BUSCÁNDOTE [KOOKMIN - OMEGAVERSE]

[𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟎] pt1

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CAPÍTULO 10
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Pt1

El reloj marcaba las 01:30 de la madrugada y él se contraba bajando el ascensor.
En su mano estaba aquel móvil de último modelo pero eso era realmente insignificante cuando en la pantalla de este se veía una foto.

En su galería guardaba solo cosas importantes, ya fueran video o imágenes pero solamente de su familia y de Jimin.
Pero en esta ocasión y por primera vez guardaría fotos de un desconocido.

Jungkook no dejaba de ver al chico que ocupaba su pantalla y por milésima vez bufo con fuerza y paso una de su mano por su cara.

No podía ser cierto.

Su hermana no se había equivocado.

Era igual a Jimin.

La sonrisa, los pequeños hoyuelos que aparecían junto con ella y sobre todo esos ojos hermoso que muy apenas brillaba por que sus párpados los tapaban casi por completo por culpa de la sonrisa que pintaba en su rostro.

Pero su cabello era castaño y no rubio.

Park Na-ra no pudo haber parido a dos hijos iguales, con la diferencia en el color de cabello, para eso ya existía Rosé quien si era la gemela de Jimin.

Eso esa absurdo.

Tenía que ser un mal chiste por que no le estaba causando gracia.

Solo faltaba que tuviera el mismo diente chueco pero en esas imágenes que uno de sus guardias le mando, en ninguna de ellas sonreía de manera amplia como para confirmar aquello.

No podía confirmar nada pues el no fue quien tomó la imagen ni siquiera pudo ver con sus propios ojos a ese chico.

Aunque al único chico a quien no pudo verle el rostro fue a aquel que salio corriendo después de defenderlo de su propia compañera.

¿Y si era el?

¿Y si lo había espantado con su actitud tan hostil?

—Me cago en todo. —Dijo bloqueando el móvil y guardandolo en su bolsillo.

Fue en ese momento cuando se dio cuenta de las fachas que llevaba gracias a los espejos del ascensor.

Estaba hecho un asco.

Su cabello estaba revuelto como si recién se hubiera despertado y ni hablar de sus ojos.
Estos estaba hinchados y rojos por llorar más de una hora seguida, hasta su nariz estaba pintada del mismo color.

No importa las veces que fuera, siempre reaccionaria de la misma manera.

Las puertas metálicas se abrieron anunciado su llegada al piso solicitado así que solamente optó por esconder sus cabellos en la capucha de su buzo y esconder su rostros detrás de una mascarilla antes de salir.

Más de una persona que lo conocía le hacia una leve reverencia pero el estaba cansado de recibirlas, ahora no tenía a alguien que lo obligará a responder de la misma manera así que solo siguió caminando e ignorando a todos hasta llegar a la recepción.