Las clases terminaron rápido y teníamos dos horas libres, las suficientes como para ir a algún lado cerca de la prepa y perder el tiempo ahí. Divertirnos platicando y demás cosas. Javier se había integrado bien al grupo, aunque obviamente se mantenía un poco reservado y casi no hablaba. Pero era normal, no conocía bien a nadie, con el tiempo ya agarraría confianza. Valeria había regresado e igualmente se encontraba con nosotros, descubrí que no era tan mala como creía y nuestras personalidadesse combinaron y en verdad me agradaba bastante. Mi opinión anterior sobre ella estaba completamente equivocada y me sentía un poco mal por creerla.
Nuestro grupito se había expandido.
—Entonces, ¿a dónde vamos? —preguntó Ramiro, harto de que no nos pusiéramos de acuerdo.
Como siempre dejaba que los demás decidieran para evitar más problemas. Unos pedían ir al centro comercial que estaba bastante cerca y otros ir al pequeño parque a un par de cuadras.
Javier intercalaba la mirada entre Emma y Ramiro, quienes eran los que principalmente estaban discutiendo por el lugar.
—Solo estamos perdiendo el tiempo —añadió Ramiro.
Miré con atención a Javier que volteó e hicimos contacto visual, sonreí cálidamente y él igualmente lo hizo y negué con la cabeza refiriéndome a los dos que peleaban. Él solo soltó una pequeña risilla.
—Bueno, y si mejor elige Javier —interrumpí la pelea, que de no ser así hubiera seguido por un largo rato y al final no terminaríamos en nada y nos quedaríamos en la prepa sentados en una banca del jardín, sin saber qué hacer—. Es nuevo en el grupo, que decida él.
Abrió la boca sorprendido, pero por primera vez todos estuvieron de acuerdo.
—Sí. ¿Adónde quieres ir, Javier? —preguntó Emma, amablemente.
Todos los volteamos a ver esperando su respuesta.
—Mhm.
Dudaba mucho.
—No sé —dijo y sonrió.
—Pues vamos a la plaza, mejor —soltó Bianca—. Sería hacer lo mismo en el parque que aquí. Además él nunca ha ido con nosotros.
Asentí dándole la razón.
—Lo que ustedes quieran —añadió Javier, alzando las manos y moviéndolas de un lado al otro—. Por mí no hay problema.
—¡Ya! —exclamó Alicia—. ¡Vamos a la plaza!
Todo el camino Emma y Ramiro se la pasaron discutiendo —en broma, obviamente— y arriesgándose corriendo entre la calle, Alicia solo les gritaba y se reía con ellos. Bianca y yo íbamos agarrados del brazo y platicando, Javier caminaba al frente de nosotros junto con Valeria y de vez en cuando los incluíamos en la conversación y le preguntábamos cosas específicamente a Javier. No queríamos que se sintiera excluido, obviamente y dado a que los demás estaban haciendo sus travesuras, Bianca y yo éramos los únicos que podíamos sacarles plática.
—¿Y por qué te cambiaste de prepa? —preguntó Bianca. Cruzamos una calle con cuidado, no como Ramiro que la cruzó corriendo y sin fijarse si venía algún carro.
—Sí, ¿por qué? —insistí. Era curioso que nunca lo hubiera pensado hasta que a Bianca se le ocurrió preguntar.
—Bueno, eh... —respondió él—. Hubo un problema con un profesor.
—¿Qué? —preguntamos Bianca y yo al unísono.
—El profesor era realmente malo y a ninguno le quiso poner cien, dijo que la calificación más alta era de ochenta. —De vez en cuando se giraba para asegurarse de que estábamos poniendo atención. Obviamente sí, queríamos saber su historia. Como buenos chismosos que éramos—. Muchos que merecíamos el cien nos calificó con ochenta, mis papás se enojaron y fueron a hablar con el director. Pero no le importó, y mejor solicitamos el cambio.
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Persona correcta
Teen FictionAlonso es un adolescente gay que vive tranquilamente como cualquier chico de su edad. Pensando que su segundo semestre sería perfecto junto a sus amigos, pronto queda flechado por un chico nuevo y todo va a dar un giro que él para nada se esperaba. ...