Capítulo 1

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Capítulo uno

Vivir así es una completa mierda. Para mi suerte mi situación es mejor que la de muchos de los humanos de este planeta.

Yo vivo con un grupo de unas cincuenta personas en las que nos mantenemos ocultos de los hombres lobos en campamentos alejados, sembramos y criamos nuestra comida, los mayores enseñan a los menores, somos organizados y cuidadosos.

Hasta hace unos cien años los humanos eran los reyes del mundo, pero en un momento los hombres lobos decidieron tomar el control haciendo que los humanos comenzaran a carecer de cosas necesarias para vivir y después de ser una de las especies más numerosas del mundo, solo quedamos unos miles en todo el mundo.

Algunos de nosotros tienen una vida como ellos, están llenos de lujos, ellos son los compañeros de algún hombres lobos.

Compañeros... una palabra que hasta hace poco tenía un significado diferente para todos. Ellos son las parejas eternas y de alma (Así de cursi) de los hombres lobos. Tu compañero es tu debilidad, ellos los aman y le dan todo lo que pueden.

Los compañeros son la debilidad de un hombre lobo, si uno muere, el otro también.

Los humanos muy pocas veces son compañeros de un hombre lobo, por lo general se mezclan entre su propia monstruosa especie.

Ellos han asesinado a sangre fría a los humanos, los niños quedaban sin madres, ellos nos usaban como esclavos hasta que así poco a poco el número bajó hasta que la mayoría de los humanos se encontrara en grupos muy pequeños, como es en mi caso.

Los hombres lobos son mucho más fuertes físicamente que los humanos, ellos tienen mucha más resistencia y no enferman nunca, ellos se consideran la mejora de la raza humana.

También hay otra debilidad de los hombres lobo, pero a esta los humanos no podemos acceder: La plata. Había sido retirada por completo y solo los líderes de los hombres lobos tenían acceso a eso, no existían utensilios de ese material entre los humanos, no había manera de conseguirlo.

O eso es lo que parecía pasar.

Yo tengo plata, lo que si es descubierto por algún hombre lobo es probable que sea asesinada muy cruelmente por ellos en castigo. Pero yo conseguí tener plata, mi madre me la entregó, yo no sé como ella hizo para conseguirla.

Era una daga aparentemente normal, solo que muy pequeña y el la punta tenía plata, lo que no era mucho, pero podía llegar a matar a un hombre lobo si se conseguía una buena cortada.

Solo una vez me había enfrentado frente a frente con una de esas bestias llamadas a si mismos el futuro del mundo y todavía tengo pesadillas sobre eso.

Era un día tranquilo para nosotros, yo tenía solo trece años y estaba de guardia junto a algunas personas más mientras que el resto descansaba.

De pronto escuchamos ruidos y nos decidimos por investigar que lo había provocado al acercarnos nos dimos cuenta que era una persona.

El hombre tenía unos veinte años y estaba sucio y muy delgado, después de hablar con armas apuntándole decidimos creer que era de los nuestros por lo que bajamos la guardia y decidimos llevarlo al campamento.

Entonces, al darle la espalda la mayoría de nosotros -la excepción fui yo- él se retorció hasta volverse un gran lobo.

Pero eso no fue lo peor, la peor parte fue la transformación. No había durado más de quince segundos, pero no podía olvidarla.

Había escuchado el sonido de huesos quebrándose, vi al hombre doblarse en ángulos que no parecían ser posibles, parecía estar en dolor, lo que no duró mucho porque solo con unos segundos un enorme lobos ¡Así es! ¡Un maldito lobo! Estaba justo frente a nosotros.

CCH: Casa para Compañeros Humanos #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora