NOCHE 19

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Mikoto no supo en que momento dejó de darle la espalda a Minato mientras dormía, pero cuando despertó el omega lo abrazaba y se acurrucaba contra su pecho con total confianza, incluso podía sentir sus latidos y quizás fuera parte de su imaginación pero sentía los latidos del bebé... un bebé que ni siquiera era un bebé aun porque tenía trece semanas de gestación, demasiado pequeño como para sentir su diminuto corazón.

Intentó deshacer la idea cuando Minato se quejó entre sueños y lo abrazó con más fuerza.

-Ah...-Titubeó Mikoto sin animarse a despertarlo.

La gata estaba en el suelo mirándolos mientras que meneaba la cola, Mikoto le regresó la mirada sin emoción, quizás era un poco mal dueño al no sacarla a pasear como otras personas harían, pero todo su tiempo se veía comprometido en...hacer nada, trabajar y existir, básicamente.

No era la mejor persona para cuidar de otros.

Recordó la conversación que había tenido con Sarada, donde al parecer el alfa de Minato lo iría a buscar y terminaría con él, porque así eran los lobos.

Ah, Mikoto siempre pensó que los lobos y los monos eran iguales, solo que los lobos tenían ojos grises y solían  ser un poco más sensitivos por parte de su olfato, pero no, al parecer las diferencias eran mucho más grandes.

Miró a Minato de reojo quien aún lo abrazaba, quería preguntarle directamente.

Si los lobos eran tan distintos de los monos al punto de no tener las mismas leyes...¿Cómo habían podido coexistir durante tanto tiempo?

Bien, los lobos se arrinconaban y crecían ellos solos, los monos solo se reproducían de tal manera que abarcaran el mayor espacio posible, y aunque no los hizo mejores si los hizo la mayoría.

Se sentó en la cama apartando de Minato quien se dio la vuelta.
Minato era un lobo, un omega, no solo una persona distinta, sino que casi un mundo que Mikoto desconocía por completo, aunque intentó investigar era evidente que había cosas que él no podría comprender.

Extendió su mano hasta alcanzar el cabello del chico y lo acarició en silencio.

-La fiesta de aniversario de mis padres es en dos días...¿estarás bien solo?- Preguntó suavemente.

Minato asintió.

-¿no quieres venir? Ya sé que es peligroso para ti, pero...creo que podríamos esconderte bien, no es nada glamuroso en realidad, es una fiesta para mis padres, solo estará mi familia...todos son monos.

-Mikoto, no eres tan idiota.- Respondió Minato. -Es demasiado peligroso...no puedo dejar que me vean.

Mikoto suspiró un poco apartando su mano, bien, la idea de querer a Minato en la fiesta había sido idiota, pero por alguna razón su cabeza le había dicho que todo estaría bien, que quizás el omega dijera que sí y que pasarían un lindo rato en familia. Pero no, su mente ahora estaba reclamándole que eso no había sido acto suyo, que Mikoto era un idiota y que mejor olvidará la idea por completo.

-Ah...Supongo que si soy demasiado idiota.- Se burló mientras se ponía de pie y se apartaba de la cama. -Oye, desde ahora dormiré en la bañera, será interesante.

No hubo respuesta.

RELEASE [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora