Enojo

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𝒯𝑜𝓂

Estaba corriendo sin importar lo que la gente pensara de mí, apartaba a todos de un empujón y cuando por fin llegué hacia ellos tomé al chico por la camisa y lo tiré con fuerza al suelo, me dí cuenta que era Adel! En ese instante sentí unos brazos que rodeaban con fuerza mi abdomen, bajé mi cabeza y ví a Isabella llorando, la aparté con fuerza y ella me miró confundida.

—No me toques! Cómo te atreviste Isabella, mientras yo estaba preocupado por Bill tú me engañas con este imbécil!—

Sus ojos se cristalizaron y comenzó a llorar más.

—Tom no es lo que piensas!—Ella tomó mi mano pero la aparté—No mientas, eres una tramposa y jugaste sucio—la miré con desprecio y luego me dirigí hacia Adel—Y tú, ¿Te sientes más fuerte al meterte con chicas que tienen novio?—

Adel se levantó mientras sostenía su muñeca con dolor y me miró con fuego en sus ojos.
—No, solo con ella—Sonrió burlón.
Le dí un merecido puñetazo y volteé nuevamente para ver a Isabella pero ya se había ido.
Claro es mejor correr antes que enfrentar sus errores.

Bill me tomó del brazo y me llevó hacia mi auto.
—Tom! Que haz hecho por qué le gritaste de esa forma a Isa?!—

—No la viste?! Se estaba besando con Adel a mis espaldas y lo peor de todo intentaba hacerse la víctima—

—No,no Tom, no fue así!—

—Y qué? Ahora la vas a defender? Ella es una tramposa infiel y no se merece que la perdone—Con eso subí a mi auto y Bill hizo lo mismo.

Por alguna razón Bill en el camino intentaba defenderla pero le dije que se callara y que debería apoyar a su hermano en vez de a una infiel. Llegamos a casa y lo primero que hice fue encerrarme en mi habitación, estaba destrozado y quería llorar, amaba mucho a Isa y no podía superar el hecho de que ella me fuera infiel. Pasaron unas horas y me había quedado dormido, me desperté con ruidos en mi puerta, me levanté aún un poco dormido y abrí, Bill estaba del otro lado y lucía preocupado.
—Que sucede?—Pregunté.

—Isabella! Ella tuvo un accidente!—

Rápidamente me cambié y subí a mi auto, me dirigí hacia la casa de Isa y cuando llegué no lo dude dos veces y bajé, tenía una copia de sus llaves así que abrí y entré, pero me sorprendió verla sentada totalmente bien, quiero decir sus ojos se notaban hinchados, como si hubiera estado llorando pero no parecia que hubiera tenido algún accidente.
Ella me vió y corrió hacia mi para abrazarme.
—Tom, por favor creeme, no era como tú lo viste—
La aparté, pero está vez suavemente, me crucé de brazos y la fulminé con la mirada—Bien. Comienza a explicar, y espero que tú excusa sea creíble—

—Cuando llegué a casa mamá me mandó un correo diciendo que mañana volverían aquí y vendrían con la abuela, decidí prepararles una comida muy rica pero me dí cuenta que no tenía nada para cocinar, así que salí para comprar algunas cosas.
En el camino sentía que alguen me seguía y cuando llegué a la parque me sentí más confiada porque había más gente, entonces me dí la vuelta y lo enfrente, pero me asusté al ver qué era Adel, él comenzó a acercarse y intenté correr pero  me tomó con fuerza y me dijo que debería volver con él, me negué pero en ese momento  me obligó a besarlo y el resto ya lo sabes...—

Bajó su rostro y comenzó a sollozar.

—Si, y como sigue tu historia?—

Ella me miró con furia y confusión.

—Historia? Historia Tom?! Ese chico me obligó a besarlo y tú me tratas como si yo fuera la tramposa infiel? Eres increíble, creí que confiabas en mí y que nos amabamos!—Ella secó sus lágrimas y ahora se notaba enojada.

—Si, confiaba en ti! Pero me dí cuenta que fuí un estúpido al dale mi corazón a alguien que solo me usó para darle celos a su ex!—

—Tom! Te estás escuchando?! Sabes lo que me hizo mi ex y  ni
siquiera quiero tenelo a dos metros de distancia. Y dices que solo te use para darle celos? Te amo Tom y nunca, jamás te utilizaría, pero veo que no hay confianza de tu parte—Con eso Isabella me indicó que me fuera y comenzó a llorar.
Tal y como me lo pidió me fui y subí a mi auto, comencé a conducir sin rumbo, estaba tan destrozado, pero a la vez sentía rabia, como ella había sido capaz?
En ese momento mi teléfono comenzó a vibrar, lo tomé y ví que Bill llamaba.

—Hola—Hablé con tristeza.

—Tommy, vienes a casa?—

—Voy—

Colgué y subí sin ganas al auto, fuí hacia mi casa y allí me esperaba Bill, me pidió que tomara asiento en el sofá y luego comenzó a hablar.

—Tom, necesito hablarte de algo y quiero que te quedes callado, solo déjame explicar—

Prometí AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora