🌲 VACATION 🌲-Toy Bonnica

2 Temp. Capítulo 19

–¿Es en serio que tengo que dormirme así?

–No te preocupes, yo te abrazaré para que no tengas frío.

–Literal tengo una bata de dormir—dijo el peliazul algo apenado y serio—¿Cómo convencieron a mi mamá para que les preste una de sus batas?

–Tu mamá me quiere mucho, ya sabes—dijo el castaño sonriendo mientras le tomaba un sin fin de fotos.

–Pero no tanto como me quiere a mi, Alfredo—habló Toy Chica sonriendo igual.

–Tal vez si, pero porque yo tengo que ponerme esto—exclamó Toy Bonnie mirando a la rubia.

–¿Qué tiene? Se te ve bien, incluso mejor que a mí si tuviera una bata—lo abrazó—Además, estás aquí, no vas a ir a una fiesta o algo.

–Te lo puedes quitar en la mañana—dijo Mangle.

El peliazul lo pensó y suspiró.

–Esta bien, permitiré que me humillen por hoy.

–¡Eso es todo, compadre!—expresó Toy Freddy—Ahora los tres posen para mí, porque hay otra chica entre nosotros.

Todos rieron y posaron con Toy Freddy en primera toma, siendo él quien tomara la foto.
Casi toda la noche se la pasaron tomado se fotos y haciendo estupideces hasta que no se dieron cuenta cuando ya estaba dormidos, unos en el suelo, otros en la cama del peliazul.

(...)

–Mangle, quítame tu pie de encima...—murmuró el castaño sin abrir los ojos.

Pero Mangle no le respondió, así que decidió quitar su pie de encima a la fuerza. Empujándolo.

–¡Que te quites! ¡Se me durmió el cuerpo!—esto provocó que la peliblanca se levantara rápido.

–¡Agh, que te pasa!—le aventó una almohada, ellos dos estaban en el suelo.

–¡Te dije que quitaras tu pie!

–¡Pero no tenías que empujarme, idiota!

–Basta, basta....¿quien está gritando?—Toy Chica se levantó adormilada junto con el peliazul.

–Ya no dejan dormir en paz ni en mi propia casa...—expresó el peliazul.

–¡Empujó mi pie!—se defendió Mangle.

–¡No siento mi cuerpo por culpa de ella!—ahora se defendió Toy Freddy.

–Ay dios mío...—exclamó la rubia—Bueno, ya que, otra vez me quitaron el sueño—se iba a levantar, pero Toy Bonnie la detuvo abrazándola de la cintura.

–Hay que dormir un poco más, porfa...—él se encontraba acostado y con los ojos cerrados. Ahora él actuaba como niño pequeño.

–Me gustaría, pero estos nos estarán molestando Tonnie—se había girado un poco para acariciar su cabeza—Pero me puedo quedar contigo.

–Si mejor, así puedo fotografiarlos más a gusto—dijo el castaño y agarró su cámara del suelo y empezó a tomarles fotos.

–Si, ¿pero que no debemos desayunar?—preguntó Mangle y los demás la miraron, incluído Toy Bonnie.

–Mierda, si es cierto...—habló el peliazul levantándose.

–Hace mucho frío, no me quería levantar—dijo la rubia.

–Ni modo, desayunamos y volvemos aquí de nuevo—el castaño se levantó del suelo—Asi que, vámonos.

–Eh, te olvidas de algo, tengo una bata de dormir—se señaló Toy Bonnie—Necesito cambiarme.