BUSCÁNDOTE [KOOKMIN - OMEGAVERSE]

[𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟕]

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CAPÍTULO 17
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Ese día parecía eterno como si las horas no avanzaran y el tiempo se hubiera congelados para siempre.

Jihoon estaba en cama, tapado con unas cobijas livianas pero sin ganas de levantarse. No tenía ánimos de nada.
Sobre todo por que no pudo conciliar el sueño desde la madrugada.
Aunque sus ojos estaba inchados por el llanto no podía dormir sobre todo cuando a penas intentaba hacerlo, esas imagenes se reproducían una y otra vez en su cabeza.

Así que solo suspiró y miro fijamente a la pared

Las luces estaban apagadas y las cortinas tapaban cualquier tipo de luz de afuera así que allí dentro todo estaba oscuro.

Jihoon sabía que no faltaría nada para que el despertador sonara pero realmente no tenía ganas de levantarse.

—¿Por qué no?... es ridículo.

El castaño cerró rápidamente los ojos y pretendió dormir cuando escucho la voz de su hermano tan cerca de su puerta.

—Solo entiende que esto llevará tiempo y no sabemos en qué momento todo hará efecto. —

Jihoon escuchó la voz de su madre mucho más fuerte y cerca. Sin siquiera tener tiempo de imaginar que estaban haciendo esos dos, la puerta de su habitación se abrió y con ella la luz se encendió; solo siguió fingiendo que dormía.

—¿Todavía duerme? ¿No piensa ir al colegio?
Jaebom se cruzó de brazos pero se quedó en la entrada de la habitación pero Seom Jun si camino tranquila hasta la cama donde Jihoon estaba a cobijado.

—¿Jihoon? ¿Te sientes bien? —Le preguntó la mujer pero solo tuvo un quejido como respuesta.
Seom Jun se sentó en la orilla de la cama e inmediatamente llevo una de sus manos hasta la frente del castaño. —¡Ommo! Tienes fiebre. —Le dijo pero Jihoon volvió a removerse hasta quitarse la palma de Jun de su rostro.

—¿Fiebre? —Dijo Jaebom— ¡Fiebre! —Soltó casi festejando.

Seom Jun volteo rápidamente hacia su hijo mayor y lo fulminó con la mirada por el repentino festejo hacia el estado del castaño; pero Jaebom solo rodó los ojos y camino hasta uno de los estantes donde divisó ese pequeño frasco blanco.

—Iré por el termómetro cuídalo mientras tanto —Le Ordenó Seom Jun a Jaebom quien bufo.

—No te vas al otro lado del mundo a conseguir eso. —Le dijo. La mujer solo se levantó y se fue en busca de lo que dijo en cuando a Jaebom, este abrió el frasco y volcó las pastillas sobre la palma de su mano y comenzó a contarlas. —Te las estas tomando eh. Que obediente Lee Jihoon.

Sobre su mano quedaban alrededor de diez pastillas por lo mucho y en su rostro se plantaba una sonrisa de satisfacción absoluta.
Así que el alfa sacó su teléfono y busco un contacto en específico antes de mandar un audio de voz.

—¿Puedes adivinar? Te tengo una buena noticia. Las cápsulas estas trabajando perfectamente, hoy ni siquiera pudo levantarse de la cama. Tiene temperatura. Dije que confiaras en mi; mi creación es una obra maestra. —Fue lo último que dijo antes de volver a guardar el aparato en uno de sus bolsillos.

—Ey tu... ¿en serio estas enfermo? —el alfa se acercó a la cama y al igual que su madre, este puso su propia mano sobre la frente del castaño. — Uf~ si que vuelas en fiebre.

Jaebom se sentía victorioso.

Después de meses trabajando en su nuevo proyecto este recién estaba dando sus frutos.