— ¿Te quieres ir? — Coriolanus le pregunta a Lindsay cuando todos empezaban a irse.
— No, todavía no — el rubio asiente y se sienta al lado de ella.
— Haz estado callada todo el día — el la mira preocupado.
Su Lindsay no para de hablar y querer hacerlo reír.
— Si, no se... los juegos me tienen mal — el pasa su brazo por los hombros de la castaña y ella recuesta su cabeza en su hombro.
Dolía. Dolía tenerlo así y saber lo que sentía por otra.
Dolía saber que su mejor amigo de toda la vida era capaz de romperla en mil partes.
Y dolía aún más saber que no importará lo que le hiciera, ella seguiría ahí. Esperándolo y amándolo.
Era suya. Siempre lo fue.
Y el era de ella. Su Coriolanus, tal vez no de la forma que ella quería pero sabía que era así.
— Prométeme que si pasa algo me lo dirás — ella asiente y el le deposita un beso en la cabeza.
Alguien detrás de ellos carraspea.
— Disculpen — esa voz hizo que Lindsay se estremeciera — señor Snow y señorita Zital.
— Doctora Gaul — ambos dijeron al mismo tiempo como saludo.
— Tienen un amigo en común que necesita su ayuda — ambos se miraron sin entender.
Les señaló la pantalla y había una imagen de Sejanus en la arena.
Coriolanus y Lindsay se miraron asustados.
— ¿Qué hace ahí? — le preguntó el rubio.
— Supongo que un cierto tipo de ritual con los muertos —Lindsay miró fascinada la escena.
En el Capitolio no habían esos rituales y le parecían encantadores.
— Aún no entiendo que necesita, Doctora — la castaña la miraba confundida.
— Tienen que entrar a sacarlo — el rubio rápidamente se negó mientras que su amiga asintió.
— Está bien, todo sea por Sejanus — Lindsay se paro y Coriolanus le tomó la mano.
— Por supuesto que no — la miró confundido — ¿por qué iríamos nosotros? ¿No pueden ir agentes de paz?
— Lo asustarían y correría, señor Snow — volvió a mirarlos a ambos — ahora que lo pienso mejor, la señorita a Zital no entrará. Entrará solo usted.
— No, si el no quiere déjeme entrar a mi — la castaña dijo tratando de protegerlo.
— La decisión está tomada. El señor Snow entrará — Lindsay le toma la mano a su amigo cuando este se para.
No volvería a discutir con la Doctora Gaul, no termina bien.
De todas formas Lindsay los acompaño hasta la arena y se quedó afuera la Doctora Gaul y el decano Highbottom viendo las imágenes de lo que pasaba.
— ¿Cómo está mi hijo? — llegó corriendo la madre del moreno.
— Oh ma, me alegra tanto verla — le dijo Lindsay a la señora.
Sejanus y Lindsay eran verdaderamente amigos, el moreno conoce a los padres de la castaña y viceversa.
— Ay querida, por suerte no te dejaron entrar sino se que dejarías la vida ahí dentro por mi hijo — Ma Plinth le tomo las manos a Lindsay buscando apoyo.
Mientras Strabo Plinth mantenía su distancia.
Así que eran 4 mirando la pantalla mientras que todo Panem tenía una imagen distorsionada.
Coriolanus comenzó a acercarse despacio a Sejanus y Lindsay contenía la respiración cada vez más.
Pasaron unos minutos hablando y antes de que ellos se dieran cuenta Lindsay empezó a ver movimiento en las gradas.
Parecía que Coryo lo había convencido de irse con la condición de llevar el cuerpo de Marcus pero mientras lo llevaban Bobbin, Coral y algunos otros tributos corrían detrás de ellos.
Lindsay y Ma apretaban las manos cada vez más.
Cuando el rubio se dio cuenta que de lo que pasaba soltó a Marcus y le gritó a Sejanus que hiciera lo mismo.
El moreno le hizo caso pero mientras corrían tropezó. Coryo fue a ayudarlo y cuando lo hacía Bobbin los alcanzó y le clavó un cuchillo en la espalda.
Lindsay soltó un grito bajo por la sorpresa.
El rubio y el moreno pudieron seguir corriendo y cuando estaban llegando a las puertas otra vez los alcanzaron.
Coriolanus agarro lo que tenía más cerca y lo tiro contra el craneo de Bobbin.
El chico cayó muerto inmediatamente.
Lindsay se tapo la boca con la mano temblorosa, Ma le daba apoyo con la otra mano y sus ojos se llenaban de lagrimas.
Luego de unos segundos de shock Sejanus hizo que Coriolanus siguiera corriendo hacia la puerta.
Cuando estaban llegando casi los alcanzan de nuevo y se podían escuchar los gritos pidiendo que abrirán la puerta.
Cuando los agentes de paz lo hicieron los dos chicos salieron disparados de adentro y volvieron a cerrar rápidamente la puerta mientras Coral intentaba hacer que algún cuchillo o lanza o tridente pasara por las rejas pero todos ya estaban lo suficientemente lejos para que pudieran hacerle daño.
Lindsay salió de donde estaban y corrió hacia Coriolanus.
Le agarro la cara y examino que no tuviera nada para luego abrazarlo dandole consuelo sobre lo que había pasado.
El se aferró fuertemente a ella sin permitir que las lágrimas salieran de sus ojos. A Lindsay la dejaba verlo llorar pero al resto de esas personas no.
El rubio junto sus frente y soltó un suspiro. Al fin se sentía seguro, entre sus brazos. Le agarro la cara a Lindsay y la beso pero no con deseo sino con profundo amor.
Y en ese momento la chica se permitió olvidar todo lo que sabía o le había hecho por ese momento de amor.
Casi lo perdía, no iba a seguir enojada por algo que dijo. Capaz había posibilidad de que se lo hubiera replanteado y ahora quería estar con ella.
Esas eran solo ilusiones y esta vez se permitió creerlas.
— Au — se quejó luego de un rato y la chica recordó la herida en la espalda.
Rodeo al rubio hasta llegar a su espalda y le sacó el saco de la Academia.
— Oh, Coryo — pronunció al ver la sangre en su camisa blanca.
La Doctora Gaul dijo que lo podía curar en su laboratorio y lo apartó para revisarlo por arriba.
Sejanus estaba parado mirando todo lo que sucedía.
Y Lindsay por más de ser su amiga sintió un enojo gigantesco hacia el por hacerle eso a su chico.
Corrió hasta el moreno y lo empujó.
— Idiota — golpeó su pecho repetidas veces — podías hacer muerto — Sejanus paró los golpes después de un rato — ¿en que pensabas? También podría haber muerto Coriolanus — lo miró llena de enojo — ¿es que no piensas? Se inteligente Sejanus, si quieres hacer un cambio no puedes hacer esas estupideces — el moreno asintió y la mirada de la castaña se suavizó — ahora ven acá, me alegra de que estés bien — y lo abraza muy fuerte.
Lindsay tenía ese poder de pasar de un extremo a otro con sus emociones.
El abrazo de los dos castaños no duró tanto pero fue significativo.
Cuando se separaron Sejanus fue con Ma Plinth y ella con Coriolanus Snow.
— Los llevaré al laboratorio — ambos adolescentes siguieron a la Doctora Gaul temiendo que algo peor pasara al estar cerca de ella.
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Bad for business- Coriolanus Snow
FanfictionLindsay Zital es hija de un empresario muy reconocido en el Capitolio, Oliver Zital, durante los días oscuros su riqueza no se vio afectada por lo cual era una de las familias más poderosas de Panem. Oliver Zital era muy buen amigo de Crassus Snow h...