Capítulo 14: Di que sí...

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Era un día frío y nevado, en donde lo único que mantenía en calor a la gente, era una buena taza de café casi hirviendo. Una joven atractiva y coqueta caminaba por la ciudad sin un rumbo aparente, hasta que algo llamó su atención. Un tumulto de personas rodeando a alguien. Curiosa, la joven se acercó a ver de qué se trataba, cuando de pronto estuvo lo suficientemente cerca para escuchar una melodiosa voz que calmaba y hacía sonreír a cualquier alma. La chica se hizo camino entre la gente, y entonces observó a quién pertenecía ese canto angelical. Un jovencito peli-verde de brillantes ojos ámbar, y tez pálida que parecía dedicarse a cantar para ganar dinero.

Cuando terminó su canción, todos aplaudieron, y claro que se acercaron a colaborar con unos billetes. Entre ellos, la joven adulta se acercó a dejarle dinero, pero cuanto estuvo ante él decidió hablarle.

—Cantas muy bonito —dijo en un tono dulce, sacándose sus gafas ante el muchacho.

—¡Muchas gracias señorita! —respondió con un tono agudo, propio de un niño de su edad.

—¿Cómo te llamas?

—Ezreal, ¿y usted?

—Evelynn. ¿Puedo invitarte un chocolate caliente amiguito?

—Disculpe, pero le dicen que no debo salir con extraños...

—¿Tus padres?

El chico bajó la cabeza, y en un tono triste le respondió.

—No... no tengo padres. Pero las señoras del orfanato dicen que no debo aceptar cosas de extraños.

—Lo entiendo, pequeño. Pero solo quiero hablar contigo. ¿Te parece que soy alguien que quiere hacerte daño?

—No, no me lo parece... —sonrió.

Ahí empezó todo. Aquel inicio de su amistad y de su ascenso a la fama. Su relación no era estrictamente profesional: era como de una hermana mayor y su hermanito, en donde el cariño y el buen rollo era mutuo. Sin embargo, eso de pronto cambió. Y la chica generosa y buena, se convirtió en alguien avara y codiciosa, que veía a Ezreal como una fuente de dinero inagotable. Pero ahora, no lo veía con ese sentimiento, sino con rabia e incertidumbre. ¿Cómo se atrevía a rebelarse así?

—¿Escuché bien? —preguntó el conductor del programa—. Tú y Kai'Sa...

—Ella es una chica genial y divertida. Pero no, no estamos enamorados. Lamento haber mentido al público...

—Bueno, pero tuviste la valentía de decir la verdad. Draven cree que eso es muy noble.

—No diría que es algo noble, pero sí es lo correcto. Yo no puedo ni quiero mentir a mis fans, ni a la chica a la que escribí esa canción.

—¿Y podemos saber más acerca de esa chica?

El público estaba impactado, al igual que todos los televidentes. Solo estaban pendientes de lo que Ezreal iba a decir.

—No puedo revelar de quién se trata, porque es algo entre ella y yo... pero si me estás escuchando —miró fijamente a la cámara— solo dame una señal.

—¡Ya lo oíste! —gritó Draven alegremente, también mirando hacia la cámara—. Te agradezco por la primicia, Ezreal. Y te deseo suerte con aquella chica, parece ser muy especial.

—Lo es, es muy especial.

Aquellas palabras llegaron al corazón de la chica mencionada, quien estaba viendo aquella entrevista en su teléfono. Aunque quería olvidar a Ezreal, no podía evitar la necesidad de verlo, y las palabras que dijo, y aquella canción para nada ayudaron. Todo lo contrario.

You are my museum (Ezlux)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora