Capitulo #7

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Capitulo #7

A la mañana siguiente desperté con demasiado dolor de cabeza como si me tuvieran martillando con un martillo y la resaca insoportable. Oh. dios. mío.

Dios eso me pasa a mi por beber demasiado anoche.

Pues, enhorabuena Yessica.

Si claro, querida conciencia enhorabuena tengo mucha resaca. No vuelvo a tomar hasta que tenga cincuenta años.

No recordaba muy bien lo de anoche por lo que no le dí tanta importancia. Ya me habia dado una ducha  y lavado los dientes, me puse un vestido rosa pastel con unas sandalias bajitas. No tengo ganas de ir al instituto pero como buen estudiante que soy tengo que ir. Ya tengo unos minutos llamando a Nadia y Jackson pero ninguno de los dos responde los mensajes y llamadas así que me imagino que todavía están durmiendo o que no quieren responder.

A veces no entiendo a ese par de locos.

Yo menos Yess

Bajos las escaleras con una mano en mi cabeza porque el dolor de cabeza es insoportable, escucho unas voces muy conocidas y mis sospechas se confirmaron cuando llegue a la cocina.

Mamá y papá estan hablando de algo que no le presté mucha atención, me dirijo a la nevera para sacar una manzana y una barra de chocolate. Mamá siempre me dijo que el chocolate engordaba, que me voy a poner como esas chicas gordas que nadie las quiere. Pero como me importa muy poco eso, no le doy importancia.

Si, al fin y al cabo no le doy importancia a casi nada.

Siento las miradas de mis padres encima de mi así que me volteo para mirar a mis padres.

—¿Qué?— Prenguto secamente enarcando una ceja.

Ellos se miran entre si.

—¿A qué hora llegaste anoche Yessica? ¿Quien te trajo?— mamá me mira fijamente. Sus ojos dorados clavados en mis irisverdes—que heredé de mi padre— por cierto.

—No se. No mire la hora cuando llegue, y me trajo un amigo.

Fue en ese momento que me acordé de que Christopher se quedó a dormir aquí. Mordí la manzana y crucé la encimera para salir al salón pero la voz de mi padre me detuvo mi camino.

—Fue de mala educación dejarnos en una cena muy importante. Nos dejaste con mala imagen de nuestra familia Yessica.—mi padre quien estaba mirando el periódico, me dice eso.

Me volteo para mirarlo a los ojos. Que desgraciadamente yo heredé de el. Pongo los ojos en blancos.

—A ustedes solo les interesa sus trabajos y ¿Yo, que? ¿Soy un ser al izquierdo que tiene que intentar socializar con personas desconocidas mientras que los adultos terminan de hablar de sus negocios?— les pregunto secamente.

Mi padre deja el periódico en la mesa y se cruza de brazos mirándome fijamente enfadado.

Se viene la bronca Yessica.

—Yessica Morgan Evans nuestros trabajos son importantes porque con eso mantenemos nuestro hogar y te damos todo lo que quieres, no te ha faltado absolutamente nada. Y no eres una ser al izquierdo, eres nuestra hija con quién confiamos para que vengas y nos dejes en ridículo y una mala imagen de nuestra familia solo por un ir a un concierto con tus amigos. Y no es tan malo que socialices con algunas personas, quien sabe si algún día te casas con uno de sus hijos. Eso sería una muy buena imagen para nuestra familia.—Mi padre me mira fijamente sin quitar sus verdosos ojos de los mío.

Mi padre está loco, no pienso casarme con un desconocido y no estiendo todo esto si apenas tengo ¡Diecisiete años!

Es hora de escapar de aquí.

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