Capitulo #6

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Capitulo #6

Llegando a casa Christopher estaciona el coche en el garaje. Suelta un suspiro.

—Gracias por traerme— me quito el cinturón, giro para abrir la puerta cuando siento una mano en mi brazo.

Me giro para mirar a Christopher. Me mira de una forma que no puedo descifrar muy bien, es como tierno,coqueto y con un brillo en los ojos que me deja paralizada dónde estoy.

Desvío la mirada primero y veo de reojo que Christopher tiene una pequeña sonrisa.

Capullo engreído.

—Un segundo yessica solo quiero discúlpame por lo que pasó en casa de mis padres...

—Si claro ¿Es todo?

—Si, supongo.

—Bien.

—Que te vaya bien.

Salgo del coche de una vez y me adentro a casa. Cómo lo suponía mis padres ya están durmiendo. Saco mi móvil de mi cartera y veo la hora, pongo los ojos como platos.

Son las : 3:15am.

Mis padres me van a matar. ¿Cómo el tiempo puede irse tan rápido?

Yess es mejor que subas a la habitación sino quieres ser descubierta.

¡Oh dios mío!

Pero antes de salir corriendo me acuerdo de algo. Papá y mamá se levantan a las 6:00am para irse a trabajar, osea que tengo tiempo en hacerme algo de comer y irme a mi habitación.

Buena idea Yess.

Gracias conciencia.

Mientras estoy en la cocina haciendo un sándwich escucho un ruido que proviene de la ventana. ¿Es un sonido de una piedra? Poco a poco me acerco a la ventana que está pasando el salón más o menos oscuro solo una lámpara pequeña ilumina un poco cuando llegó a la ventana vuelven a tirar otra piedra más, hasta que la abró para ver el idiota que está tirando piedras a mi casa a está hora.

Pego un brincó cuando veo quien es.

—¡¿Que coño haces capullo?!...¿Que...—Christopher me hace una seña para que me callé la boca.

¿Pero, que? ¿Ahora quiere callarme cuando el quiera?

—Necesito que me hagas un favor.—me mira suplicante, pongo los ojos en blancos. Me lo tuve que imaginar.

—Oh claro. Como me hiciste un favor o no espera, no fue un favor fue un deber y ahora quieres comprarlo. Pues bien.

—¿Si o no?

Nos miramos unos segundos que me parecieron enternos. Sé que me voy a arrepentir de esto.

—Si, ¿Que quieres?

—Necesito que me dejes quedarme aquí, está noche.— oh mierda. Iba a responder cuando vuelve a ser lo mismo.—Antes que me respondas con tu sarcasmo, déjame explicarte.

Asiento.

—Como mis padres tienen la fiesta me van a preguntar dónde estuve y porque me lleve el coche favorito de mi padre...

—Espera, ¿Que dijiste?

—Que el coche que elegirte es el coche favorito de mi padre y no lo usa casi porque es muy importante para el y cuando se entere que lo tuve que usar... Pues es muy capaz de que me quite las tarjetas de crédito.

Dios todo esto me parece ridículo, ¿todo por unas tarjetas de crédito? No lo puedo creer.

—Lo siento pero no te puedo ayudar así que ya vete.

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