Como si fuera basura. Así me ha tratado Alexander Edevane. Pero la tonta soy yo por enamorarme de quien no debía. Acaricio mi vientre mientras dejo que el llanto se apodere de mí. Marcia no se ha separado de mí desde que llegamos de la casa de Alexander hace cinco horas. La puerta de mi habitación se abre y Marcia pasa con una bandeja en la mano. Trae comida, pero no tengo apetito. Deja la bandeja en el escritorio, se acerca a mí acostándose a mi lado y abrazándome por detrás. Mi llanto se intensifica mientras ella me estruja contra su cuerpo.
-Tienes que calmarte. Esto no le hace bien al bebé- me dice.
-No puedo Marcia. Duele- digo llorando.
-Lo sé cariño. Pero tienes que ser fuerte. No vas a estar sola y no necesitas a ese imbécil. Luke y yo te ayudaremos con el bebé.
-Ni siquiera viviremos cerca- le digo dándome la vuelta para mirarla a los ojos.
-He estado hablando con mi madre- me dice poniendo su mano en mi mejilla- Me ha conseguido un trabajo como técnico de laboratorio en el hospital de Londres. Me iré contigo.
-No. Tu sueño era trabajar en la clínica de reproducción con tu madre. No puedo pedirte que dejes todo eso por mi culpa.
-No me lo estás pidiendo. Lo hago porque quiero. Mi sueño ahora es estar con mi mejor amiga y mi futura sobrina.
-Te quiero Marcia- le digo abrazándola.
-En cuanto hablemos con Luke sé que él también se vendrá con nosotras- sollozo ocultando mi cara su cuello- Ahora levántate y come. Mi sobrina tiene que estar fuerte y sana.
-¿Por qué dices sobrina? No sabemos si es niño o niña- digo levantándome de la cama.
-Lo sé. Es una niña. Puedo sentirlo.
-¿Qué eres ahora? ¿Adivina?- le pregunto sonriendo.
-Soy una bruja y puedo ver el futuro- me contesta devolviéndome la sonrisa- Y a ti te auguro un futuro brillante y lleno de felicidad.
-Te quiero demasiado- la abrazo nuevamente.
-Vamos come- me dice empujándome hacia abajo en la silla del escritorio- Voy a llamar a Luke mientras come.
-¿Tú no comes?
-Me hice un sándwich antes.
Desaparece por la puerta de mi habitación. La escucho hablar con Luke por teléfono, pero no presto atención a lo que ella dice y a él no puedo oírlo.
Termino la cena que Mar me ha preparado. Me vuelvo a la cama después de ponerme el pijama. Marcia vuelve y no dice nada sobre Luke. Se quita la ropa y se pone uno de mis pijamas para luego acostarse a mi lado. Dejo que me abrace, el sueño termina venciéndome.
Me despierto de madrugada sobresaltada por los golpes de la puerta. Marcia salta de la cama y se dirige a ella. Me levanto y me dirijo al salón. Me hielo al ver a Luke con las manos ensangrentadas.
-¿Qué ha pasado?- pregunto asustada.
Mar y Luke me miran, pero no dicen nada. No hace falta. Sus miradas me lo dicen todo. Se ha destrozado los nudillos por golpear a Alexander. Luke se lo advirtió. El dolor en el pecho vuelve y las lágrimas comienzan a salir sin remedio. Luke se levanta y me rodea con sus brazos. Le devuelvo el abrazo y entierro mi cara en su pecho. Lloro mientras él me besa la parte superior de la cabeza.
-No vas a estar sola. Nunca- me dice depositando un beso en mi frente cuando lo miro.
-¿Qué le has hecho?- le pregunto mirándolo a los ojos.
-Nada que no se mereciera. Ahora vamos- me dice agarrando mi mano y arrastrándome por el pasillo hacia mi habitación- Son las cuatro de la madrugada y tienes que descansar.
Me ayuda a meterme en la cama y se echa a mi lado. Marcia aparece y se echa en el otro lado, dejándome en medio de los dos. Me quedo mirando al techo. Marcia pone la mano en mi vientre mientras Luke pone la suya encima de la de Marcia. Cierro los ojos, todo se vuelve oscuro.
Me despierto con falta de aire. No puedo respirar. Todo se está nublando y poniendo oscuro. Luke entra en la habitación y corre hacia mí para ayudarme.
Un ataque de pánico.
Me pone una mano en la espalda y me acaricia mientras me ayuda a hacer respiraciones. No es la primera vez que me pasa esto y tampoco es la primera vez que Luke me ayuda a calmarme. Ya lo hizo cuando mis padres murieron. Y lo vuelve a hacer ahora. Empiezo a respirar mejor y la vista se vuelve más nítida. Marcia entra con el pelo húmedo preguntando qué ha pasado. Luke es quien le cuenta lo que me acaba de pasar. Marcia coge ropa mía prestada y se va a hablar con su madre.
Cuando vuelve nos comunica que ya tiene todo listo para nuestra mudanza a Londres y que solo empaquemos la ropa que vayamos a necesitar, ya que, una empresa de mudanzas se pasará por nuestras casas para empacar todo lo restante. Tiene el coche preparado para nuestro viaje y su madre nos ha cedido un piso de cuatro habitaciones. Luke y ella se van para empacar sus cosas y yo hago lo mismo. Saldremos esta tarde a las cinco. Agarro mi móvil y me encuentro con todas las llamadas perdidas de Linda y algunos mensajes suplicándome que la llame. Hago caso omiso. No tengo fuerzas para enfrentarme a ella ahora mismo. Sigo empacando toda mi ropa y las cosas que más voy a necesitar. Marcia me llama para avisar que está estacionada abajo esperándome. No sé cómo voy a pagarle todo lo que está haciendo por mí cuando apenas hemos empezado a tratarnos hace meses. Se ha convertido en mi mejor amiga en poco tiempo. Y ya puedo decir que no podría vivir sin ella y sin su locura.
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