SEIS

2.3K 133 7
                                        

Viktoria

La mandíbula de Mark está poniéndose morada. Agarro hielo del congelador, lo envuelvo en un trapo de cocina y se lo doy a Mark, inmediatamente se lo coloca sobre el golpe. Me apoyo de pie en la encimera mirando a Mark fijamente.

-Lo siento mucho Mark- digo tapándome la cara con las manos.

Tengo unas ganas inmensas de llorar. Por Mark y por mí. No puedo creer lo que Alexander ha hecho.

-Tú no tienes que disculparte por nada- dice acercándose a mí- Eh...- agarra mis manos para destapar mi cara- En serio, no es culpa tuya- Toma mi cara entre sus manos- ¿Estás bien?

-No lo sé. No sé cómo sentirme. Ahora mismo lo odio por lo que te ha hecho- digo sollozando.

-No llores- dice acercando su cara a la mía.

Pongo mis manos en su pecho y lo beso. Mark me devuelve el beso. Es un beso dulce y delicado. No es apasionado y voraz como los de Alexander. Me gusta cómo es Mark, siempre tratándome bien, cuidándome sin deber y preocupándose por mí y mi hija. Por eso lo he besado. Porque le estoy agradecida y porque me gusta como hombre, no solo como persona. Rompo el beso, Mark me abraza. Posa una mano en la parte media de mi espalda y la otra en mi vientre, he notado que le encanta hacer eso.

-¿Lo del sábado sigue en pie?- pregunta Mark antes de besar la parte superior de mi cabeza.

-Por supuesto. Estoy deseando tener una cita con el hombre que me gusta- suelto.

-Vaya... Hoy estás habladora. Primero un piropo y ahora dices que te gusto- dice riéndose.

-Es la verdad- confieso- Esta ropa te queda demasiado bien- digo apoyando mi barbilla en su pecho para mirarlo a la cara- Y me gustas.

-Tú también me gustas y todo lo que te pones te queda arrebatadoramente bien.

Mark vuelve a besarme y noto mi entrepierna humedecerse. Demasiado tiempo de sequía sexual y un beso con el hombre que te gusta no es una buena combinación. Oigo la puerta de casa abrirse y cerrarse. Son casi las cinco de la tarde. Así que, debe ser Luke o Marcia que vuelven del trabajo.

-¿Por qué hay comida tirada en el pasillo?

Luke.

Luke entra en la cocina, nos ve a Mark y a mí abrazados. Le sonrío, pero él no deja de observar Mark para luego observarme a mí.

-¿Qué ocurre?- pregunta con los ojos entrecerrados.

-Siéntate- digo separándome de Mark- Tengo algo que contarte, pero primero prométeme que no harás nada.

-Mal empiezas diciéndome eso- contesta Luke sentándose.

-Luke por favor. Prométemelo- él asiente- Alexander está en Londres- agarro sus manos que están en la encimera echa puños- Ha estado en el laboratorio, por lo que he notado conoce al presidente- Luke se tensa más con cada palabra- Me citaron en el despacho, creí que iban a despedirme, nunca me citan en el despacho del presidente. Pero cuando entré vi a Alexander y me desmayé.

Luke se zafa de mi agarre y comienza a dar vueltas por la sala.

-Luke- digo acercándome a él- Mark me trajo a casa a petición del señor Reece. Luego se fue a comprar algo de comida.

-La del pasillo- me interrumpe Luke.

-Sí, la del pasillo- digo mirándome los pies.

-¿Y por qué está tirada?

-Creo que lo sabes- digo mirándole a los ojos y luego a Mark que ha vuelto a ponerse hielo en el golpe.

-¿Te ha hecho algo? ¿Te ha tocado?- me pregunta Luke agarrando mis manos.

Deteniendo el tiempo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora