メ˖⁠꒰ Obstáculo ꒱

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Aclaración: Temática G!P
{ pedido (⁠.⁠ ⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠) }

La palma de tu mano recorrió las sábanas, buscando el cuerpo de tu esposa para abrazarla.

Mantenías los ojos cerrados, aún tenías mucho sueño como para poder abrirlos, buscabas a ciegas lentamente por la cama sin tener éxito. Una gran ausencia te hizo abrir lentamente tus ojos, notando que estabas sola, ella no estaba ahí.

Frunciste el ceño con un ligero puchero, viendo el sol entrar por la ventana. Era temprano y posiblemente Ellie estaría en otra de sus largas juntas y se habría ido sin decírtelo para dejarte descansar.

-¿Ellie? -te sentaste lentamente en la cama, tallando uno de tus ojos para poder despertar.

Tu voz rasposa y cansada debido al sueño casi no se lograba escuchar.

-Ellie... -miraste al baño de la habitación, esperando que ella estuviera allí dentro.

Saliste de la cama con cuidado, en dirección al baño.

-¿Estás ahí? -abriste con cuidado la puerta, sin encontrarla. Bufaste con decepción y tristeza-. Si que te fuiste de nuevo...

Incluso en los fines de semana, Ellie tenía reuniones importantes con sus compañeros y jefes del trabajo, en ocasiones no tan significantes tomaba las reuniones en casa, por medio de su computadora. Sin embargo, la mayoría de las veces tenía que ir directamente al trabajo y volver hasta la tarde.

Llena de tristeza por estar sola, saliste de la habitación, decidida a hacer algo para desayunar, justo cuando escuchaste ruido proveniente de la oficina de Ellie.

Tus ojos brillaron de la felicidad y fuiste a su oficina, abriendo lentamente la puerta, con cuidado de no hacer ruido.
Ahí estaba ella, sentada en su cómoda silla, moviéndola de un lado a otro mientras estaba en su reunión.

No pareció verte entrar al inicio, tenía los ojos en el techo mientras jugaba con un pluma en sus dedos.
Tal vez esa aura de felicidad la hizo sentirte allí, bajando la mirada para ver a la puerta, encontrándose contigo.

-Buenos días... -habló suavemente una vez revisó si su micrófono estaba silenciado.

-Pensé que te habías ido -sonreíste levemente,aún con tus ojos cansados.

-¿No te desperté? -hizo una seña para que entrarás.

-No, no haces ruido, eres muy silenciosa -caminaste hasta su escritorio, rodeándolo para sentarte en su regazo-, tienes el don del sigilo.

-Me alegra saber eso -murmuró, dejando suaves besos en tus mejillas y en tu cuello.

Ladeaste tu cabeza, exponiendo tu cuello para ella, sintiendo el calor de sus labios acariciarte.

-¿Ya no estás cansada? -hablaste en bajito contra su oído.

-No lo estoy, descansé muy bien -rió suavemente, sabiendo lo que venía-. Pero estoy en una reunión y necesito atenderla.

-Siempre estás en tus estúpidas reuniones, ya no tienes tiempo para mí... -te quejaste, alejando tu cuerpo de ella, evitando que siguiera besándote-, anoche no pudimos hacer nada porque siempre trabajas y estás cansada.

-Lo sé, lo siento -acomodó tus mechones sueltos detrás de tus orejas, sintiéndose un tanto culpable-. Te prometo que en cuanto termine con ésto, estaré libre y pasaré el rato contigo...

De nuevo bufaste e hiciste un puchero, apartando la mirada de ella.

-¿Qué sucede, cariño? -tomó tu mano para besar tu nudillos, acariciando tu muslo con su otra mano.

One-shots | Ellie Williams x Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora