Cap#11

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Capitulo 11

—Que triste volver al instituto ya me estaba acostumbrando al fin de semana y a mi camita—nadia está a mi lado aferrándose a mi pobre brazo con un puchero. Pongo los ojos en blancos.

Le frunzo el ceño

—Nadia mejor cállate y quítate de mi brazo ¡Estás pesada!

—Uy parece que alguien está de mal humor

—Calla.

Nadia frunze el ceño por mi demanda y se detiene al frente de mi y me agarra la cara entre sus manos para examinarla.

—Tienes la frente un poco arrugada, los ojos un poco más oscuros y los dientes apretados. Ya dime ¿Que tienes?—Demanda con los ojos puestos en mi. Resoplo porque odio que me conozca tan bien.

—No sé Nadia, desde que hablé por última vez con Wilde me he puesto malhumorada.

Nadia hace una mueca de confusión mientras entramos a nuestro aula de clase. Nos sentamos en el último puesto. Ese puesto siempre ha sido de nosotras. Dejo mi mochila en el suelo y me recuesto en el hombro de mi amiga.

—¿No tiene que ver con una personita en particular?—me mira de Reojo y puedo ver el pensamiento que le está rondando por la mente. Asiento sin pensar.

Abro los ojos como platos cuando me doy cuenta de una cosa. Y muy importante. Creo que alguien me gusta. No,no,no y no. Esto no debe estar pasando. Yo no me puedo enamorar de nadie, yo hice una promesa y prometí no enamorarme de nadie. Nunca más.

El amor llega inesperadamente.

Oh dios. Necesito centrarme de una buena vez en mis cosas y no de estar enamorándome de nadie. Porque no quiero volver a sufrir por nadie.

Después de la clase salimos del aula para dirigirnos a la cafetería a comer algo. Seguimos nuestro camino por el pasillo del instituto. Se deben preguntar ¿Porque estoy enojada? Y ¿Porque no me he centrado en la explicación de la clase? El motivo es claro. El señor Christopher Wilde quedó en llamarme al día siguiente de la fiesta que fuimos y ya ha pasado dos semanas desde esa fiesta. Han leídon bien. ¡Dos semanas! Y claro como ahora soy una supuesta zorra me ha llegado un mensaje de un número desconocido está mañana que decia:

Número desconocido: No te acerques más a mi Christopher porque como te vea cerca de él no voy a tener piedad de ti Morgan.

Un nudo en el estómago se me forma y un miedo terrible me llega ¿Cómo se sabe mi apellido? ¿Acaso me están vigilando y no me he dado cuenta? Eso da bastante miedo.

Eres una miedosa

No soy miedosa solo estoy un poco preocupada porque es un número desconocido que me envió y... A quien quiero engañar ¡Si, tengo miedo y mucho!

«No voy a tener piedad de ti»

Esa frase se repite toda la mañana y tarde hasta la noche en mi cabeza. No me la puedo quitar ni olvidar. Después que llegue a casa muerta del sueño, en la tarde me propuse dormir un poco porque tengo unas ojeras horribles y no me quiero ni mirar al espejo porque puedo romperlo de lo destrozada que estoy no he dormido muy bien en estás dos semanas y mis padres ya habían llegados hace un día y pues no me preguntaron absolutamente nada ni siquiera me preguntaron cómo estaba la familia de Jackson. ¡Ellos también conocen a esa familia! Esto es absurdo.

Mientras estoy en mi escritorio terminando de corregir algunos apuntes alguien toca mi puerta. Es mamá.

Cómo siempre ella está tan elegante que ni siquiera sé porque se viste así, solo está en su casa puede estar como se le dé la gana.

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