Capítulo 19

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Ultimas noticias: Las labores de evacuación se han visto retrasadas por la intensificación de la tormenta que azota buena parte de la región. Por otra parte el equipo del centro sismológico de Ciudad Calagua ha declarado que no son capaces de predecir por cuanto tiempo duraran las réplicas, y advierten que sería posible experimentar un incremento en su magnitud.

29 de julio, 10:37hrs.

Alexander Williams, 19 años, garzón.

Tal cual como había dicho la enfermera, durante la noche la fiebre de Alex logró desaparecer por completo, para esa mañana ya se sentía recuperado al despertar con Absol y Zangoose a su lado en la camilla del centro pokémon. La pequeña ventana del cuarto estaba abierta dejando ver la nieve caer afuera mientras él se preguntaba dónde estaba Sarah, recordaba oír su voz en sus fugaces momentos de conciencia, pero ahora todo era silencio salvo por el leve tic-tac del reloj colgado en la pared, por lo que se levantó de la cama y se vistió mientras sus pokémon empezaban a despertar. Dentro no hacia frio, al contrario, estaba cálido, se sentía agradable poder sentir sus manos y pies cálidos después de tanto. Al salir de la habitación se encontraría con Chansey quien lo llevaría a la parte delantera del centro donde encontraría a Sarah y a la enfermera sentadas en el sofá de la entrada bebiendo té. Zorua se movería de las piernas de Sarah y ella se levantaría para ir a abrazar a Alex alegre de ver que ya estuviese bien, pronto sin embargo su sonrisa desapareció pues sabía que ahora debía decirle sobre el incidente ocurrido con Zangoose.

Enfermera: Le conté lo que paso como me pediste, anoche cuando lo revisé por última vez.

Sarah: Entonces ya lo sabes...

Alex: Si, y te agradezco que hayas ayudado a Zangoose.

Sarah: ¿No estás molesto?

Alex: Claro que no, no sé qué habría echo si algo le pasase a uno de ellos, agradezco lo que hiciste aun sabiendo que era peligroso.

Ambos se volvieron a abrazar y Alex se sentaría junto a ella para poder desayunar. Ahora que ya se encontraba en condiciones era momento de seguir pues, como les había dicho la enfermera, más al norte había un centro de refugiados junto a la Universidad de Calagua, y Alex tenía la esperanza de poder encontrar ahí a su madre, por ende ahí sería a donde se dirigirán a continuación.

Sarah: ¿Qué van a hacer ustedes? ¿se van a quedar aquí?

Alex: Pueden venir con nosotros si gustan.

Enfermera: Gracias, pero seguiremos manteniendo el centro en funcionamiento, para ayudar a quien lo necesite.

Afuera la nieve aun caía aunque con más suavidad que los días previos por fortuna. El clima se había vuelto loco, a veces llovia, luego nevaba, luego volvía a llover y terminaba con más nieve. Por eso lo principal fue abrigar a Alex lo más que pudiesen, pues pese a que recuperado era posible recaer al estar afuera con este clima. La universidad estaba al norte de todo por lo que llegar hasta allá les tomaría bastante tiempo, algo que les quedaría presente cuando ya era pasado el mediodía y aun tenían una gran distancia que recorrer. Alex no había estado en Calagua antes, por lo que Sarah era quien guiaba el camino aun cuando ella tampoco tenía completo conocimiento de las calles, pero era mejor que ir a ciegas. Aunque más que la ruta que seguían lo que más les preocupaba era cerciorarse de que nadie los estuviese siguiendo, saber que el hombre que había atacado a Sarah y secuestrado a Zangoose no había podido ser atrapado los hacia avanzar con cautela y comprobar constantemente sus espaldas así como evitar que los pokémon se separasen demasiado del grupo. Sarah solo dejaba que Zorua estuviese o en sus brazos o en su mochila, no lo dejaba andar por sí solo aunque se quejase, y Absol no le quitaba el ojo de encima a Zangoose, cada vez que ella se alejaba aunque sea lo mínimo él la sujetaba de la cola y la traía de vuelta a rastras. Era un estado casi paranoico que los tenia a todos intranquilos constantemente hasta que el viento empezó a soplar con fuerza y la nieve empezó a convertirse en un granizo que caía con fuerza y los obligó a buscar refugio bajo una fachada en la que difícilmente cabían todos y que no les daba ninguna protección real, por lo que tuvieron que salir y buscar otro refugio. Corrieron calle abajo siguiendo a Sarah hasta llegar a una tienda que desafortunadamente tenía la puerta cerrada, tras ir por el callejón a su lado hacia la parte trasera lograron forzar la puerta del almacén hasta abrirla empujando la pila de cajas que había al otro lado. Dentro se encontraron con el almacén de la tienda casi intacto, las estanterías seguían llenas de cajas en perfecto estado como si nunca las hubieran tocado. Eso se les hizo extraño, la chapa de la puerta estaba destrozada y había varias cajas apiladas frente a esta para evitar que se abriera, claramente alguien había pasado por aquí antes que ellos pero no se había llevado aparentemente nada. Tras empujar la puerta las cajas que había del otro lado cayeron al suelo esparciendo su contenido, las pokebolas rodarían por todo el lugar mientras volvían a apilar las cajas frente a la puerta para que no entrara el viento. Después de asegurar la salida intentarían ir a la parte delantera de la tienda pero la puerta que daba acceso estaba cerrada, así que tendrían que quedarse en el almacén helándose. Las horas pasarían mientras ellos solo podían quedarse sentados en el suelo escuchando como el granizo golpeaba sobre el techo de forma constante. Alex no pudo evitar notar que Sarah parecía verse distraída, no despegaba la mirada de las cajas que habían apilada en la entrada y todos parecían notarlo menos ella hasta que Zorua la haría volver en sí.

Alex: ¿Estás bien? Te quedaste congelada por un buen rato.

Sarah: Eh... si... estoy bien, no se preocupen.

Alex: ¿Estás segura? No te ves muy segura.

Sarah: ...son esas cajas de pokebolas, ¿ves el logo de la empresa impreso en ellas?

Alex miró más detenidamente las cajas, más específicamente el logotipo en color negro y tipografía en cursiva: "Hardwell Industries". Alex conocía esa compañía, en más de una ocasión había visto en las noticias escándalos relacionados a esta. Se trata de nada menos que del segundo productor de pokebolas más grande del mundo, un gigante industrial que se caracterizaba por prácticas de mercado depredatorias, pero que tenía la suficiente influencia como para evitar cualquier tipo de sanción al respecto. Entendía que una compañía como esa pudiese molestar a la gente, pero no terminaba de captar que ponía a Sarah de esa forma que estuviese relacionado con las cajas.

Sarah: Hardwell es mi apellido. Esa es la compañía de mis padres, es el "negocio familiar" del que te hablé.

Alex: ¿Por eso no te llevas bien con ellos?

Sarah solo asintió. Esa era la razón por la que decidió irse de casa e intentar iniciar una nueva vida aquí en Hoenn, no quería formar parte de algo así aun si eso significaba dejarlo todo y empezar prácticamente desde cero, incluso si eso implicaba enemistarse con sus padres. Fue duro los primeros meses, pero con el tiempo y la ayuda de sus tíos había logrado establecerse y no pensar tanto en eso, sin embargo no podía ver ese logotipo sin saber todo lo que había tras de él. Los intentos de consuelo de Zangoose y Zorua le ayudaban a distraerse de todo eso, el solo hecho de tener a Zangoose entre sus brazos ya le era un gran alivio. Zorua hurgaría en la mochila Sarah y sacaría de ella una pokebola que Sarah tomaría en sus manos.

Sarah: Casi lo olvido, esta es la pokebola que usaron para capturar a Zangoose, el sujeto la dejó caer cuando huyó. No sé si sea lo correcto, pero creo que deberías tenerla.

Alex aceptó la pokebola, creía que Sarah tenía razón, era mejor que él mantuviese guardada esa pokebola a que quedase tirada en algún lugar, además, así por lo menos evitarían que algo similar vuelva a pasar. Absol no lo pensaría mucho y se levantaría del suelo yendo directamente a las cajas apiladas en la entrada para volver con otra pokebola en el hocico que dejaría sobre las piernas de Alex. Era obvio lo que quería decir con eso. Esta vez Sarah no diría nada, Absol estaba seguro, era cuestión de Alex decidir sobre esto. Si esta era la única forma de evitar que a él le ocurra lo mismo entonces supuso que no tendría una mejor opción. Alex tomaría la pokebola y el propio Absol la activaría al tocar el seguro con su frente. No tomaría más de un par de segundos y una vez lista la captura sacaría a Absol y guardaría ambas pokebolas en su mochila.

Sarah: No sé si decir si fue lo correcto o no, pero al menos yo lo vería como una preocupación menos.

Alex: Puede ser, pero lo que más preocupa es el cómo se supone que le explique esto a mis padres.

Pokemon: Reporte de EmergenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora