You are my museum (Ezlux)

Capítulo 5: Incógnita

En la secundaria a la que asistía, Lux no era para nada una chica popular. Es más: si no fuese por Jinx, su única amiga, probablemente la hubiesen atormentado desde que entró. Prácticamente así fue hasta que la conoció. Aún así, le colaban una que otra broma irritante, pero estaba bastante acostumbrada a ello.

Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, observaba los lentes que poseía en sus manos. ¿Qué dirían todos los chicos y chicas de la escuela si se enteraban de que pertenecían al joven más famoso del momento? Probablemente no le creerían, y pensarían que solo querría llamar la atención. De todos modos había prometido no decir nada, y planeaba cumplir con su palabra.

Llegó al casillero de su amiga y la saludó, posteriormente preguntó qué había sucedido con ella luego de que se separaron en el evento.

—Logré escapar de la tonta de Vi —respondió—. Y luego me quedé al concierto. Perdón por no esperarte, supongo que la emoción me ganó.

—Está bien... me alegra que no te haya sucedido nada.

—¿Y tú qué tal? ¿Cómo regresaste a casa?

—Me fui en taxi... —mintió—. No fue tan catastrófico.

—Bueno, me sentí un poco culpable por quedarme al concierto. Pero adivina qué, ¡conseguí su firma!

La peli-azul le entregó una gorra con la auténtica firma de su ídola, y Lux la aceptó con emoción.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó exaltada.

—La robé a una chica.

Lux enseguida se la quitó, y trató de devolvérsela, pero Jinx lo impidió.

—Relájate, Lux. No es como que esa chica vuelva a aparecer. Es tuya, consérvala.

—Agh, bien... pero debes dejar de robar cosas. Te metes en problemas.

—Sí sí, lo que digas.

—Por cierto... —dijo la chica con curiosidad—. ¿Sabes de una banda llamada Heartsteel?

—¿Heartsteel? ¿La banda más famosa del momento?

Su amiga abrió el casillero, y en ella había bombas de humo, algunas pistolas(quién sabe si de verdad), pero sobre todo, muchas fotos de la banda mencionada, y de uno de los integrantes en particular.

—Creo que no —respondió, sarcásticamente.

—No sabía que eras fan de ellos...

—Bueno, el de pelo morado es muy sexy. Y su canción es buena.

—Y sabes algo de... ¿Un tal Ezreal? —preguntó, como si no supiera.

—Ah sí, el vocalista principal. Era solista y luego se unió a la banda. Sobrevalorado en mi opinión. ¿Por qué preguntas? ¿Acaso te gusta?

—¡No! —gritó, pues se olvidó del hecho de que Jinx no conocía su secreto—. Digo, ni si quiera lo conozco.

—Pero es normal enamorarse de un famoso. Aunque claro, todas están enamoradas de él. ¿Cómo sabes de esta banda? Creí que este tipo de música no era tu estilo.

—Por la tele.

—¿Desde cuándo ves tele? Lux, ¿estás ocultando algo? —preguntó con intención de interrogar.

—No, solo... exploro otros tipos de música.

—Eres pésima mintiendo —dijo—, pero me gusta que practiques. Sigue así.

—Como sea, vamos a clases...

—¡Espera!

La joven sacó de su casillero un volante de lo que parecía un concurso y se lo entregó a Lux, quien lo observó con detalle.