Capítulo 10

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El gran salón estaba listo para el baile de otoño. La hermana Grey supervisó personalmente que todo quedara tal y como ella lo había ordenado, pues éste sería el primer año en que el duque de Grandchester haría acto de presencia en una fiesta ofrecida por el instituto e iría acompañado de toda su familia.

Esparcidos por el jardín, se habían colocado diversos espantapájaros, al igual que calabazas y nabos vacíos y grabados con terroríficas expresiones iluminadas con una vela colocada dentro. Un enorme montón de ramas secas se apiló en un área abierta del jardín, pues la quema de la hoguera sería con lo que se cerraría dicho festival.

Entre los alumnos existía un sentimiento lleno de excitación, pues para la gran mayoría sería el primer festival de Halloween que pasarían en el colegio. Por lo que Patty y Terry les contaron a los chicos, era la primera vez que veían a las hermanas poner tanto esmero en que el festival quedara perfecto, pues al propagarse la noticia de que el duque de Grandchester estaría ahí, todos y cada uno de los padres de familia confirmó su asistencia. Ese día para alivio de muchos, la hermana Grey, así como el padre Gregory, tomaron la decisión de suspender las clases para que todos los alumnos tuvieran el tiempo suficiente para arreglarse.

—¡Me estoy muriendo de los nervios! Creo que esta noche Archie aprovechará que mis padres vendrán y pedirá permiso para cortejarme—decía llena de emoción Annie mientras terminaba de peinar la peluca que se pondría.

—Me alegro mucho por ti, Annie—respondió dulcemente Patty, a quien sus queridas amigas desde hacía varios días la veían bastante extraña.

—¿Te sucede algo, Patty?—preguntó Annie, dejando de lado su peluca y prestándole toda su atención a la muchacha de cabellos castaños.

—Mis padres no traerán a la abuela Martha—fueron las palabras de Patty, mientras extendía en dirección de las chicas una carta bastante maltratada, debido casi seguro a las muchas veces que fue leída. La primera en tomar aquel trozo de papel fue Candy, su tranquilo rostro poco a poco se fue tornando de un intenso color rojo. Annie, al ver eso, rápidamente se acercó a leer que era lo que había puesto de esa manera a su amiga.

—Perdón por lo que diré Patty, pero tus padres son unos malvados—dijo Candy aún bastante molesta.

—¡Candy!—manifestó escandalizada Annie—no deberías de expresarte así de los señores O´Brien.

—Es que no entiendo cómo pueden hacerle eso a la abuela Martha, ella estaba tan ilusionada en venir al festival—decía Patty restándole importancia a lo dicho por Candy—incluso había comprado su disfraz.

—Debe de haber una explicación para ello—intervino Annie, al ver tan desconsolada a su querida amiga.

—¡Lo que sucede es que temen que la abuela los avergüence en presencia del duque!—explotó repentinamente Patty para asombro de sus amigas—suficiente tienen con tener que tolerar mi presencia….claro, porque Patty nunca se podrá comparar con lo perfecta que era Kitty, tan parecida a mamá. Patty demasiado torpe para tocar el piano, demasiado gordita para lucir los hermosos vestidos que Kitty solía vestir, demasiado bajita, el cabello demasiado obscuro, demasiado tímida…

Annie y Candy no entendían quién era Kitty, sólo sabían que esas comparaciones de las que hablaba Patty no eran hechos recientes.

—Sabes que puedes confiar en nosotras, Patty—la mirada dulce y la sincera preocupación en la voz de Candy fueron la gota que derramó el vaso. Patty comenzó a llorar desconsolada para sorpresa de sus amigas. Ambas chicas la dejaron desahogarse; una vez Patty se hubo tranquilizado, se animó a contar a sus amigas aquello que le afligía.

—Kitty… Catherine era mi hermana pequeña. Sólo nos llevábamos un año y tres meses de diferencia, ella era todo lo yo no soy—suspiró Patty.

—Cuando dices ella era… te refieres a que…—Annie simplemente no pudo terminar la frase, temiendo herir a su querida amiga.

La trampa fallida de ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora