Decisión

696 29 0
                                    



Poché era muy traviesa, muy atrevida y una experta disimulando. Le encantaba jugar, pero me ponía nerviosa y me sentía mal por Sam, que no imaginaba nada.

Tomábamos algo en un bar sentadas tranquilamente, habíamos vuelto a quedar las tres juntas. Estábamos bien, riéndonos y disfrutando hasta que se les ocurrió hacer una ronda y jugar al "yo nunca".

- Bien, empiezo yo... - Poché se frotó las manos sonriendo. – Yo nunca... he experimentado para saber mi orientación sexual.

Poché no, Sam no, obviamente yo sí. Las dos sonrieron mirándome.

- Interesante... - escuché la suave risa de mi novia antes de que ella soltara una frase. – Yo nunca he estado toda la noche despierta manteniendo relaciones sexuales... - Poché rio mientras bebía y yo tuve que beber otra vez. – Oh, creo que no me has contado sobre tus actividades. – se acercó para darme un corto beso.

- Te toca, Calle. – Poché cambió de postura para mirarme directamente. – Algo que nunca hayas hecho...

- Yo nunca... lo he hecho con un chico. – las dos bebieron y me quedé boquiabierta mirándolas.

- Fue horrible... - lo dijeron al mismo tiempo.

- Fue sólo curiosidad. Además, estaba muy borracha. – Poché levantó el vaso y bebió. – Yo nunca he pedido que me follen duro. – sonrió mirándome como bebía, Sam me miraba sorprendida.

- Eso me lo tienes que contar ¿eh? – Sam me sonreía ampliamente mientras me cogía las manos y me plantaba un beso en los labios. – Yo nunca... he usado juguetes sexuales. – sólo bebimos Poché y yo. – Vamos a tener una charla de tus aventuras... - empezó a reír mientras me hacía cosquillas.

Miré a la peliazul de reojo, con su sonrisa traviesa y su mirada de "todo eso te lo he hecho yo".

Poché insistió en acompañar a Sam a su casa y luego irnos las dos juntas.

- Oye... - la escuché hablar, luego de unos minutos. - ¿Te ha molestado lo del "yo nunca"?

- ¿Qué? Ah, no, no te preocupes... - intenté quitarle importancia, estaba muy metida en mis pensamientos, pensamientos que me atormentaban desde hace varios días.

- Igualmente lo siento, es que no soporto cuando te besa... - susurró, giré mi cabeza para mirarla y encontrarme con sus ojos devolviéndome una mirada de dolor.

- Lo siento... - susurré yo también, noté como me temblaba el labio. – Siento la situación... estoy intentando hacer las cosas bien... pero no paro de liarla una y otra vez...

- Tranquila, voy a esperarte lo que haga falta... - sentí su mano deslizando sus dedos por los míos, era la primera vez que agarraba mi mano mientras andábamos, yo miré nuestros dedos y apreté su mano. Sonrió intentando calmar la situación mientras llegábamos al edificio y nos metíamos al ascensor. - ¿A qué piso va, señorita? – bromeó.

- Al quinto. – contesté, llevándome de su parte una expresión feliz, íbamos a su piso.


° ° °


Necesitaba a mí amiga, necesitaba desahogarme un poco, o iba a explotar. Era aún temprano cuando entré a mi casa, Vale estaba en el sofá viendo una película. Me senté a su lado y me miró preocupada cuando notó que estaba llorando.

- Calle. ¿Qué pasa? – se acercó para abrazarme.

- Vale... me estoy enamorando... - sollocé contra su hombro.

La Hermana de mi Mejor AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora