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Coriolanus la seguía, no podía hacer otra cosa. Su Lindsay lo sabía todo, siembre lo supo.

Y ahora era su culpa que tuviera que ver a Gaul todo el verano.

- Lindsay, por favor - gritó su nombre por 7 cuadras hasta que algo hizo click en ella - cariño, podemos hablar.

Lindsay paro de caminar.

Toda su vida pasó por sus ojos.

Coriolanus a los 4 quitándole un juguete y Lindsay perdonándolo por decirle cariño.

Coriolanus dejándole de hablar a los 8 porque Clemencia sentía celos y luego pidiéndole perdón mientras le decía cariño y ella cediendo.

Coriolanus a los 10 robándole su primer beso que ella tanto quería y luego pidiéndole perdón diciéndole cariño.

Coriolanus a los 14 diciéndole cariño luego de besar a alguien frente a ella y aunque estuviera quebrada Lindsay lo perdonó con solo eso.

Comenzaron a pasar muchas situaciones en su vida, muchas cosas juntos y cada vez que se equivocaba le decía cariño y ella lo perdonaba inmediatamente.

El tenía ese toque y ella tenía esa debilidad.

- No - negó con la cabeza - esta vez no, Coriolanus

- Linny, déjame hablé. Déjame explicarte - ella lo miro, sus ojos verdes solo trasmitían furia y los ojos azules le suplicaban.

- No, ya escuché todo lo que tenía que escuché. Podrían habernos matado, sabes muy bien que el Capitolio no juega con las reglas. Tu más que nadie, Coriolanus Snow, ex futuro presidente de Panem deberías saberlo - lagrimas salían de los ojos de ambos chicos - y lo que le dijiste a Lucy, fui tu mejor amiga toda tu maldita vida. Siempre estuve ahí, solemne, obediente, leal. Siempre a tu lado y hubiera sido así toda tu vida hasta que escogiste a alguien del distrito. - le dijo con asco, habían logrado que Lindsay Zital odiara a los distritos - me convertiste en eso y luego me abandonaste, no tuviste el valor para decírmelo en la cara. Jugaste a los juegos y jugaste conmigo.

Ella intentó seguir caminando pero el no la dejo.

- Si ya sabías todo porqué seguiste conmigo, recuerda por favor. Me amas - el trataba de apelar a sus sentimientos pero no entendía que ya habían desaparecido.

Lindsay le dio una cachetada. No podía creer que fuera tan cínico. No en este momento.

- Te amé, Coriolanus. Siempre lo hice. Lo arruinaste todo - el chico no paraba de llorar - mírate ahora, desesperado para que te perdone. Me das lastima, todo podría haber salido diferente si hubieras podido ver lo que tenías. Me alegro que te tengas que ir. No te quiero ver ni escuchar por el resto de mi vida.

Con eso Lindsay dio vuelta hacia la academia y Coriolanus ya no tenía fuerzas para detenerla. Ella tenía razón, él la uso y pensó que la iba a tener toda la vida, que ella iba a saber perdonarlo como siempre supo pero estaba muy equivocado.

Lindsay llego a la academia hecha un mar de lagrima pero eso no le importo. Se dirigió al decano y el le sonrió.

- Bien, chica. Al fin te diste cuenta que no valía la pena. Sobreviviste a Coriolanus Snow - ella ya no tenía ánimos para hablarle al decano mas de lo necesario.

- ¿Dónde está ella? - fue directo a lo que le importaba, ambos sabían a quien se refería.

El decano señaló una puerta y Lindsay fue hasta allí sin esperar respuesta.

Al entrar vio a Lucy Gary sentada, ya bañada, llorando al igual que ella.

Estaban desconsoladas por Coriolanus.

Lucy levanto la cabeza y se paró.

- Tu eres... - Lucy asumió y Lindsay solo asintió.

- Está vivo, está bien. Sabe que intentaste protegerlo pero igual lo castigaron - Lucy volvió a sentarse a llorar pero Lindsay ya no lo hacía, la consumía el enojo - va a ser agente de paz y se, se muy bien que intentará quedar en el 12 por ti.

La cara de Lindsay reflejaba enojo y asco. Asco por la persona en la que se había convertido su amigo de la infancia.

La cara de Lucy Gray se iluminó.

- Lo siento, se que ustedes tenían algo y se el dolor que implica que te cambien.

Lindsay agradeció sus palabras pero ella no había terminado de hablar.

- Escúchame bien, Lucy Gray, escúchame y hazme caso - Lindsay se arrodillo frente a ella - aléjate de él, aléjate lo más que puedas. El miente, engaña, manipula. Hará todo lo que pueda para volver al Capitolio y te obligará a venir si es necesario pero recuerda bien, Coriolanus Snow tiene hambre pero hambre de poder y no va a parar hasta conseguirlo. Se inteligente Lucy, corre mientras puedas. A mi me traicionó, a ti también te traicionara. No quiere a nadie, solo a si mismo y al poder. Te lo dice alguien que lo amo toda su vida.

Lindsay le limpió algunas lagrimas y supo en ese momento que Lucy no le haría caso, sabía por esa mirada que ella intentaría que fuera diferente con ella.

- Solo... - suspiró - recuerda lo que te dije, tenlo presente y no te dejarás engañar.

Con eso Lindsay se paró y se fue. Tony la esperaba afuera.

Mientras esto sucedía en la academia, en el Capitolio había un rubio que corría y corría hacia su casa.

Cuando llego su prima y su abuela estaban listas para celebrar pero al ver su cara se preocuparon.

Coriolanus le confesó todo a Tigris y su prima estaba enojada y preocupada.

Enojada por todo lo que le había hecho a su amiga y preocupada por el destino de su primo.

Le aseguro que iba a estar todo bien y lo ayudó a empacar.

Coriolanus bajó ya con las valijas hechas porque tenía que irse inmediatamente, Tigris lo acompañó y Lindsay bajaba del auto.

Coriolanus y Lindsay compartieron una última mirada.

El trato de hablar pero ella entró a su casa.

Su prima acarició si espalda y lo dejó ir.

El dolor de Tigris no era solo por la pérdida de su primo, también temía perder a su amiga.

Lindsay miró por la ventana como Coriolanus se iba y con eso le dió fin a su vida junto a Coriolanus.

Bad for business- Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora