You are my museum (Ezlux)

Capítulo 33: ¿Qué está pasando?

Ezreal no insistió más, pues no supo cómo responder a aquellas palabras. Solo estaba seguro de una cosa: amaba a Lux, más que a nada. Sin embargo, no tenía claro el cómo debía quererla, y eso para él significaba un gran impedimento para llevar adelante cualquier tipo de relación con ella, al menos en ese instante.

—Es mejor que me vaya... —dijo mirando hacia el suelo, derrotado.

—Sí, es lo mejor —respondió el corpulento hombre.

El peli-verde salió de la puerta, y escuchó como esta se cerraba atrás de él. Mas antes de marcharse, miró hacia la ventana de la habitación de Lux, pues tenía el presentimiento de que ella estaría mirando. Efectivamente, tras la cortina, le observaban unos ojos con lástima, brillosos, al borde de las lágrimas. La chica hizo un gesto con sus manos para que Ezreal respondiera la llamada del teléfono, y sigilosamente lo hizo.

—No te rindas... —dijo Lux—. Por favor, no te rindas otra vez. No me importa lo que piense mi familia, quiero estar contigo, Ez.

—Lux, te quiero. Pero es verdad, no me preocupé lo suficiente por ti en el pasado. ¿Cómo podría saber que soy bueno para ti ahora?

—Eso ya ocurrió. Podemos comenzar desde cero, pese a todo... solo no te rindas. Promételo... si en verdad me amas, promételo.

Hubo silencio, mas después de un par de segundos, Ezreal respondió.

—Lo prometo... hablamos después.

¸¸♬·¯·♩¸¸♪·¯·♫¸¸*¸¸♫·¯·♪¸¸♩·¯·♬¸¸

En aquella noche fría, decidió hacer algo que no hacía hace mucho tiempo: curar sus penas con un poco de alcohol. No solía beber, sin embargo, sentía que necesitaba algo fuerte para olvidar todo, por lo menos un rato.

Entró al club y se sentó cerca de la barra de bebidas, pidiendo un whisky.

—¿Noche difícil? —preguntó una voz femenina y seductora, mientras limpiaba un vaso.

—Semana, más bien... meses en realidad.

—No te había visto por aquí. ¿Eres nuevo?

—Se podría decir que sí...

—Alto, tú eres... ¿Yasuo? El prometido de Ahri, ¿no? Creí que estabas en un hospital.

—La verdad soy su hermano. Yasuo sigue ahí, inconsciente...

—Lo lamento. Soy Sarah Fortune —se presentó con amabilidad.

—Está bien... ¿cómo conoces a Ahri?

—Es la estrella más famosa del mundo.

—Ja, es cierto. Que estúpida pregunta...

—Pero sí la conozco en persona. Las chicas de KDA suelen venir acá. Yasuo a veces las acompaña, lamento tanto lo que pasó...

—Sí, también yo —dijo con pena.

—Y cuéntame, ¿qué te trae por acá? —preguntó desinteresadamente, mientras preparaba un trago.

—Pues la situación de mi hermano es la principal causa. Fui un idiota con él, y ahora que puede estar a punto de morir, ni si quiera pude disculparme...