Decepción

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                                                                                         𝒯𝑜𝓂

Estábamos dirigiéndonos hacia nuestro lugar.

—Deja de mirarme, me estas poniendo paranoico—Reclamé. Pero Isa comenzó  a reír—Qué sucede?—Pregunté—Es que ahora que me doy cuenta si pareces un tomate—Comenzó a reír a carcajadas. La mire con cara de poker y devolví la mirada a la carretera—Tomate, no te enojes. No tienes sentido del humor—No respondí—Vamos!—Se quejó.

Aún seguía sin responder y ella comenzó a hacerme cosquillas.

—Para, para, podriamos morir!—

—Que exagerado—Bromeó.

Comenzamos a reír y luego ella habló.

—Y qué es lo que tienes para decirme—Preguntó inclinando su cabeza hacia un lado—Luego te lo diré, ahora no—. — Oh, vamos, dime dime—Insistió. siguió así por un largo tiempo, pero yo seguía sin responder. —Vamos Tom! Solo dime!—Irritó—Que no! Solo espera—Exclamé. Ella me miró con enfado y comenzó a mirar por la ventana.

Cuando estaba enojada era jodidamente linda.

—Oye, Isi, no te enojes, solo tienes que ser paciente—No contestó.

(...)

Habíamos llegado a nuestro lugar.  

«Por fin»

 Pensé entusiasmado. Aparque el auto donde lo hacía habitualmente, baje rápidamente para abrir la puerta de Isa. Para este punto ya se le había pasado el enojo.

Comenzamos a caminar por el mini sendero mientras ella me contaba su día.

—Y la profesora de biología nos tomó examen sorpresa, puedes creerlo! Oh, Oh y también cuando sonó la campana y salimos al receso, con teresa comenzamos a caminar hacia el patio, pero antes de llegar en uno de los pasillos observamos a Mía besándose con Javier! No lo podíamos creer, ellos se odiaban demasiado—

Ella siguió y siguió, pero honestamente no le estaba prestando mucha atención, estaba pensando en cómo le diría que me gusta.

—Bien tomatito, ya hemos llegado—Tomó asiento en la orilla del muelle. Repetí su acción—Y bien, dime, que ibas a decirme?—Pregunté con un poco de entusiasmo—Oh sí, bien. Estuve hablando con Adel y quedamos en vernos mañana!—Chillo. Toda mi emoción se fue a vaya saber donde y una rabia se apoderó de mí.

Estaba completamente decepcionado y triste, pensé que iba a decirme que yo le gustaba y que queria todo conmigo, pero en cambio me habló del estúpido de Adel.

—Bien—Me levanté y comencé a caminar hasta la zona verde. Ella me miró confundida. Me recoste en el pasto con una mano detrás de mi cabeza. Isa no sabía q me estaba pasando pero yo tampoco pensaba decirle que me moría de celos. La pelinegra se levantó y caminó en mi dirección, tomó asiento a mi lado y comenzó a observarme.

—Que?—La miré—Tú que ibas a decirme?—Preguntó recostandose y apoyando su cabeza en mi estómago—No lo recuerdo—Mentí— Mentira, si lo recuerdas, tú nunca te olvidas de las cosas, así que dime—Bien, ahora qué le diría, decirle lo q tenia planeado no era una opción, debía pensar en una excusa lo más rápido posible—Bien, iba a decirte si mañana querías ir al cine, pero esta bien, prefiero que vayas a ver a Adel—Que? ¿Por qué había dicho eso? Yo no quería que ella estuviera cerca de Adel—Ay, Tommy. Ahora me siento culpable por no ir contigo—Me abrazó—Bien, no pasa nada, solo ve con ese y ya—Aún que la quería estaba demasiado celoso como para devolverle el abrazo—Se llama Adel—Rió—Bien! No me interesa saber nada sobre él—Me levanté bruscamente. 

Comencé a caminar en dirección de la salida y ella corrió detrás de mí rápidamente—Tom, espérame!—Gritó, pero no le di importancia y seguí caminando, en ese momento sentí como unas manos pequeñas tomaban mi brazo, baje mi mirada y obviamente era Isa—Que te sucede Tom, estas raro—Preguntó—Nada!—Repliqué mientras sacaba sus manos de mi bruscamente. Seguí caminando y esta vez sentí como alguien me abrazaba por la cintura, nadie era tan pequeño como Isa—.Tommy, por favor. Te quiero demaciado y me duele que me trates de esa forma—Baje mi mirada y pude ver como ella se aferraba a mí, como si yo fuera lo único que le quedaba. La tomé por las mejillas—Perdón Isi, estuve muy estresado con la banda, no quise tratarte de esa forma—Sí, lo sé, mentí. Pero no iba a decirle la verdadera razón por la que estaba así. Ella me abrazó nuevamente, la cargue en mis brazos y ella me abrazo por la nuca, comencé a caminar hacia el auto, abrí ágilmente la puerta y la deje delicadamente en el asiento, entre en el auto y comencé a conducir. En el camino noté que Isa no había dicho ninguna palabra, y cuando volteé a mirarla estaba completamente dormida, no quería molestarla así que seguí conduciendo en silencio.

Ya habíamos llegado a la casa de Isa, y despertarla era una misión imposible, ella dormía como un oso, así que ni siquiera me molesté en intentar despertarla. Baje del auto y abrí la puerta principal de la casa, volví nuevamente al auto para buscar a Isa, la tomé entre mis brazos y la lleve al interior de la casa, subí las escaleras y entré a su habitación, la recosté delicadamente en la cama y la arrope, pensé que estaba completamente dormida pero cuando estaba a punto de salir de la habitación una voz femenina habló.

—Tommy, no te vayas, ven a dormir conmigo tengo frío—Habló un poco dormida.

La mire, pero en ese momento vi el aire, por alguna razón estaba encendido y estaba a una temperatura cálida ¿Había mentido solo para que duerma con ella?

—Tom—Habló la pelinegra sacándome de mis pensamientos.

—Sí, ya vengo, solo ire a cerrar abajo—

Ella asintió y yo salí de la habitación, mientras bajaba las escaleras un montón de pensamientos y preguntas pasaban por mi cabeza, puse seguro en el auto y cerré la puerta con pestillo, me dirigí hacia el baño y como  casi siempre me quedaba a dormir allí había dejado un pijama en el mueblecito debajo del lavamanos. Comencé a sacar mi ropa para cambiarme, mi pijama era básicamente un pantalón de dormir ancho, no me gustaba dormir con camisa así que dormía sin ella, ordene todo y comencé a subir las escaleras para ir a la habitación de Isa. 

Cuando entré me sorprendí  al ver que ella aún estaba un poco despierta. Me acerque y ella se hizo a un lado para que yo pudiera acostarme hice tal acción pero cuando me había terminado de arropar Isa me abrazó recostando su cabeza en mi pecho.

(Extra)

15:47 PM

Llamada telefónica desconocida

—Y bien, dónde están!—

—Jefe, no se enoje por favor—

—Solo habla de una vez imbécil!—

—Los perdí de vista!—

—QUE! Eres un completo idiota, nada haces bien. Te pedí que hicieras una sola cosa!—


Prometí AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora