NOCHE 7

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Cuando entró al departamento Minato estaba jugando con la gata sobre el sillón, ella tan solo daba patadas al aire mientras que el omega realmente intentaba ponerla en cuatro patas y hacerla correr.

Saludó en voz baja mientras dejaba las bolsas de supermercado sobre la mesa y comenzaba a ordenar. Bien, todo estaba igual que como lo dejó, solo que los papeles de Minato estaban en un plato nadando en agua y cenizas... los había quemado.

               — Te traje vitaminas.- Anunció sacando los frascos y el omega se acercó. -También traje frutas, verduras, carne... ¿eres alérgico a algo?

Minato observó todo con cuidado y Mikoto se sintió apenado por eso... ¿era demasiado? Quizás no debió llevar vitaminas y debió esperar a que Minato se las pidiera, pero ¿si no se las pedía? Mikoto ya le había tomado cariño al pequeño ingeniero desde que Minato le dijo que no lo abortaría ya comenzaba a tener una forma en su cabeza.

Y si Minato había decidido tenerlo lo más lógico era cuidarlo ¿verdad? Aunque no era su asunto y pudiera ser mejor no meterse.

Ah...Que difícil.

       — Gracias. Murmuró Minato acomodando las cosas sobre la mesa. -No soy alérgico a nada...Mikoto, no tienes que preocuparte por mí, es suficiente con que me dejes vivir contigo un tiempo.

                     — No son para ti, son para el pequeño ingeniero. - bromeó Mikoto. -Anoche me habló y me pidió que comprara todo esto.

Minato soltó una pequeña risa que alivió a Mikoto.

         — No me digas, su voz es como la de un señor de cuarenta haciendo una voz aguda con filtros y helio.

                   —Oye, es adorable.

         — Es ridículo.- se burló el omega. -...Encontré tu cámara, me gustan las fotografías que tomas.

Mikoto sonrió, bien, realmente le gustaba ser alagado por sus creaciones.

                   — ¿Si? Quizás pueda hacerte una sesión.

           — No creo que sea lo mejor.- Mikoto alzó la mirada con curiosidad. El rostro de Minato reflejaba una mezcla extraña de emociones. — Mientras menos cosas haya de mí será mejor.

Mikoto lo miró por un largo rato.
Desaparecer por cuenta propia debía ser difícil ¿no?

Una vez Mikoto se escapó de su casa y sus padres nunca se preocuparon por él, y es que todos los vecinos y las personas que los conocían les decían donde lo habían visto, a que hora, con quien e incluso le ofrecían hogar a Mikoto para que sus padres no se preocuparan más y... Mikoto terminó volviendo pocos días después odiando a las amables personas que se preocupaban en lugar de sus padres.

La gente tenía ojos y era evidente que cualquiera podría encontrarlo manteniendo una buena relación con ellos, o pagando.

                 — ¿crees que te están buscando?- preguntó con seriedad.

       — Prefiero creer que es así...— Minato no lo miró. Si no lo hicieran entonces significa que me han encontrado.

                — ¿No es mejor ir con la policía? ¿o estás huyendo de ella? ¿Eres un fugitivo? Oh, por dios, tengo a un fugitivo.... Un fugitivo y medio, el ingeniero también cuenta.

         — No hice nada ilegal.— bostezó el omega con desinterés. -Pero si te sientes más seguro me iré en cuanto me lo pidas.

                  — ¿Crees que compre todo esto para que te vayas pronto?— Mikoto señaló las vitaminas y la comida alrededor. -No es una fachada, realmente sobrevivo de pizza con piña y no me apena decirlo.

        — Que asco la piña en la pizza.

                  — Si no la pudiste mantener en tu estómago no puedes quejarte, te vi regresarla entera esta mañana.

Minato sonrió y Mikoto también lo hizo.

RELEASE [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora