El comienzo de un amor

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                                                                                           𝒯𝑜𝓂

8:00 AM

Entre abrí mis ojos, y cuando aclare mi mente note el rostro de un bello Ángel que dormía sobre mi pecho.

«Se ve tan lin»

—Oye—Dijo la bella chica interrumpiendo mis pensamientos—¿Por qué me miras así?—Preguntó entre risitas—Em, yo? No, no, no te estoy mirando—Dije volteando mi rostro mientras rascaba nerviosamente mi cabeza, ella solo rió un poco más y luego tomó mi barbilla obligándome a mirarla—Sabes que tú puedes mirarme todo el tiempo—Dijo depositando un dulce beso en mis labios, correspondí su beso y luego nos dimos un largo abrazo.

9:17 AM

Volví a despertarme, pero esta vez estaba solo. Comencé a buscar a Isa con la mirada, pero no estaba por ningún lado, en ese momento escuche un sonido proveniente de la cocina. Rápidamente me levanté de la cama y salí de la habitación, baje las escaleras y estaba a punto de entrar a la cocina, dispuesto a golpear a la persona que hubiera entrado a la casa, pero cuando entre me sorprendí al ver a mi bella novia haciendo el desayuno. Ella volteó a verme y me regaló una dulce sonrisa, me alegré al ver que solo era ella y me acerque hacia donde estaba.—Buenos días!—Dijo envolviendo sus brazos en mi—Buenos días Isi—Le di un suave beso en sus labios y ella me indicó que me sentara, no iba a contradecirla así que hice lo que ella me dijo. 

—Bien, cierra tus ojos—Dijo ella con sus  manos detrás, cerré mis ojos y ella comenzó a contar—Uno, dos y tres — Al tercer número abrí mis ojos y me sorprendí al ver un montón de comida sobre la mesa—Isi! Todo se ve delicioso—Ella rió un poco y luego tomó asiento a mi lado—Pues, lo hice todo para nosotros, quiero que te deleites— Sacó su lengua hacia un lado, reímos los dos juntos y luego comenzamos a comer. 

Luego de un tiempo indeterminado, exactamente cuándo terminamos de comer ella se levantó y me indicó que me cambiara porque necesitaba ir al mall por unas cosas—Esta bien— Dije levantándome y dirigiéndome a su habitación. Como antes de nuestra pelea me la pasaba prácticamente en su casa, tenía un poco de ropa allí, asique busqué un poco y me decidí por un jean ancho, una remera blanca básica (Obviamente el triple de mi talla) y unos tenis blancos, cuando salí de la habitación me sorprendí al ver a mi novia ya cambiada, y también sorprendentemente teníamos los mismos tonos de ropa, practicamente estabamos vestidos iguales.

—Hey, ¿Ahora eres mi gemelo?—Preguntó riendo—Pues parece ser que si— Bomeé—Bien, vamos, se nos hará tarde —Dijo la pelinegra tomando mi mano para ir más rápido. Llegamos al auto y obviamente abrí su puerta primero—Gracias— Habló la chica depositando un beso en mis labios, sonreí emocionado. En el camino no paso nada interesante, solo habíamos tomado un atajo por una zona montañosa, y ella se emocionó al ver un grupo de vacas. 

(...)

Ya, al fin habíamos llegado. Baje rápidamente para poder abrir su puerta, esta vez ella no dijo nada, solo espero a que yo me diera vuelta para saltar sobre mi en un gran abrazo, comenzar a llenar de besos toda mi cara y terminar diciendo "Te quiero". Esta chica era perfecta, simplemente no encontraría una así en ningún lado.

Dentro del mall ella me dijo que quería ir a una joyería de la segunda planta.—Pero, Isi, a ti no te gusta subir escaleras, y mucho menos las mecánicas—. —Lo sé, no subiré las escaleras normales, iremos por las mecánicas, porque si estoy a tu lado sé que voy a estar segura—Ella tomó mi mano y comenzó a dirigirse a las escaleras, pero cuando estábamos a tan solo un paso de subir ella se quedó quieta.—Qué sucede cariño?—Pregunté. Ella volteó a verme con un brillo en sus ojos—Nunca me habías llamado de esa forma—Era tan linda, parecía una niña pequeña—Siempre hay una primera vez—Dije dandole un beso en su frente—Pero puedes decirme que paso? Por qué te quedaste quieta?—Ella no respondió, solo abrasó mi brazo con fuerza y cerró sus ojos dando un paso hacia adelante. Mientras subíamos las escaleras ella aún tenía sus ojos cerrados, y no quería que se perdiera de la hermosa vista que yo estaba apreciando—Cariño abre tus ojos, te prometo que te voy a cuidar, no tengas miedo—. —Lo juras?—Preguntó ella aferrándose más a mi—Lo juro—Entonces ella abrió lentamente sus ojos y luego los abrió por completo, sus ojos reflejaban las hermosas luces de color violeta que adornaban el lugar. La tomé por la cintura y la acerque más hacia mí para abrazarla, ella rodeo sus brazos con los míos sin sacar la mirada del hermoso lugar, quería que este momento nunca se terminara, quería que dure para toda la vida! Pero nada bueno dura para siempre, y cuando menos me lo esperaba ya estábamos arriba de todo caminando hacia la joyería.  

Estábamos de pie frente al local y a todo esto yo no sabía para qué estábamos allí, y la curiosidad me mataba—Mi vida, puedo saber para qué estamos aquí?—Pregunté—Mmm, dejame pensarlo, no—Ella rió  un poco y entró al local, pero antes me había dejado dicho que solo entraría ella, así que me senté en unos banquitos de madera que estaban a un lado de la puerta. Pasaron unos minutos y ella aún no salía, mi ansiedad me mataba, así que decidí asomarme un poco  por la vidriera, solo para ver que hacia, despues de todo no le haría mal a nadie, verdad? Me puse de pie y apoye mi rostro sobre el vidrio y con mis manos en los costados de mi cara para facilitarme la vista. Comencé a buscar con la mirada a mi bella novia pero cuando la encontré comencé a hervir en ira, ella ESTABA CON UN CHICO RIENDO! Quién era él?! Comencé a ver más detalladamente y en ese momento los dos voltearon a verme, el chico me señalo disimuladamente con el dedo y ella asintió con la cabeza, el chico volteó a mirarla y le dijo algo, oh en ese momento  hubiera deseado saber leer los labios! Ella rió nuevamente y comenzaron a caminar por todo el local. Ya no podía aguantarlo! Entraría en ese instante y golpearia a ese tipo, pero algo dentro de mí dijo que me sentara nuevamente. Aún enojado tomé asiento y espere a mi novia. Unos aproximadamente  4 minutos después salió con una bolsita en sus manos—Bien, ya podemos irnos—Dijo ella sonriendo. Me puse de pié sin decir nada y comencé a caminar, ella me miro confundida pero aún así caminó a mi lado. ¿Ni siquiera se molestaba en preguntar como estaba?! Comencé a mirarla de reojo y se veía feliz! Seguí callado hasta llegar al auto. Aunque estuviera enojado no iba a dejar de ser "caballeroso" con ella, así que abrí su puerta pero me fui rápidamente para que no me besara. Subí al interior del auto y ella me pregunto si podiamos ir a nuestro lugar. Prendí el auto sin emitir algún sonido de mi parte, no sé qué quería hacer allí, pero comencé a manejar por el camino normal, solo que me desvié por una calle, que era la que nos llevaba a nuestro lugar.

En el camino no dije nada, mantuve mi rostro serio, pero ella por otro lado no dejaba de hablar, contando chistes, que sinceramente si eran graciosos, pero se supone que no debía reírme y vaya que fue difícil. El tiempo pasó rápido, y ya estábamos llegando. Aparqué el auto donde siempre lo hacía y baje rápidamente para abrir la puerta de Isi, ella obvio quiso darme un beso, pero solo la esquive y comencé a caminar por el caminito que me llevaba a la laguna. Ella quedó un poco confundida pero siguió mis pasos.  Luego de unos minutos llegamos al muelle y los dos tomamos asiento, yo aún seguía sin hablar. Ella se percató de esto y ya no pudo quedarse callada—Cariño, estás bien? No hablaste desde que salimos del mall—Preguntó mientras tomaba mi mano—Pues a ti qué te parece, por qué no vas con ese chico de la joyería? Estoy seguro que podrá regalarte muchas joyas y nunca te faltaría nada—Ella rió y preguntó entre risas—Estás celoso?—Volteé a mirarla —Qué te parece? Dije en tono serio. Ella rió un poco más—Mi vida—Puso una de sus manos en mi mejilla—No es lo que parecía, él solo me estaba ayudando a escojer una cosa— . —Qué cosa?— Pregunté volteando mis ojos—Pues, esto—Tomó la pequeña bolsita y sacando una cajita de color blanco, la abrió y de ella saco dos manillas de plata, cada una tenía un corazón a la mitad y los dos tenían un imán que al ponerlos cerca se unían—Él solo estaba ayudandome a elegir una manilla para compartir contigo, quería regalarte algo— Fui un estúpido! Cómo pude haber pensado que ella me estaba engañando?! La abrace con fuerza—Perdón mi vida! cómo pude pensar que tú tenías algo que ver con ese tipo— . —Tranquilo cariño, solo estabas enojado y celoso, pero de todas formas me gusta que estés así—Me devolvió el abrazo—Así como?—Pregunté —Celoso, por que el hecho de que me celes es de por qué me amas— . —Por supuesto que te amo! Dije llenándole de besos su cara, ella reía y luego me pidio una de mis manos, extendí ésta hacia ella y colocó la manilla en mi muñeca, y repitió la acción en ella, pero mientras hacía esto no podía evitar mirarla, era tan afortunado de tenerla. La pelinegra elevó su cabeza y conectamos miradas, podía ver como sus ojos brillaban intensamente y sus pupilas se dilataban. Sin decir nada me acerque más hacia ella y la atrape con mis brazos para luego besarla apasionadamente. 

Prometí AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora