One-shots | Ellie Williams x Lectora.

メ˖⁠꒰ Pornstar ꒱

Aceptarlo era algo sumamente vergonzoso pero, ver porno era como la mejor parte de tu día. Sin embargo, no cualquier tipo de porno o cualquier canal te satisfacía tanto como lo era uno en específico. Aquel canal porno era tu favorito, tenía todo lo que deseabas ver: sexo lésbico sumamente salvaje, agregando a la divina y sucia mujer tras la cuenta. Su identidad era secreta, su rostro jamás era mostrado, era censurado con algún efecto de edición para mantenerse en el anonimato, sin embargo, algo de ella destacaba. Su tatuaje en su brazo derecho. Un tatuaje único e inigualable, algo que era fácil de reconocer para una gran fanática como lo eras tú.

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–Estás de suerte, ¿eh? —comentó tu amiga al terminar la clase, ese tono coqueto y juguetón en su voz.

–¿Qué dices? —giraste los ojos mientras guardadas tus plumas en tu estuche.

–Finges no saber, ¿hm? —bromeó— Te ha tocado con Williams para el proyecto final, mujer, pensé que estabas algo loquita por ella.

–Jamás lo estuve, lo único que dije fue que era una chica bastante guapa —corregiste con un toque de molestia—. Además, yo tengo corazón para alguien más.

–Oh, no vengas con ese cuento... ¿Quién es la afortunada? —la pregunta te había tocado los nervios. Era tu mejor amiga pero, no ibas a decirle que tú corazón era ocupado por una estrella porno por más que la quisieras.

–Es un secreto —soltaste una risita entre dientes.

–No te pongas así, dime quién te gusta, chica, ¡somos mejores amigas desde la infancia! —te insistió una vez más.

–Te digo que no —la ignoraste mientras seguías ordenando tus cosas.

Sentiste unos suaves toques en tu hombro, miraste de reojo sobre tu hombro y, ahí estaba. Ellie Williams.

–Ah... Oye —se aclaró la garganta—, disculpa, no tengo tu número, ¿podrías darme tu número para ponernos de acuerdo con el proyecto?

–Oh, seguro —le sonreíste amablemente mientras tomabas su teléfono para agregarte.

–Bueno, me voy, llegaré tarde a mi ensayo de teatro —se despidió tu amiga con una sonrisa coqueta de oreja a oreja. Le diste una mirada asesina como respuesta mientras la veías salir.

–Aquí tienes —le entregaste su teléfono de nuevo—. ¿Estarás ocupada esta semana? Pensaba en ir adelantando el proyecto de una vez.

–Uhm, estaré libre estos días, no tengo mucho que hacer —pausó por un momento—, excepto por los fines de semana, esos días estoy ocupada... ya sabes, trabajando.

Genial, tampoco querría tener visitas los días que hay nuevos videos porno, ¡sin problemas! pensaste con entusiasmo.

–No hay problema, esos días también estoy bastante ocupada.

Seguro, ocupada tocando y masajeando mi propio clítoris hasta casi arrancarlo... te burlaste internamente de ti misma.

–Bueno, eso está bien —Ellie habló antes de ver la hora—. Mierda, mis clases de cálculo... Tengo que irme, nos ponemos de acuerdo por texto, ¿bien?

–Genial, hablamos después —te despediste no sin antes darle una sonrisa amigable. Posteriormente, la viste salir corriendo a toda prisa.