CCH: Casa para Compañeros Humanos #Wattys2016

Capítulo 9

Capítulo nueve

Bienvenida a casa... estuve a punto de replicar que ningún lugar ahora sería llamado mi casa después de que la destruyeran. Tal vez si alguna vez me volviera a encontrar con alguna de las personas que amaba podría tener un nuevo hogar.

No permití que él abriera la puerta para mí como había planeado hacer y mucho menos tomé su mano que ofrecía ayuda. Decidí que el tratamiento silencioso era lo mejor que podía hacer.

Tenía la esperanza que él se aburriera finalmente de mí, si me mantenía arrogante y firme tal vez él dejaría de intentar cambiar mi actitud y me mataría de una vez (Lo que prefería ) o me dejaría ir por mi cuenta de nuevo.

Entré detrás de Andrew a la casa, no pude evitar que sostuviera la puerta para que yo entrada. Era una casa de dos plantas bastante grande.

Después de un largo recorrido por la planta inferior en busca de todas las puertas y ventanas sin protección para poder salir ya conocía cada una de las habitación que habían. En la cocina estaba la puerta que daba al patio trasero y una ventana que permitía que luz natural entrara a la habitación. Había una sala de estar con una gran televisión conectada a videojuegos, el comedor estaba compuesto por una gran mesa que sin problemas podía ser usado por más de doce personas, habían dos baños en el lugar, uno mucho más grande que el otro y también había una puerta que llevaba a un oscuro sótano al cual no había logrado reunir suficiente valor como para bajar las largas escaleras.

Después del recorrido en la planta inferior regresé hasta en donde se encontraba una larga escalera en forma de espirar y la subí cuidadosamente para evitar marearme.

Al llegar arriba se separaba en dos pasillos, en primer lugar decidí caminar hacia la derecha en donde me encontré en primer lugar lo que parecía ser un salón baile que estaba mayoritariamente vacío y al final del pasillo me encontré con una enorme biblioteca.

Después de dar una rápida mirada alrededor de los cuartos regresé para ir hacia el otro lado del pasillo y me encontré con que todas las puertas eran habitaciones.

Tres de ellas estaba completamente vacías, solo se encontraba una cama al centro de la habitación con un armario vacío y un pequeño mueble lleno de polvo junto a la cama.

Cuando me acerqué a la penúltima puerta y tiré de esta para abrirla hacia afuera me encontré con una chica al centro de la habitación observándome con cara confundida.

La habitación tenía paredes color calipso y estaba llena de fotografías y diplomas enmarcados, había una cama con un diseño abstracto y femenino en uno de los rincones y una gran alfombra esponjosa cubría el suelo. Junto al gran armario lleno de notas había un escritorio lleno de cuadernos y lo que parecía ser una laptop.

Después de dar la rápida mirada alrededor no sabía qué hacer, ¿A caso debía cerrar la puerta, correr y desear que si me ve de nuevo no me reconociera? La chica seguía con una mirada confundida en su rostro y me di cuenta que ella estaba recién levantándose.

Se encontraba descalza y con zapatillas de deporte en sus manos, tenía unos pantalones coros un poco más grande que su talla lo que claramente ella usaba como pijama y una blusa con el último botón abierto cubriendo su parte superior.

Ella no debía tener más de catorce años, su rostro todavía parecía infantil con rastros de la niñez y claramente hace poco había comenzado a desarrollarse físicamente.

-- ¿Hola? -- Dijo la dulce voz de la muchacha -- ¿Quién eres tú?

-- Hola. Me llamo Gwen -- Respondí presentándome y rascando la parte trasera de mi cuello en muestra de nerviosismo -- Perdón por entrar así en tu habitación, es que ese tipo raro me trajo acá y pensé que tenía que conocer el lugar, pero no pensé que me podía encontrar con alguien más...