El día que se desató la guerra Lindsay corrió hacia su cuarto y marcó el número de su hija Margaret.
Sonó tres veces y luego se cortó.
Coriolanus abrió rápidamente la puerta de su cuarto y Lindsay parecía asustada.
- ¿Tu lo sabías? - le preguntó enojado.
- Es nuestra hija, Coriolanus - ella estaba aterrada pero se paró y lo enfrento - ¿qué le haz hecho?
- ¿Qué le han hecho ellos? Desapareció hoy a la mañana, no están sus cosas ni sus hijos ni Plutarch. Ese maldito idiota - Lindsay era la única que lo veía en ese estado, como siempre, ella era su lugar seguro y lo veía triste, enojado, feliz y muchas otras emociones que el público no debía ver porque tenían que tener un presidente que controlara sus emociones y supiera que hacer en todo momento.
- Coryo - ella era la única que lo llamaba así desde hace muchos años - si se la llevaron ellos está bien.
- Esto es guerra, linda. Jamás estará bien - se sentó en la cama a llorar.
Su esposa le acariciaba la espalda.
No estaba segura de decirle lo que le iba a decir pero el también era su padre y necesitaba consuelo.- Tienes que prometerme que no usarás lo que te voy a decir - el la miro y asintió - únicamente te lo digo para que sepas que está bien, tengo forma de comunicarme con ella y saber que sigue viva.
Coriolanus suspiro y le pidió que lo haga. Le dijo que era más importante ser su padre que ser presidente.
Margaret le había dado un número de teléfono días antes pero no le dijo para que era.
- Hola, mamá - respondieron del otro lado.
Lindsay se llevó la mano a la boca y dejó caer las lagrimas que no sabía que contenía.
- Hola, cariño. Nos asustaste demasiado.
- Sabías que esto iba a suceder en algún momento.
- Si, pero saber no es lo mismo que sentir que estaba ocurriendo.
Coriolanus pedía hablar con ella y Margaret escucho la voz.
- Déjame hablar con el.
Lindsay le pasó el teléfono.
- Padre, lamento haber tenido que hacer esto pero siempre supiste de mis ideales.
- Si, cariño. Y tu sabes los míos
Ambos se entendía pero no podían detener lo que ya había empezado.
Mientras el hablaba con su hija Lindsay organizaba que todos sus hijos se mudaran a la casa presidencial.
Sus hijos, la pareja de sus hijos, sus nietos y sus bisnietos lo hicieron ese mismo día.
Todos preguntaban por Margaret y Coriolanus decidió mentir auqnue todos sus hijos sabían no querían que sus nietos y bisnietos se enteraran.
Lindsay sugirió decirle a Tigris que se mudara también pero el presidente se negó.
Los días de guerra fueron pasando. Lindsay no sabía que tenían a Peeta Mellark secuestrado.
Cada vez todo se volvía más hostil para todos.
Lindsay intentaba estar para apoyar a Coriolanus eso no le impedía estar en contra de todo lo que representaba.
Quería estar para el como pareja pero como persona no podía así que evitaba hablar de la guerra.
Sus hijos y ella estaban preocupados por su salud, tenían que no aguantara mucho tiempo más o que ganaran los rebeldes y lo ejecutarán.
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Bad for business- Coriolanus Snow
FanfictionLindsay Zital es hija de un empresario muy reconocido en el Capitolio, Oliver Zital, durante los días oscuros su riqueza no se vio afectada por lo cual era una de las familias más poderosas de Panem. Oliver Zital era muy buen amigo de Crassus Snow h...