One-shots | Ellie Williams x Lectora.

メ˖⁠꒰⁠ Malas conductas ꒱˖⁠♡

Corrían juntas, escondidas y siendo lo más sigilosas que podían ser. Ellie tomaba tu mano mientras se dirigían a la parte trasera de la escuela, donde había un gran salón de ciencias abandonado debido al mal estado en el que se encontraba.

–¡Rápido! —murmuró Ellie en bajito, con una gran sonrisa en su cara.

–¡Voy a caerme! —dijiste entre risitas, intentando no hacer mucho ruido.

–¡No te caigas, ya casi llegamos! —Ellie te dio un pequeño jalón de mano para ayudarte a ir a su paso.

–¡Ellie! —reíste levemente.

Pronto, ambas comenzaron a bajar la velocidad hasta llegar al salón. Ustedes ya conocían el lugar y el camino, no era la primera vez que se escapaban para ir a ese lugar.
A Ellie le encantaba ese salón viejo, estaba solo y lleno de miles de cosas sobre ciencias y el espacio, a ti te gustaba porque podías pasar tiempo libre con Ellie sin necesidad de ser observadas.

–Vamos, no hay nadie cerca —dijo, abriendo la puerta para que pasarás primero.

–Gracias, que caballerosa —agradeciste sarcásticamente, haciendo que Ellie rodará los ojos con una sonrisa.

Ambas pasaron al salón, todo era tan tranquilo y lindo ahí. Cada que entrabas ahí era como entrar a un paraíso, te encantaba ver a Ellie tan curiosa y cariñosa cuando estaban solas, se veía muy linda viendo todas las cosas de ciencias que había ahí, también daba alguno datos científicos de vez en cuando, era gracioso.

–¿Y ahora? —te giraste, dándole la espalda a Ellie para ver algunos libros de ahí.

–Mmmm, no lo sé —dijo con unas risitas, la sentiste acercarse detrás tuyo—. Podemos ver qué tanto hay aquí, hablar, podemos besarnos...

–¿Igual que siempre? —reíste cuando se acercó a ti y abrazó tu cintura, envolviendo con sus brazos y dejando suaves besos en tu cuello.

–¿Quieres hacer algo más? —susurró en tu oído, con esa voz traviesa.

–¿Cómo qué? —te apartaste un poco para mirarte y tenerla frente a ti.

–Tú dime —rió, sus ojos se relajaban como si fueras su droga, mostraba una sonrisa pícara.

–Ya, Ellie —rodaste los ojos y la golpeaste en el brazo.

–¡Auch! ¡Tienes la mano pesada! —comenzó a sobarse el brazo justo cuando pusiste tus manos en su mandíbula y la acercaste para besarla.

Ellie soltó su brazo para volver a tomar tu cintura y pegarte a ella. Rápidamente, el suave beso iba aumentando su intensidad, pasando a un beso hambriento y agregando algunas caricias de ambas. Sin separarte de ella, dejaste salir algunos gemidos suaves, todo el aula de ciencias se llenaba a deseos sonidos húmedos de sus besos y algunos gemidos tuyos.
Retrocedieron torpemente hasta que te hizo chocar con la estantería que estaba justo atrás tuyo. Nunca habían llegado tan lejos, al menos no en un lugar como lo era la escuela, era la primera vez que se atrevían a tanto.

–¿Y si nos encuentran? —dijiste con la voz agitada una vez que se alejaron para tomar aire, algo dudosa de tus acciones.

–¿Nos han encontrado antes? —Ellie se pegó más a ti, colocando su rodilla entre tu entrepierna, te hizo temblar.