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- Esto es una muy mala idea - Lindsay mira a Coriolanus mientras ambos sudan por el calor que había en la parada del tren.

- Siempre eres tú la que dice que son como nosotros, bien, es hora de probarlo - Coriolanus estaba totalmente nervioso, si alguien intentaba hacerle algo a su amiga tendría que intervenir de inmediato para protegerla y no es la persona más fuerte del mundo.

- Si pero está gente nos odia. No tienen nada más que perder en la vida. - la castaña se acomoda su mochila en el hombro.

Coriolanus y Lindsay habían decidido o más dicho el rubio la había arrastrado hasta la parada del tren para dar la bienvenida a sus tributos.

Coryo trajo una rosa mientras que Linny trajo una botella de agua y una manzana.

- Estoy nerviosa - le confesó y Coryo la abrazó por los hombros.

- Todo estará bien, Linny - le deposito un beso en la cabeza y se volvió a separar - ahí vienen.

Ella suspiró y se secó la maños en su uniforme rojo.

Cuando el tren estacionó hizo un chillido horrible que q ambos se les taparon los oídos. El la miró y ella a él, exasperados por todo lo que estaba sucediendo.

Varios tributos comenzaron a bajar y algunos ayudaban a los otros.

- Ahi está - apuntó a un grupo de personas - voy hasta allí.

Coryo trato de detenerla pero su amiga ya estaba llegando al grupo.

- Buenas - los saludó alegremente, todos la miraron mal - Reaper - lo llamo para que el fuera con ella.

El trato de ignorarla pero luego vio el agua y se acercó.

Ella le entregó lo que le había traído.

- Soy Lindsay Zital - estiró la mano pero el la ignoro - bueno, yo soy tu mentora. Estoy para hacer todo lo posible para mantenerte con vida en la arena.

El asintió pero no le dijo nada más, le hizo una seña con la cabeza y se alejó hasta los agentes de paz.

Lindsay desconcertada por la actitud de su tributo giró para encontrarse con el rubio y Lucy Gray, el tributo de su amigo, masticando un pétalo.

- Sabe a casa - Lindsay estaba viendo atentamente esta interacción y su corazón dió un vuelco cuando se dió cuenta que le estaba poniendo la rosa en el pelo tal cual le estaba haciendo a ella ayer.

Lindsay se quedó parada en medio de la estación mientras otros tributos pasaban porque no se podía mover de ahí, como Coriolanus miraba a Lucy Gray le impresionó. Linny siempre quiso que Coryo la mirara así.

Cuando Lucy Gray se dio vuelta para irse con el resto de tributos se chocó con Lindsay y fue ahí cuando la chica del Capitolio reaccionó.

Amabas dieron un pequeño saltito hacia atrás y Lindsay sonrió forzosamente.

- Hola, soy Lindsay Zital - le estiro la mano y la otra chica la acepto - soy amiga de Coriolanus y mentora de Reaper.

Lucy asintió y se presentó con una sonrisa para luego despedirse e irse con el resto.

- Hay que ir con ellos - Zital lo miró totalmente incrédula de lo que le estaba diciendo.

- No, no - empezó a decir pero el ya había tomado su brazo - Coriolanus - lo hizo parar y mirarla - lo que hayas sentido, lo que hayas pensado que haya pasado, bórralo. Es una tributo en los Juegos del Hambre, no hay posibilidades de que eso salga bien.

El la mira ansioso, quiere irse pero ella lo retiene.

- Vamos, Lindsay. Se van, no se que crees que haya pasado pero esto es para ganar su confianza - el rubio miraba a dónde se estaban subiendo y a Lindsay una y otra vez.

- Coryo, te conozco mejor que nadie. Te quiero y por eso te estoy diciendo esto. No podemos subirnos ahí, nos van a matar - eso si parecía hacerle efecto. No quería que nada le pasara a su amiga por su culpa.

- Está bien, está bien - empezó a asentir y fue ahí cuando ella lo soltó y comenzó a girarse para irse hasta que el rubio empezó a hablar otra vez - tú vete, yo voy con ellos.

Y antes de que ella objetara o se le uniera el ya estaba corriendo y saltando al carro.

La de ojos verdes tuvo que quedarse unos segundos viéndolo impresionada. No podía creer lo que el era capaz de hacer.

Mientras el también se le quedaba viendo pidiéndole disculpas con la mirada pero ella parecía más preocupada que enojada.

Vió cómo ella suspiraba mientras el carro empezaba su camino.

- Idiota - murmuró Lindsay a lo bajo para luego salir de la estación de trenes e ir hasta su auto.

Le pidió al chofer que prendiera la radio y fue cuando escuchó a Lucky Flickerman hablando sobre el zoológico y los tributos.

- Vamos al zoológico y rápido - le ordenó al chofer y el inmediatamente le hizo caso.

El camino parecía eterno para Lindsay pero sabía que llegarían antes que los tributos.

Apenas Tony, su chofer, estacionó ella bajo corriendo gritándole gracias y yéndose. Sabía que el iba a esperarla ahí, siempre lo hacía.

Lucky trataba de hablar con las personas que estaban al rededor de la jaula de los monos, creando expectativa y atención del público.

Trato de hablar con ella pero no se lo permitió, estaba muy concentrada en cada movimiento dentro de la jaula para saber si su amigo estaba bien.

Y de pronto se escucha un ruido y gritos, la castaña se puso muy tensa sin saber que pasaba.

Y fue ahí cuando lo vio. Los estaban tirando como si fueran basura a la jaula.

Entre todas esas personas estaba Coriolanus que resaltaba por su pelo rubio, ojos celestes, uniforme rojo y seguramente porque era el único que iba limpio.

El se levantó del suelo desconcertado mirando a donde estaba, estaban rodeados de gente y cámaras. Todo panem va a ver como lo tiraron como basura, solo pensaba en su reputación.

Hizo un rápido escaneo al público que los miraba y conectó con una mirada verde.

Ahí estaba, su chica, su amiga, su Lindsay tan fiel y atenta como siempre, estaba allí.

Fue ahí cuando hizo click y algo dentro de él lo animó a dar un paso.

Lucy Gray le dijo que el manejara al público y con la ayuda de ella y la reconfortante mirada de su amiga se movió entre el público presentándola.

Todos estaban enamorados de ella, era icónica.

Reaper ni siquiera quería ver a Lindsay y ella lo entendía así que se quedó ahí mirando a Coryo con recelo hasta que lo sacaron.

Bad for business- Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora