NOCHE 12

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Encontraron la rutina adecuada; los vómitos de Minato eran una alarma natural sin falta, siempre a la misma hora corría al baño y desechaba todo lo que tenía que desechar, despues Mikoto se levantaría para tomar una ducha y comenzar a alistar su ida al trabajo.

De lunes a jueves tenía su día dividido entre sus dos trabajos y el viernes trabajaba medio día en la cafetería y el resto de fotógrafo irregular para cualquier llamado que pudiera atender.

Todos los días Minato prepararía el desayuno y la comida mientras que Mikoto prepararía la cena y regaría a patricio, Minato le daría de comer a la gata en la mañana mientras que Mikoto lo haría en la noche y los domingos eran para lavar y hacer compras, pero Minato no se animaba a salir.

Entonces todo estaba equilibrado, dos semanas viviendo juntos y ya habían aprendido a tener una paz en el departamento.

Y estuvo bien, el sentimiento cálido de regresar a una casa que no estaba vacía y que siempre estaba iluminada y limpia era tan extrañamente agradable que Mikoto podría vivir así el resto de su vida, sin embargo Minato tenía que irse en algún momento, tenía que buscar su propia vida y encontrar una solución a su problema, y por más que Mikoto quisiera ayudarlo no podía meterse en su vida porque no era correcto.

Aunque tenía un poco de miedo de llegar a casa y encontrarla vacía tenía en cuenta que esto terminaría pasando, y era lo mejor soltar a Minato, porque no era suyo, porque era lo correcto, porque no quería cometer el mismo error dos veces.

"¿tan solo la dejarás ir?" Aun recordaba la voz de su hermana en su cabeza haciéndole aquella pregunta. "Ella quiere que la busques, claramente le gustas"

"Ella quería irse, no puedo hacer nada" Le dijo aquella vez sin emoción alguna. "No voy a encerrarla, si quiere viajar entonces solo puedo desearle suerte."

"Entonces solo la dejas ir."

"No puedo hacer más."

Había una orden de restricción bajo su cama por esa razón, no podía seguir a las personas, no las podía buscar, porque si lo hiciera solo las lastimaría.

Una mañana de sábado su rutina se interrumpió, antes de que Minato pudiera despertarse alguien tocó la puerta del departamento haciéndolos despertar.

Se puso de pie tan rápido como pudo y pudo ver el momento exacto en el que Minato se ponía realmente tenso al punto de casi esconderse bajo las sábanas, era normal que el chico no quisiera ser visto si estaba escondiéndose, por lo que solo le pidió que se quedara en cama.

-Probablemente sea algún vecino, no necesitas moverte. Dijo con calma mientras se acercaba a la puerta.

Tocaron con más fuerza y tan pronto abrió la puerta salió del departamento y la cerró en un segundo.

Ni siquiera tuvo tiempo para ver a la otra persona antes.

Minato empezó a temblar de miedo.

RELEASE [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora