Capítulo veintiuno
Desperté otra mañana compartiendo la cama con Andrew.
La única diferencia es que el día de hoy en vez de amanecer con el brazo de él rodeando mi cintura, o con mi mano en algún lugar de su cuerpo al abrir los ojos no pude ver absolutamente nada.
Y solo después de unos segundos pude saber por que esa eso. Estaba entre los brazos de Andrew, no podía ver nada por que mi cabeza estaba enterrada en el pecho de él, estaba muriendo de calor por la cercanía con su cuerpo y sus brazos aprisionándose cerca suyo.
Y yo ni siquiera sabía como había llegado acá, mucho menos por qué estaba entre los brazos de él. Él me debe algunas explicaciones.
La última cosa que recuerdo haber hecho el día anterior era estar en el sofá de la sala de estar junto a el chico que supuéstamente tenía que cuidarme viendo una película, nunca antes había visto y realmente tenía que admitir que había sido genial, aunque hubiera podido vivir tranquilamente sin haberlo hecho.
Si yo estaba acá significaba que me había dormido en algún lugar la noche anterior, mi mente estaba nublado por el litro de helado con extra-azúcar que comí. Bueno, tal vez era más de solo un litro lo que había comido.
Según lo que había entendido me podía hacer una sobredosis de azúcar, lo que no tenía un efecto tan malo como si fuera alcohol o drogas, pero de cualquier manera había logrado volverme hiperactiva hasta que estaba demasiado cansada como para continuar y decidí dormir en algún lugar que no recuerdo.
De cualquier manera no me quejaba de esta posición. Estaba realmente cómoda así, no tenía frío, estaba usando su pecho como almohada, su respiración en mi cuello me relajaba y me era tierno como de vez en cuando murmuraba algunas cosas que no alcanzaba a entender.
Sabía que después me arrepentiría por no haberlo alejado en este momento, ¿Pero qué importaba? Lo estaba disfrutando.
Dejé que un suspiro escapara de mis labios mientras que me acomodaba entre sus brazos, no era estúpida, sabía que me sentía así por el lazo de compañeros. Todo era culpa del maldito lazo que se formaba entre nosotros y no quería decir que él me gustaba porque no lo hacía.
Todavía no superaba mi odio por él y por su especie, a veces me podían ser agradables y simpáticos pero eso no cambiaba nada. Las cosas son como son por una razón.
Gee era de los míos, no él ni Pagan. Como había estado con Max durante todo el día de ayer nunca había podido estar sola por lo que no había pensado siquiera en enviar el mensaje a el número que ella me había dicho.
Pero la podría ver hoy para hacer algunas preguntas, a penas la viera en la secundaria lo hiciera...
Ese pensamiento hizo que mis ojos se abrieran de golpe y empujara a Andrew para apartarlo de mi. Se me había olvidado por completo que iba a la escuela, ¿A caso que hora era? No tenía ni la mas mínima idea de eso.
Andrew se despertó inmediatamente y pude ver en su rostro la confusión mezclada con el cansancio que sentía.
-- ¿Qué hora es? -- Pregunté mientras corría al armario para tomar un poco de ropa.
-- ¿A caso tengo cara de reloj? -- Preguntó él mientras cambiaba su posición a sentado sobre la cama con una de las mantas sobre su cuerpo para ayudarlo a mantener calor en si -- De cualquier manera, Gwen, ¿Qué se supone que estás haciendo?
-- Me estoy preparando para ir a la escuela -- Respondí mientras que miraba entre todas las cosas ahí indecisa. Necesitaba a Pagan para esto.
-- ¿A la escuela? -- Preguntó él mientras que fruncía el ceño en muestra de confusión, ¿A caso se había olvidado de nuestro trato?
-- Eso fue lo que dije -- Respondí mientras sacaba unos jeans oscuros y buscaba algo más que ponerme. Estaba indecisa.
-- Son solo las ocho de la mañana -- Dijo Andrew revolcándose en la cama -- Además es sábado.
-- ¿Sábado? -- Estaba sorprendida y inmediatamente dejé la ropa tranquila. Además eran las ocho de la mañana, ¿Por qué me estaba levantando? En el momento que dejé la ropa en el armario bajé mi vista a mi propio cuerpo y me di cuenta que me habían cambiado ropa -- ¿Quién se ha atrevido a ponerme pijama?
-- Fue Pagan -- Respondió él encogiéndose de hombros -- No me mal interpretes, hubiera estado encantado de haberlo hecho yo, pero ella prefirió tomar la grata tarea. Y es increíble que no te despertaras.
Era un poco tranquilizador que no fuera Andrew quien me cambió, pero no podía creer que Pagan incluso tomó mi sujetador. Para evitar que otra persona me viera desnuda ahora comenzaría a vivir con el pijama puesto.
-- Tenía sueño -- Respondí alejando esos pensamientos de mi cabeza -- ¿Y cómo terminé durmiendo en esa posición?
-- Bueno, te cargué por las escaleras y cuando llegué acá dejé que Pagan se encargara de ti. Cuando pude volver a la habitación estabas a la mitad de la cama -- Explicó -- Así que no te quise mover y me metí a tu lado, y después te acercaste más a mi y no tuve otra opción que rodearte con mis brazos.
La sonrisa de parte de él no vaciló, parecía estar orgulloso de haber hecho eso. Al parecer no fui la única que pasó una buena noche.
-- ¿Vas a volver a la cama? -- Pregunté él. Sentí como un escalofrío recorría mi cuerpo al escuchar esas palabras, parecía ser una conversación de una pareja casada.
-- No, no tengo sueño -- Me encogí de hombros.
-- Pero lo que tenía en mente no era dormir -- Habló él con una sonrisa de esperanza en sus labios, ¿Si no estaba pensando en dormir entonces que estaba pensando hacer...?
-- No, gracias -- Hablé mientras que volteaba para esconder mi rostro sonrojado.
-- Solo bromeaba -- Respondió él poniéndose de pie inmediatamente para alcanzarme pasar sus brazos alrededor de mi cintura. Me tensé inmediatamente.
De un momento para otro él comenzó a actuar como un cachorro enfermo de amor, en primer lugar había pasado toda la mañana sin actuar como un machista, me había coqueteado y ahora él estaba abrazándome. Realmente algo estaba mal.
-- No me toques -- Hablé mientras que intentaba alejarme, y después de eso no pude contenerme antes de preguntar lo que estaba en mi mente -- ¿Qué les sucedió a lo sujetos de ayer?
Me habían dicho que los iba a matar, pero tal vez los había dejado ir. Esperaba que los hubiera dejado ir.
-- ¿Por qué preguntas por eso? -- Preguntó él -- Ellos fueron juzgados por el delito que cometieron...
-- Y en castigo fueron asesinados -- Completé su oración. Dejé que sus ojos vagaran por mi rostro, habían muchas emociones grabadas en su rostro.
-- ¿Quién fue quien te dijo eso? -- Preguntó él. Yo me encogí de hombros. No le iba a decir, no me gustó el tono con el que escupió esas palabras y temía que les pudiera hacer daño por haberme dicho -- Solo hay dos opciones cariño, ¿Gee o Max?
-- No voy a delatar a nadie -- Respondí manteniendo mis ojos fijos en los suyos -- Solo quería saber si lo que escuché era cierto.
-- Puedo explicártelo... -- Comenzó a hablar, pero me apresuré en salir de la habitación y fui inmediatamente a el único lugar que podía estar, la habitación de Pagan.
Tengo que pedirle un favor
Hola a todos! Discúlpenme por el capítulo corto, prometo que comenzarán a ser más largos. No olviden pasarse por mis otras historias que pueden encontrar en mi perfil.
Bueno, he recibido algunos mensajes que quieren saber un poco más de mis personajes y de mi, así que pueden dejar en los comentarios o enviar un mensaje privado con una pregunta (Y también a quien está dirigida por favor) Si hay por lo menos 15 preguntas van a estar en la parte final del siguiente capítulo.
Gracias por leer, no olviden comentar y votar.
-Valerie
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CCH: Casa para Compañeros Humanos #Wattys2016
Hombres LoboEl mundo ha quedado bajo el poder de los hombres lobos, ellos controlan a los países en todos sentidos y la especie humana está comenzando a extinguirse. Los hombres lobos son fuertes y poderosos, solo con una gran debilidad: sus compañeros. Por lo...