había atrevido a abrazar al omega en ese sofá, compartiendo calorcito y mínimas muestras de afecto. Se sentía hermoso tener personas que significan mucho en la vida.

—Hyung... —llamando la atención del alfa y encerraba la nariz en sus cabellos aspirando el olor a shampoo de donas que utiliza.

—Cinco minutos Innie. —ronroneo.

Jeongin estaba contento, a pesar de haber pasado gran caída en su vida. El alfa le había ayudado a afrontarlo, tendiéndole sus manos para que se levantara. Aunque no todo había concluido debía decirle a Hyunjin sobre los recientes mensajes que solían llegar al departamento, aquellos que se deslizaba bajo la puerta cuando su hyung no estaba. Debía hacer comentario de eso, esos mensajes eran escalofriantes y de su padre.

—Hyung...

—Innie... —suspiró. —Déjame acurrucarme junto a ti solo un momento. —puchereo.

—Pero Hyung tengo que alistarme. —sonrió y volvió a esconderse en el cuello de su alfa. —Felix hyung me ha invitado a salir.

—¿A salir? —interrogó. —Tal vez tengas que llevarte una de mis tarjetas, no creo que Bangchan le haya devuelto.

—Hyung, Felix hyung le encanta salir de compras ¿verdad?

—Si...

—¿Usted cree que siga enojado por lo del centro comercial?, aquella vez que ustedes llegaron al patio de comidas...

Hyunjin rio internamente pues él había perdonado al omega por un simple helado, pareció que más enojado estaba Jeongin que el por arruinarlo.

—Bangchan es de esos alfas posesivos, el cuida mucho a Felix. —articuló, él tampoco se quedaba atrás, aunque no es de esas personas que van derramando amor y vomitando arcoíris sabía que si algo es suyo como Jeongin su omega, no dejaría que nadie se le acerque ni que haga daño.

—Hyung usted no se queda muy lejos. —rio tratando de despegarse del alfa en modo de broma, pero a cambio quedo más apretado en sus brazos. —¿Lo ve Hyung; en este preciso momento no me deja ir a alistarme?

—Es mentira... solo te estoy reteniendo para que te quedes a mi lado.

—Alfa mentiroso.

—Omega hermoso.

La puerta se abrió, el alfa rodó los ojos sabiendo que tenía que cambiar la clave del departamento y decírselo a Jeongin, este en cambio se sobresaltó un poco y se escondió más para evitar ver la cara del mayor.

—¡No te muevas Hyunjin! —sacó si celular y tomo varias fotos. —Buen material. —rio.

—Jeonginnie ya sé que estas ahí, vamos, la tarde nos espera.

—Hyung... —habló haciendo que su aliento chocara contra la piel del cuello blanquecino del alfa. —Me tengo que cambiar.

—Ve, Jeongin. —lo soltó y este camino más que avergonzado ganándose un guiño por parte del omega mayor. Dirigiéndose a su pieza para cambiarse.

—No creo que Bangchan te haya devuelto la tarjeta Felix. —escupió en tono de broma y se levantó.

—Lo hizo. —afirmó. —De hecho, él es el castigado.

—¿Por qué? —sabía que los ataques de celos de especialmente de ese omega no iban en vano.

—Es totalmente irónico. —gruño.

—No me digas que es por su secretario, sabes que él es un beta de pene suelto, no le hagas caso. —rio.

—Lo sé, pero Channie es... es...

—Felix Hyung estoy listo.

Jeongin bajaba por las escaleras vestido totalmente hermoso a lo que Hyunjin se levantó con cuidado del sofá por el golpe, se acercó a él y le planteó un beso en la frente haciendo que el omega se sonroje.

—Felix lo quiero tal y como te lo estoy entregando, sin cambios ni nada ¿entendido?

—Como sea. —rodó los ojos.

—Adiós hyung, nos vemos luego. —se despidió.

—Hasta luego cachorro...

¿Esto no parece una despedida verdad?

𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗺𝗲 𝗁𝗐𝖺𝗇𝗀 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗷𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora