Viktoria
Llego de vuelta al laboratorio después de almorzar e ir al baño. Desde que mi bebé está más grande mis ganas de orinar se han multiplicado por diez, así que me paso la mitad de mi tiempo en el baño. Meto la mano en el bolsillo y encuentro el papel que me dio Alexander.
"Sábado, 18:00h. El 128 de Church Road, Upper Norwood"
Releo la nota varias veces. Mierda. El sábado a las seis de la tarde había quedado con Mark. Es nuestra primera cita. ¿De verdad me estoy pensando esto? Alexander me dejó. Me echó. Y Mark se ha portado tan bien conmigo desde que nos conocemos. Doy un suspiro antes de guardar la nota en mi bolso. Estoy sola en el laboratorio, los demás aún deben estar comiendo. Me pongo la bata y continúo con mis tareas. Tengo que concentrarme en esto.
Mark, Jess y Hugo llegan veinte minutos después que yo. Miro a Mark que está serio, demasiado para ser él. Apenas me habla o me mira. ¿Qué le habrá pasado? ¿He hecho algo malo? Me pongo a pensar en qué he podido hacer, quizás algo sin darme cuenta. Pero no recuerdo nada. ¿Me vio en la cafetería con Alexander? Tampoco estaba haciendo nada malo. Quemo mi cerebro durante un rato pensando en qué ha podido pasar. Hasta que decido que es mejor preguntar.
-Mark...- susurro.
-¿Si?- contesta sin mirarme.
-¿Ocurre algo?
-No. Vuelve al trabajo.
Ese es el problema que no puedo trabajar sabiendo que pasa algo.
-Si pasara algo me lo contarías ¿no?
-Sí.
-¿He hecho algo malo?
-Vuelve al trabajo Viktoria- espeta.
Viktoria. Él nunca me ha llamado así, ni siquiera cuando nos conocimos, ahí fue la primera vez que me llamó princesa. Resoplo y pongo mi vista en el microscopio. Pero no atiendo a lo que estoy haciendo. En realidad, ni siquiera sé que estoy haciendo.
-Psst, psst.
Levanto la vista del microscopio cuando oigo ese sonido. Miro hacia el frente y veo a Jess mirándome. Me hace un gesto con la cabeza para que salgamos del laboratorio.
-Tengo que ir al baño- digo quitándome los guantes y la bata.
-¡Oh! Te acompaño, no vaya a ser que te marees y tengamos un disgusto- dice Jess.
-No tardéis- contesta Mark.
Ambas asentimos al mismo tiempo y salimos del laboratorio. Caminamos en silencio hasta el final del pasillo donde se encuentran los baños de esta planta. Cuando entramos, Jess cierra la puerta.
-Hay un rumor, bueno creo que no es un rumor, pero la gente está hablando.
-¿De qué habla la gente?- pregunto cruzando los brazos en mi pecho.
-Del nuevo amigo de Reece Callaway.
-¿Alexander Edevane?- pregunto frunciendo el ceño.
-Sí, ese. Verás se dice que el tal Alexander y Mark discutieron en la entrada de esta planta.
-¿Qué? ¿De qué discutieron?
-Por lo que he oído, de una mujer. Una a la que ambos quieren tirarse.
Por dios. Descruzo los brazos y me llevo las manos a la cara para ocultar mis mejillas que deben estar como dos tomates.
-No sé qué tengas con Mark. Pero creí que debías saber eso. Creo que él no va en serio contigo si quiere tirarse a otra.

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Deteniendo el tiempo #2
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