Capítulo 21: Mentiras

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Condujo con prisa a su domicilio, pero no la suficiente como para que su presencia no fuera alertada por los los paparazzis que lo comenzaron a seguir. Al salir del auto, se vio interceptado por ellos, quienes no pararon de hacer preguntas.

—¿Es ella la chica de la canción?

—¿Dejaste a Kai'sa por esa chica?

—Ezreal, una pregunta por favor...

—¿Tus amigos sabían de ella?

Pasó entre ellos con complejidad, y no dijo palabra alguna. Luego, logró entrar al ascensor, pero seguía siendo fotografiado por todas las cámaras que le observaban.

Al llegar al penthouse, todos sus compañeros de banda estaban reunidos en el salón mientras tenían sus ojos puestos en la televisión viendo a Ezreal en primera plana.

—Mierda... —dijo, alertando a todos los presentes.

—¿Cómo no te diste cuenta de esas fotos? —preguntó Kayn.

—No puedo estar pendiente en todas partes de quién me sigue o no... agh, qué voy a hacer ahora...

El peli-verde se sentó y puso sus manos en la cabeza, evidenciando frustración y confusión. ¿Por qué ahora? ¿Quién había tomado aquellas fotos? ¿Qué ganaba con eso?

—Yo me encargaré de minimizar el impacto, Ezreal —dijo Yone intentando calmarlo—. Pero creo que no serás el mayor afectado aquí... ¿por qué no la llamas?

—Sí... creo que es lo mejor —respondió, yendo a su cuarto, aún desconcertado.

De pronto, Kayn se quejó fuertemente poniendo una de sus manos cubriendo su ojo izquierdo.

—¡Agh! —exclamó de dolor.

—¿Qué ocurre? —preguntaron sus compañeros.

—No es nada... me duele la cabeza. Iré a recostarme un rato.

Kayn fue a su cuarto, y luego de cerrar la puerta asegurando la perilla, sacó de su mesa de noche un frasco con varias pastillas.

—Los medicamentos ya no están haciendo efecto... —se dijo a sí mismo.

Pronto, un nuevo dolor más fuerte se presentó, lo que hizo que el peli-morado se desestabilizara y cayera a la cama casi inconsciente debido a la magnitud de su malestar. Por su lado, Ezreal llamó a Lux para saber de su estado, el que probablemente no era muy bueno debido a la situación tan repentina. La joven contestó con voz temblorosa, y entonces el chico sintió una gran pena por haberla metido en un lío tan grande.

—Lux...

—¿Qué vamos a hacer? —dijo con lágrimas en los ojos.

—Escucha, no veas nada. Si alguien te llama, no contestes, ni veas la televisión.

—¿Qué le voy a decir a mi familia? Sabrán que les mentí...

—No te preocupes por eso ahora, Lux. Ve a dormir, mañana tendré una solución... lo prometo.

—No podré dormir. No ahora, te necesito Ezreal... por favor ven... —suplicó con la voz quebradiza.

—No sabes cuánto quisiera hacerlo... pero estoy en la mira de un montón de paparazzis. Si me siguen y te descubren, no te dejarán en paz. Solo trata de dormir, ¿sí? Mañana nos juntaremos en el lugar de siempre, y encontraremos una solución. Confía en mí.

—Espero que tengas razón.

—Ya verás que sí, Lux. Trata de descansar, todo estará mejor mañana.

You are my museum (Ezlux)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora