BUSCÁNDOTE [KOOKMIN - OMEGAVERSE]

[𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟖]

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CAPÍTULO 8
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Jungkook estaba sentado en la cama con una bandeja de madera entre sus piernas y un montón de comida frente de ella.
En la televisión pasaba el noticiero local anunciado el clima para ese fin de semana.
El domingo habría una fuerte lluvia según el pronóstico mientras que para ese día el calor seria arrasador.

No se sorprendía, estaban en verano y las temperaturas eran insoportable.

Con el tenedor que tenía entre sus dedos pincho un pedazo de pechuga de pollo que le habían traído de comer aunque se le hacia incómodo hacer cualquier tipo de presión por la molesta intravenosa que tenía conectada.

Jungkook bufó y dejó el tenedor junto con la comida de lado.

No tenía apetito, hacía bastante que no disfrutaba la comida.
No había algo que su cuerpo no logrará disfrutar. Todo le parecía igual de aburrido.

Toc toc

La puerta estaba siendo tocada y con un vago "pase"  Esta se abrió dejando entrar a la persona a la habitación.

—Hola Jungkook ¿como te sientes? —le pregunto mientras se acercaba a la cama arrastrando de paso una silla para sentarse cerca de él.

—Estoy bien— dijo asintiendo.

—Tu boca dice una cosa pero tus ojos dicen otra. —Soltó. La omega estiró su mano solo para alcanzar la mano del joven alfa. — A todos nos duele esta noticia.

—P-pero no quiero... —Jungkook agachó la mirada y apretó los ojos con fuerza intentando calmar las lágrimas que se había colado en sus ojos.

—Tampoco quiero que den por muerto a mi hijo solo por que la justicia lo quiere— Dijo apretando con delicadeza la mano contraria— Yo también ya no se que hacer pero su desaparición es tan rara que me niego a creer que mi hijo está... que el...

—Mi lobo me dice que Jimin no murió.

Nara sonrió cómplice por qué sabía a que se refería.

—Para mi... tu eres la mejor prueba de que mi niño esta con vida.
—Tu eres su predestinado, así lo eligió la Luna y así va a ser. Mi hijo volverá a estar con nosotros.

La mujer miraba con pena al alfa que tenia en frente.
El chico fuerte que era antes estaba cubierto por un manto de preocupación y enfermedad que era inevitable no preocuparse por el.
Pero ella tenía que ser su soporte, eso le pedía su loba.

—¿Usted como esta tan segura de eso? —Jungkook por fin pudo levantar la mirada sin que las lágrimas nublasen su vista.

—Al igual que tu. Mi loba también me dice que Jimin esta vivo.

Sin darse cuenta ambos estaban siendo el apoyo del otro.

Varios minutos conversando con la madre de Jimin transcurrieron de forma tranquila y amena.
La mujer le sugirió que intentara comer un poco más y este no fue quien para llevarle la contra. Para su grata sorpresa descubrió que ahora si tenía algo de hambre, aunque a la comida le faltaba algo de sal; Jungkook terminó todo lo que le habían llevado.

Para su propia alma era imposible que esa mujer llegara a caerle mal.
Nara fue por un largo tiempo, y aún lo seguía siendo, la mamá que su niño interior necesitaba.
Ella fue su figura materna después de que su propia madre volviera a sus tierras natales; dejando a un lobo de sangre pura con dos cachorros, un pequeño alfita de 5 años y una pequeña cachorra de 3 añitos de vida.