Episodio 16

1.9K 220 25
                                    

Juliana fue la primera en despertar, la sonrisa en su rostro y el galope alocado de su corazón eran la muestra de lo feliz y emocionada que se encontraba. Aquella noche no había sido un sueño, su princesa se entregó a ella y pudieron hacer el amor en el sentido más amplio de la palabra, conocieron el placer de sus cuerpos unidos y sus almas conectadas, descubrieron la dulzura de los sentimientos y las ganas correspondidas. Los ojos de la morena escaneaban el pálido cuerpo que yacía frente a ella, una y otra vez, se fijaba en la perfección de sus facciones y la hermosura que habitaba en la tranquilidad de su respiración.

- Eres un sueño, el más bonito que he tenido – confesaba en un susurro mientras acariciaba sus mejillas con el dorso de sus dedos – Te amo tanto, no te haces una idea de todo lo que sienten mi alma y mi corazón por ti – sonreía al ver la mueca involuntaria que hacía su nariz al sentir el roce de sus dedos. Pasaron cinco, diez, quince, veinte minutos y ella seguía adorándola con la mirada, sin atreverse a mover para no despertarla, era demasiado perfecto solo verla y sentir el calorcito que expedía su cuerpo distendido. Un pequeño movimiento de su ojiazul le avisó que estaba a punto de abrir sus ojitos, la joven parpadeó muy despacio y sonrió recordando poco a poco todo lo vivido. La sonrisa en su rostro se hizo más grande y su corazón saltó con emoción.

- ¡Buenos días, amor! – dijo con voz adormilada a la vez que tallaba sus ojos.

- ¡Buenos días, cielo! – respondió sonriente. La pelinegra estaba impactada por la belleza de sus ojos, aquel azul no era comparable con nada, el mismísimo cielo sentía envidia por ese tono perfecto que invitaba a adorarlo - ¿Cómo dormiste? – preguntó.

- Como un bebé – respondió sonriente - ¿Y tú?

- De maravilla porque estabas tú entre mis brazos – comentó y ella besó sus labios haciéndola reír – Te amo – confesó.

- Yo también, amor – dijo – Gracias por la noche más bonita de mi vida.

- ¿Te gustó? – ella asintió feliz - ¿Lo prometes? – necesitaba asegurarse que todo estuviera bien con ella y que se sintiera cómoda.

- Te lo juro, fue increíble, me hiciste sentir como nunca en mi vida – explicó con cierta vergüenza en su rostro – Y a ti, ¿te gustó? – preguntó con curiosidad.

- Fue un sueño hecho realidad, eres todo lo esperé y estás aquí conmigo... un regalo, eso me disté, el más lindo del mundo, ser la primera en explorarte y guiarte al mundo del placer – las mejillas de Valentina se tiñeron de rosa - Me encanta el rubor natural de tu carita – elogió la morena y besó sus labios fugazmente.

- ¿Lo hice bien? – Juliana no pudo escucharla porque tenía su cara escondida entre sus manos.

- ¿Qué? – dijo.

- ¿Qué si lo hice bien? – había tanta ternura en sus palabras que su novia quiso morir de amor.

- Estuviste perfecta, mírame – se miraron fijamente – Las cosas que provocas en mí son únicas, nadie me puede hacer vibrar el cuerpo y el alma a la vez como tú y sabes porqué – negó – porque te amo como a nadie en este mundo, eres todo lo que quiero y necesito, contigo me siento la mujer más poderosa del mundo, la más amada, la más suertuda. Eres mi tesoro, el que deseo conservar la vida entera – besó sus manos – Despiertas en mí sensaciones y emociones que nadie podría porque eres la dueña de todo mi ser.

- Hablas tan bonito... - sonrió y empezó a besar todo su rostro – Lo que vivimos fue demasiado especial, nuestra primera vez, estaba muy nerviosa porque no quería fallarte o hacerlo mal – Juliana intentó hablar y ella la detuvo colocando un dedo sobre sus labios – Sé que hay cosas que debo aprender, y prometo que lo haré, así que muchas gracias por tu dulzura y paciencia.

Sueño de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora