One-shots | Ellie Williams x Lectora.

♡⁠˖⁠꒰ Skincare ꒱

No era un secreto que Ellie fuera bastante competitiva y quisiera tener la razón siempre, siempre hacías apuestas con ella como simple diversión. Tampoco era un secreto que casi siempre terminarás ganando contra Ellie, ella solía competir sin pensarlo dos veces, pensando en que sus ideas mayormente incorrectas eran las que siempre estaban bien.

Hiciste una apuesta con Ellie, ya que sabías que ganarías, querías hacer algo molestará a Ellie.

¡Skincare!

La sensación de tener productos hidratantes o pegajosos en la cara tocaba los nervios de Ellie. Siempre buscaba una razón exacta del por qué usabas tantos productos en tu cara, lo consideraba innecesario y asqueroso, siempre solía observarte hacer tu rutina de skincare con una mueca de desagrado.

"¿Cómo puedes usar todas esas cosas en tu cara? Es horrible..."
Ella dolía decirte.

—⁠☆

–Ellie... ¿Dónde dejaste las llaves de la casa?— preguntaste, ya cansada de la misma situación. –Las dejaste en el carro, ¿cierto?—

–¡Por supuesto que no! Las dejé en la mesa, solo no sabes buscarlas bien.— respondió Ellie, hablando con aquella seguridad molesta.

–Ya las he buscado ahí.— añadiste, sabiendo que tenías razón.

–No sabes buscar, ¡Apuesto a que si voy a buscarlas las encontraré ahí!— mencionó, levantándose del sofá y dirigiéndose a la mesa.

–Si no están, me dejaras hacerte una rutina de skincare.— dijiste con seguridad y con una sonrisa juguetona formada en tu rostro.

–¡Bien! Ya verás que están ahí.— te retó, yendo a buscarás por la mesa, mientras tú observabas.

Ellie buscaba por la mesa, iba de un lado para otro, buscaba aquí y allá, revisaba la cocina y el comedor, buscaba por el piso y bajo los muebles. Sólo observabas con una sonrisa maliciosa.

–¿Qué pasa, cariño?— preguntaste entre risitas. –¿No encuentras las llaves?—

–¡Por aquí las dejé!— gruñó Ellie. –¡Estoy segura de que las dejé aquí!—

Pusiste tus ojos en blanco, tomando las llaves del auto para ir a revisar ahí.

–No las encontrarás en el carro...— se burló, totalmente segura, yendo trás de ti.

–Bien...— entraste al garaje y te dirigiste al carro. Ni siquiera te tardaste 30 segundos en encontrar las llaves puestas en el portavasos del auto.

Los ojos de Ellie se abrieron de par en par, mirando atónita la situación. De nuevo había perdido.

–¡Juro que las dejé en la mesa!— protestó, arrebatando las manos de tus manos.

–Parece que no estaban ahí.— te burlaste.

–Escucha, esa apuesta fue una tontería.— rascó su nuca.

–Una apuesta es una apuesta, eso dices siempre que pierdes.— dijiste, mirándola con una mirada retadora. –Eres una perdedora que no lo acepta.—

Eso le hirió el ego.

–¡Ya, está bien! Tú ganas...— respondió, dolida.