NOCHE 20

13 3 0
                                    

El día de la fiesta no habló mucho con Minato, tan solo intentó hacer su vida con normalidad mientras que las llamadas de su hermana lo atormentaban cada cinco minutos, ella quería saber cada detalle, desde cuando se bañaría hasta la cantidad de pasta de dientes que usaría.

Bien, Mikoto podía exagerar un poco, pero su hermana lo tenía tan monitoreado que su mayor acto de rebeldía fue cortarse las puntas del cabello sin consultarle antes.

Cuando se colocó el traje justo frente a Minato consideró la idea de buscar un departamento con un baño decente, el actual era demasiado revelador y sinvergüenza, el maldito monoambiente no daba espacio a la privacidad.

Cuando terminó de arreglarse encaró al omega quien tenía una mano contra sus labios jugueteando con sus dedos y sus piernas recogidas sobre el sillón, Minato lo miró de arriba abajo como si estuviera analizando y después solo apartó la mirada.

¿Qué tan mal se veía?

-Estoy a un paso de no ir.

-¿Esperabas un cumplido?- Minato regresó la mirada. -Te ves bien.

-Esfuerzate un poco más, hazme sentir bonito.

-El color resalta tus ojos.

-Eres horrible alagando.

-Igual de horrible que tu traje.

-¡Lo sabía! Mikoto se quitó el saco y lo lanzó a la mesa. Detestaba como se veía, pero su hermana había insistido en ello. — No iré.

-Tienes ropa bastante elegante y que te haría lucir mejor ¿Por qué te pusiste eso?— Minato se puso de pie buscando en el armario. —Sé que tu hermana lo consiguió, pero necesitas algo que no grite "composta y cascara de naranjas".

Se dejó caer sobre el sillón mirando el techo, su hermana seguía mandándole mensajes, se suponía que él debería de ayudar con los preparativos finales, detalles que tendrían que verse en el día, pero estaba ocupado sintiéndose como una plantita en maceta, sin ofender a Patricio.

Dio un largo suspiro, vería a sus padres después de tanto tiempo aunque ellos aun estaban un poco enojados con él, solo un poco…

-¿Seguro que no quieres venir conmigo? Te pondremos un pañuelo en la cara, nadie te vera.

-Es una fiesta familiar Mikoto, yo no soy de tu familia ni siquiera conozco a tus padres.- Respondió Minato aun metido en el armario.

-Solo ven y te presentas como el amigo de un amigo.

Minato regresó hasta Mikoto lanzándole prendas al rostro, bien, ahora se sentía como un niño pequeño esperando a que lo cambiase su madre.

Miró a Minato mientras que este acomodaba la ropa para ver cómo le lucía a Mikoto y este extendió su mano para tomar la del omega. Lo jaló hacia él, obligándolo a sentarse sobre sus piernas quedando cara a cara. Los ojos oscuros de Minato brillaron de un momento a otro y su aroma se sentía más fuerte que nunca.

-¿Qué haces?— Preguntó Minato sin parpadear.

-Ven conmigo.- Suplicó. —Es que no quiero dejarte solo…

Minato no respondió, sus pupilas temblaban de arriba abajo mientras que los de Mikoto permanecían quietos.

Lo sostuvo con poca fuerza, la necesaria como para que el omega pudiera apartarse si así lo quería.

-Iré

-Mikoto sonrió con un poco de culpa.
-No tienes que ir si no quieres...Yo solo estoy siendo un imbécil. Lo siento.

-Quiero ir.

RELEASE [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora