Todo está borroso y gran parte de su entorno es oscuridad, pero no está asustado. Partes de su propio cuerpo son intangibles y apenas tiene boca para hablar, pero ha estado ahí tantas veces ya que no hay manera de que se altere.
Frente a sus ojos, brillantes, dos figuras nítidas le miran con la alegría sincera del recibimiento. Está acostumbrado a ver siete y un vestigio a medias, pero imagina que su manifestación no tiene que ver con él, sino con los vestigios mismos.
—Noveno, bienvenido. Lamentamos traerte de repente—dice Yoichi, el primer portador del OFA. A su lado, el imponente pelirrojo, desvía la mirada pero asiente como saludo.
—Primero, segundo—dice cuando la neblina le permite hablar—. ¿Para qué me han llamado?
—Yoichi insistió, yo le dije que no te llamara—adelanta el segundo portador. De inmediato Izuku nota que, sea lo que sea que está a punto de escuchar, quizá no tenga que ver con el poder que cultivan.
Probablemente por eso el resto de vestigios no están, ¿pero qué podría ser tan confidencial como para que sólo el primero y el segundo se manifiesten?
—Es importante—replica el albino a su compañero. La voz calma y la mirada serena.
Él no opina, solo observa a los mayores en ese espacio perdido entre el universo y su consciencia.
—Ese compañero tuyo, Bakugou...—empieza el más alto, luego de suspirar y dar la razón a su antecesor, con un tono titubeante y hasta ligeramente incómodo.
—¿Kacchan?, ¿pasa algo con Kacchan?—interrumpe inconscientemente, repentinamente preocupado de que su amigo de infancia pudiese estar en problemas o algo similar. Lo abrupto de su preocupación lo llevó de inmediato a sentir esa habitual necesidad de ayudar en lo que sea que tuviera que ver con él.
Sin embargo, la sonrisa tranquila del primer portador y el gesto de negación del segundo le hacen saber que nada malo pasa realmente, así que respira profundamente para tranquilizarse nuevamente.
—Nada de eso, noveno—ahora habla el albino—. Solo queríamos hablar de él contigo.
—¿Hizo algo malo?
—Para nada, solo...
—Si robarte el corazón es algo malo, ¡oh, sí, lo hizo!—Kudou habla al mismo tiempo que Yoichi, pero es él único al que Izuku termina por prestarle atención.
Normalmente ahí, dentro del OFA, no suele manifestar sensaciones fuertes -ya está de más acostumbrado a estar ahí-, sin embargo, en ese momento siente un escalofrío en todo su cuerpo y sus mejillas se enrojecen escandalosamente. Sus manos cubierta de materia oscura rápidamente viajan para ocultar la expresión de sorpresa de su rostro.
—No se supone que lo diríamos así, Kudou—regaña el más delgado, con el ceño ligeramente fruncido pero sin estar realmente a enfadado. El pelirrojo se cruza de brazos y se gira a mirarlo, ignorando momentáneamente la presencia del noveno.
Es mientras el más robusto de los tres se enfoca en el albino y se inclina ligeramente hacía él con una sonrisa socarrona cuando el peliverde nota que hay algo extraño en su interacción.
—Yo... hum, no... Kacchan no me ha robado nada, menos el corazón—titubea cuando siente que la mirada que se sostienen los otros ha durado lo suficiente—. No entiendo qué quiere decir con eso, explíqueme, por favor.
—La negación es normal—asegura el pelirrojo, devolviendo su atención a él—. Pero no es ese el problema, tarde o temprano terminas por aceptarlo—dice con seguridad, mirando fugazmente a su compañero de baja estatura.
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Historias Katsudeku/Dekukatsu
FanfictionSolo historias (madianas, cortas y largas) de mi OTP que se me ocurren pero que luego no sabría desarrollar en una historia larga. ♥︎ Escritos de +2, 000 palabras porque escribo mucho jaja. Aunque habrá escritos más cortos que otros. ♥︎ Mencio...