-Yo me quedaré aquí mientras vosotros vais a donde sea que tengáis que ir- les digo a Alex y Viktoria.
Ambos asienten. Cuando estoy segura de que se han marchado del hospital, agarro el móvil de Viktoria y le mando un mensaje a Mark para que venga. Quiero confirmar lo que ya sé. Que él había sido quién borró los mensajes y las llamadas que le hice a Viktoria. Por suerte para mí, ella se ha olvidado su móvil.
V: Mark necesito verte. Ven al hospital. Alex no estará.
MT: Estoy ahí en unos minutos.
Ni siquiera ha tardado un minuto en contestar. Joder. Este tío está desesperado. Espero la llegada de Mark con impaciencia. Doy vueltas por la habitación todo el tiempo. La puerta se abre. Me giro para ver a Mark sorprendido de verme aquí.
-¿Linda? ¿Dónde está Viktoria?- mira mis manos, ve el móvil de ella- ¿Y qué haces con su móvil?
-Ella no está. Le han permitido salir con su marido un rato.
-Él no es su marido- contesta molesto.
-Lo será. Créeme. Lo supe desde el primer día. Cuando vi cómo se miraban el uno al otro.
-No has contestado a mi pregunta- dice ignorándome- ¿Qué haces con su móvil? ¿Has sido tú quién me ha mandado esos mensajes?
Asiento.
-No es de buena educación trastear con el móvil de los demás.
-¡Vaya! Y Me lo dices tú- digo riéndome.
-¿Qué quieres decir?
-Tú lo sabes y yo lo sé- Mark se tensa- Fuiste tú quien borró mis mensajes y llamadas el día que Alex tuvo el accidente.
Abre la boca para hablar, pero no lo dejo.
-No me interrumpas. Ahora vas a escucharme. Viktoria está embarazada de mi hermano. Esa niña no es nada tuyo. Ni su madre tampoco. Ellos están destinados a estar juntos. Lo sé porque mi niña Isabella fue quién mandó a Viktoria para llenar de felicidad la soledad de Alex. No voy a permitir que nada ni nadie se interponga entre los dos. Aunque no hayan firmado un papel, ellos están casados. Se pertenecen el uno al otro. Y ni tú, ni nadie, los va a separar. ¿Te queda claro?
-Y si no te hago caso ¿qué?- dice sonriendo.
-¿A quién crees que pertenece el laboratorio donde trabajas?
La sonrisa de Mark desaparece.
-No te atreverás- espeta.
-Me atreveré a eso y mucho más. Conozco a mucha gente. No volverás a trabajar como técnico de laboratorio en tu vida. Hay más mujeres en el mundo. Deja de fijarte en las esposas de los demás. Ahora lárgate y de esto ni una palabra a Viktoria.
-¿Tienes miedo?
-No, a mí me da igual si se entera de que te amenacé. Pero sé que se volverá a llevar una decepción contigo si se entera.
-Pero aun así no tienes pruebas.
Rio con sus palabras. Agarro mi móvil del sofá, lo desbloqueo y le muestro la pantalla.
-He estado grabando esta conversación, querido.
Ser una mujer en el mundo de los negocios rodeada de hombres te enseña armas que te pueden servir en tu vida personal. Mark se va del hospital. Me quedo esperando a que Alex y Viktoria lleguen.
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