Capítulo 17: Cita

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La joven estaba petrificada, no había podido decir ni una sola palabra en aquel momento en donde los ojos de su tía y de su hermano estaban fijos en ella, esperando a que contestara algo.

—Entra y siéntate —le dijo la mayor.

Lux obedeció, aún en silencio y con mucho miedo. Pero antes de que se sentara, su hermano tomó su bolso bruscamente, en donde este dejó caer unas prendas y peluca que correspondía su disfraz. Garen las levantó del suelo extrañado, y luego la miró a los ojos, mas ella seguía sin poder decir algo.

—¿A dónde has estado yendo? Porque me imagino que no es la primera vez. Esas salidas hasta tan tarde, y escapadas quién sabe a dónde... se acabó Luxanna, responde.

La chica apretó sus puños de la impotencia por ser descubierta, y algunas lágrimas salieron de sus ojos. Le costaba tragar saliva, y pensar en algo qué decir. Decidió decir la verdad, o al menos una parte de ella.

—He ido a competencias de música —respondió cabizbaja—. Música que a ti no te agradaría, y que a Garen probablemente ya no le guste...

—¿Música? ¿Esa es la razón? —preguntó su hermano, con confusión.

—Soy buena... al menos eso creo. Compito contra otros Dj. Pero no dije nada porque sé que a tía Tianna no le iba a gustar, y no me daría permiso para ir.

—Pues sí aborrezco este tipo de música, Luxanna. Pero jamás he impedido que hagas algo que te estimule.

—¡Claro que sí! —exclamó llorando—. Tú siempre criticas ese tipo de música, dices que es tonta y mediocre... ¿por qué debería pensar que me hubieras dejado ir?

—Lux, no levantes la voz —la reprendió su hermano.

—No te metas, Garen —le dijo su tía—. Sé que puedo ser dura a veces, tal vez siempre lo soy. Pero es porque quiero que tengan un buen futuro... y me lastima que no tengas la confianza para haberme dicho que te gustaba componer, o las otras cosas que te gustan... supongo que me lo he ganado por ser tan estricta.

Lux cesó su llanto poco a poco, y sentía gran sorpresa de las palabras de su tutora, al igual que Garen.

—Espera... entonces esa vez que Yone vino acá, ¿es porque estaba practicando contigo? —preguntó el castaño.

—No exactamente... —respondió—. Pero su tipo de música es el que me gusta componer.

—Bien, Lux. Mereces un castigo por mentirme y preocuparnos, a mí y a tu hermano. Pero no te impediré divertirte en esas cosas que no entiendo.

—Entonces...

—Puedes seguir compitiendo, mientras tus calificaciones sean altas y tu prioridad siga siendo el estudio.

Lux sonrió, limpió su cara y se abalanzó sobre su tía para abrazarla. Esta no era muy afectuosa, por lo que se quedó tan inmóvil como una estatua, pero Garen se unió al abrazo de su hermana para contrarrestar aquella frialdad.

—¡Gracias! —fue lo que pudo decir la chica, antes de ser mandada a su habitación. 

Apenas cerró la puerta y apagó las luces, tomó su teléfono decidida a contarle a Ezreal la gran noticia de que ya no tendría que esconderse con su música, al menos para su familia, pero después recordó la molestia que él había sentido por no haberle comentado, y entonces entendió que quizá había hecho mal, haciéndole creer que no confiaba en él, cuando en realidad en aquel momento era su confidente más cercano.

Marcó su número y el teléfono sonó, sin respuesta alguna. La verdad era que el chico sentía tristeza como para contestarle, justamente por la razón que Lux creía: pensaba que no tenía confianza en él.

You are my museum (Ezlux)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora