Capítulo 2

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23 de julio, 22:07hrs

Alexander Williams, 19 años, garzón.


Ninguno supo cuánto duro el temblor, en cuanto todo empezó a sacudirse Absol jaló de Alex y junto a Zangoose se resguardaron debajo de una mesa y se quedaron ahí, esperando a que todo acabase. Una espera que pareció ser eterna, observando como todo a su alrededor se caía a pedazos y las luces se apagaban en lo que fueron minutos eternos.

Cuando por fin todo se calmó y los tres pudieron salir de su escondite se encontraron de frente con el devastador resultado del sismo. El antes brillante y repleto de vida salón era hora un lúgubre escenario en ruinas y semi penumbra, los paneles led colgaban del techo chispeando sobre la mesa, todos los vasos y platos eran fragmentos repartidos por el suelo que tuvieron que esquivar con cuidado para no herirse. Lo más preocupante eran las enormes grietas que se habían abierto tanto en el suelo como las paredes, así como dos de los pilares que habían sucumbido por completo. La estructura no volvería a soportar una sacudida de esa magnitud, era imperativo salir de ahí cuanto antes, debían volver a la superficie antes de que todo esto colapsase. Alex levantaría a la paralizada Zangoose y la cargaría en sus brazos ante su incapacidad de moverse por el miedo. Alex y Absol también eran presas del miedo en ese momento, pero debían empezar a moverse y comenzar a subir, más aún cuando, tras un crujido metálico seguido de un atronador estruendo, un fuerte torrente de agua empezaría a salir de entre uno de los muros.

La escalera de emergencia había sido bloqueada por los escombros haciendo que única forma de subir fuera por la escalera mecánica, pero desde abajo se podía ver el frágil estado en el que esta había quedado. La posibilidad de que se viniese abajo mientras intentaban subir era alta, pero era su única opción. Absol fue primero para comprobar la firmeza de los escalones, y detrás lo siguió Alex con Zangoose en los brazos un par de pasos más atrás. Con cada pisada el crujir del metal los ponía cada vez más nerviosos, pero después de lo que parecieron ser infinitos escalones lograron llegar hasta el segundo piso, con eso ya solo quedaba un piso antes de volver a la superficie. El problema fue que esta vez la escalera no fue capaz de soportar la fuerza del sismo, y esta yacía en el suelo dejándolos atrapados a más de tres metros del siguiente piso.

Mientras barajaban sus posibilidades el sonido del caer seguido de un quejido los alertaría, se escuchaba relativamente cerca, por lo que fueron en la búsqueda de su origen esquivando escombros en la oscuridad hasta que el lejano sonido de voces se haría presente. Continuaron avanzando por el pasillo medio derruido, alejándose lo más posible del borde sin barandilla hasta que las voces ya se oían a pocos metros pero sin ser visibles todavía. Alex entonces llamaría con voz medio tímida y temerosa. En respuesta el haz de luz blanquecina de una linterna se asomaría por una esquina seguido de un guardia de seguridad y un obrero. La sensación de alivio al ver a alguien más fue inmediata, y más aún cuando el guardia los guio hacia un grupo más numeroso de personas, de quizá doce o quince y algunos pokémon. Seguían atrapados, pero al menos ya no estaban solos. Entre los trabajadores y los invitados se encontraron de nuevo con Sarah, Zangoose se alegraría al verla cambiando su animo a como era hace solo unas horas.

Sarah: Que bueno ver que estén bien, me preocupé cuando supe que te quedaste atrás, y más aún cuando tus pokémon se separaron del grupo.

Alex: Ambos vinieron hacia mi antes de que empezara a temblar, supongo que lo que dijiste antes no era solo superstición. ¿han encontrado alguna forma de subir?

Sarah: No hemos logrado nada, la escalera mecánica esta caída, la de emergencia está bloqueada y cuando intentamos mover los escombros cayeron más encima. Un par de sujetos intentó subir por el ducto del elevador, pero no los hemos vuelto a ver.

Pokemon: Reporte de EmergenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora